Pasión en investigación, corazón de principio activo, tesina de emprendedores, una vida entregada a salvar vidas desde el inicio de la curación. Hoy, mano a mano de la startup, codo con codo junto al emprendedor, invirtiendo tiempo y dinero, pivotando, escalando, internacionalizando, estructurando, visualizando, vislumbrando, IMPACTANDO.

Ayer, embrionaria de la apuesta perdida en el sector público, plantando la semilla cuando ni siquiera había ni agua y que ahora empezamos a ver florecer, haciendo que nuestros investigadores alcancen el pico de su montaña favorita, la que ilustra su WhatsApp, la pirenaica Monteixo.

“Chema tienes que entrevistar a Montse Vendrell (Barcelona, 1964)”, me exclama mi amiga e inversora Helena Torras. Su agenda es apretada, es complicado 'zoomear' con ella dos horas. Conocerla de cerca aún más, marca distancias desde que conecta la webcam. Estoy ante una genia. “No me gustan las entrevistas, nunca leo las que me hacen”. Parapeto Vendrell.

Su pasión aflora como la larga primavera cargada de buenas noticias que necesitamos de manera urgente, después de un invierno malo, que cantaba Fito. Entonces es cuando rompe barreras, cuando se entrega, cuando me descubre las más de tres décadas que ha entregado al primer bien común que antaño residía en el olvido, la salud.

En ella reside la humildad extraña en un VC, la verborrea ajena del investigador, el conocimiento impropio del que empieza a emprender, la visión escalable e inalcanzable de lo público. Pero sí, amigos, ella representa, es, o forma parte, de cada uno de estos roles. 

Trabajar con pasión

Para conocer lo que hoy simboliza la socia del VC Alta Life Sciences para un investigador - emprendedor del sector 'farma' hay que remontarse a su nacimiento. “Mi padre era médico y siempre me puso en la cabeza que las cosas sin esfuerzo no tienen mérito, y trabajar con pasión es una pieza importante en mi vida”.

Bióloga de carrera, con estancia posdoctoral en Hoffmann La Roche en Estados Unidos, nuestra inversora de hoy inició su carrera como investigadora en el sector público dentro del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

Montse Vendrell.

Montse Vendrell.

Aunque “nunca quise tener plaza de funcionaria”, pronto recaló en los inicios del Parc Científic de Barcelona. Allí “creamos la primera bioincubadora y sentaron las bases de los primeros institutos de investigación, impulsados por Andreu Mas-Colell”.

Tras diez años de intenso trabajo “creamos Biocat”. “¿La creaste tú, Montse?, silencia, otorga, regala méritos, “fuimos varios”. Fue la primera entidad que impulsaba el sector bio en nuestro país. “Hoy en día hay varias”, puntualiza.

Define estos ochos años como “magníficos”, donde “contábamos con un gran equipo lleno de mujeres que vivíamos en primera línea la creación del sector biotech en nuestro país”. Coge carrerilla, “ayudamos a situar el sector en la agenda política".

Con germen emprendedor, sus aspiraciones profesionales habían tocado techo en el sector público, y lo abandonó años después tras asumir la dirección del Parc Cientific de Barcelona y pasar un par de años en el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).

De lo público a lo privado

Vendrell quería las curvas que la carretera de línea continua de lo público no le ofrecían. Fue cuando conectó con Guy Paul Nohra, referente del VC en Silicon Valley, para proyectar juntos un fondo de inversión cuyo capital se destinaría a financiar los mejores proyectos del ámbito de las ciencias de la vida.

Así crearon el VC que hoy es referente entre los científicos que quieren cambiar el mundo: Alta Life Sciences. Era el año 2017 cuando comenzaron con su primer fundraising, llegando a alcanzar la friolera cifra de 80 millones. “Está prácticamente todo comprometido con las startups en las que hemos invertido, queremos seguir apoyándolas”.

El VC de Vendrell y sus socios ha invertido ya en nuevas compañías. Su fórmula de inversión es la de apostar por compañías médicas, participar en ellas normalmente cuando llegan a rondas de Series A, con un ticket que puede variar entre uno y tres millones de euros, llegando a comprometer hasta ocho o diez.

“Nos gusta liderar las rondas”, asevera. Desde el principio entran como agente activo dentro de los consejos de administración de las startups. “Soy una persona que tiene empatía, me gusta compartir las decisiones en un consejo y, por mi formación científica, tengo que entender en lo que voy a invertir, me gusta buscar hechos y evidencias”, se define.

Los éxitos ya han llegado “y mira que nuestro sector es de ciclos largos; nuestros inversores buscan un producto refugio, ajeno a los ciclos del mercado, y que pueda generar grandes retornos”, apuntilla. “Entramos en serie D en Sanifit y se vendió por 205 millones de euros, que si cumple objetivos e hitos, podrían llegar hasta los mil millones”.

“Es la primera compañía de nuestro país que se vende a este nivel”, coge carrerilla, su investigador fundador, el balear Joan Perelló, “ejemplifica lo que es ser un emprendedor, con un crecimiento personal al nivel de cualquier CEO de Estados Unidos. Estuvo a punto de cerrar, trabajó duro, pivotó y lo logró”. 

Inversión en salud

En Alta Life Sciences “cada socio participa en el consejo de determinadas compañías”. Vendrell ya está (entregada en cuerpo y alma) en dos de ellos. En el de Peptomyc y en el de Accure, a las que les entrega el cariño del éxito desde 2017.

La primera, en la que han invertido ya en varias rondas de inversión, “es una inversión de mucho impacto alineada con los ODS”. Su investigadora, Laura Soucek, ha desarrollado el primer tratamiento oncológico basado en la inhibición de MYC para pacientes con tumores sólidos y está a punto de completar un ensayo clínico de fase I. “Me enamoré de ellas desde el día en el que las conocí, tenían todos los ingredientes para llegar lejos”.

La segunda, Accure, aglutina proyectos que surgen de distintos centros de investigación. Recientemente ha alcanzado un acuerdo de licencia con la suiza Oculis y, si se cumplen los hitos previstos, podría alcanzar una valoración de 900 millones. Será otro éxito de Alta, que ha apoyado la compañía desde sus inicios. 

El principio activo que está en fase clínica que ha desarrollado la compañía tiene eficacia en pacientes que sufren enfermedades del sistema nervioso central como esclerosis múltiple. “Reclutamos un CEO, Laurent Nguyen, que junto al fundador científico, Pablo Villloslada, están realizando un gran trabajo enorme para alcanzar grandes hitos”. 

Dentro de Alta Life Sciences, Vendrell quiere reseñar la importancia que tiene para ella compartir sueños junto a su partner Jose Mesa, en cuyos haberes profesionales reside el haber estado al frente del área de Life Sciences en Caixa Capital Risk. “Se trata de un gran profesional, hecho así mismo, para mi es fantástico trabajar a su lado”.

José Mesa no se queda corto, y también quiere participar en este perfil descubriendo a nuestra inversora como “un perfil profesional fiable y tan excepcional, que es capaz de aglutinar diferentes intereses y sensibilidades para hacer que las cosas pasen”. Añade, “siempre alegre y afable, su trabajo y capacidad de relación han sido el catalizador imprescindible para que nuestro sector despegara en Cataluña. Es un orgullo tenerla de socia”, sentencia.

La carrera de Montse Vendrell ha sido una gran maratón, como las que hace su marido, “incluida la de Nueva York que tú quieres correr, Chema”. Él, que es su vida, junto a sus hijas y su perro Cep, recalca “la gran capacidad que tiene de entusiasmarse por nuevos retos". ¿Qué pico de los Pirineos será su siguiente desafío?