Durante los momentos más críticos de la pandemia, nuestros servicios y los equipos que los han llevado a cabo han sido esenciales en la lucha por proteger la salubridad de los espacios de trabajo.

Como era habitual, miles de nuestros colaboradores continuaron asistiendo a sus puestos de trabajo, pero con el agravante de las circunstancias derivadas de la Covid-19, la situación cambió notablemente: no sólo acudían a los centros a realizar sus tareas habituales, sino que, además, tenían que protegerse a sí mismos a la vez que cuidaban de las personas que ocupaban los centros. La labor que han estado realizando desde los últimos meses para adaptarse a esta situación ha sido -y sigue siendo- excepcional.

El nuevo virus ha puesto la salud y la seguridad de las personas en su lugar de trabajo en el punto de mira de todas las compañías. Si el bienestar de los empleados ha ocupado siempre el primer plano de cualquier organización, garantizar su protección ha pasado a convertirse en el gran condicionante. Esta nueva coyuntura ha obligado a muchas compañías a adaptar sus servicios para adecuarlos a la complejidad que la situación requería. Y así lo hemos hecho.

Con la capacidad de aprendizaje e improvisación que exigía la situación, junto con el compromiso con las personas y su determinación, hemos sido capaces de aportar la seguridad que los centros necesitaban desde el comienzo de la pandemia. En gran medida, se debe a la integración en nuestros servicios habituales de soluciones innovadoras cuya eficacia había sido previamente testada en sectores con alto nivel de exigencia en términos de desinfección y control, como por ejemplo el sector sanitario.

Gracias a estas nuevas dinámicas, hemos podido ser más eficientes y obtener datos que no hubiéramos podido conseguir de otra forma. Aplicaciones móviles, sensores o dispositivos tecnológicos son sólo algunas de las herramientas que nos han ayudado a configurar entornos de trabajo eficientes y saludables.

En una compañía en la que el grueso de sus trabajadores opera presencialmente como la nuestra -cerca del 98% de nuestra plantilla-, la integración de planes formativos ha tenido una fuerte presencia en este periodo. Hemos ofrecido formación a todos aquellos colaboradores que necesitaban ampliar sus conocimientos ante estas necesidades tan específicas, gran parte de las cuales incluían un fuerte componente tecnológico.

En definitiva, sistemas basados en big data, el Internet of Things o la Inteligencia Artificial en los diferentes espacios de trabajo mantendrán un papel esencial en la toma de decisiones de las compañías durante los próximos años, proporcionando así una información crucial al área de Recursos Humanos. La calidad y cantidad de información que se consigue a través de estas soluciones dista, por mucho, de la que pueden brindar los sistemas de control y limpieza tradicionales.

El asesoramiento de compañías especializadas en este tipo de servicios, así como la capacitación profesional a medida para cada empleado tendrán una fuerte presencia en este nuevo escenario en la que la tecnología al servicio de las personas estará más presente que nunca.

*** Ricard Casas es director general Corporativo de RRHH de ISS Facility Services y miembro de la Asociación Española de Directores de RRHH