Chuck Robbins, CEO de Cisco, en la presentación de su primer chip de red.

Chuck Robbins, CEO de Cisco, en la presentación de su primer chip de red.

Tecnológicas

Cisco enciende la industria de semiconductores con las miras puestas en las redes 5G y Wifi 6 del futuro

Cinco años, 1.000 millones de dólares en innovación y varias adquisiciones más tarde, Cisco lanza su primer chip multipropósito para sustentar las redes 5G y el Wifi 6

15 diciembre, 2019 07:00

Paciencia. Esa es la virtud del débil, como decía Kant. La paciencia también era uno de los atributos más valiosos para otros grandes nombres de la historia como Benjamin Franklin, Rousseau, Plutarco o el mismísimo Isaac Newton. "La facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho", reza el diccionario español en su tercera acepción. Una definición de paciencia en la que encajan bastante bien los cinco años, 1.000 millones de dólares en innovación y desarrollo o las numerosas adquisiciones que ha requerido la norteamericana Cisco para completar su particular triángulo de las comunicaciones empresariales.

Esta multinacional, conocidas de sobra sus capacidades en el ámbito de la óptica, encaminados sus esfuerzos en materia de software y servicios, carecía sin embargo del núcleo de cualquier router, switch o dispositivo de red que se precie: el procesador.

Es notoriamente diferente desarrollar un sistema de conectividad a fabricar una pieza de silicio. El conocimiento en materia de semiconductores no es ciencia sencilla, motivo por el que Cisco había preferido obviar esta pata del hardware hasta que se ha dado cuenta de que no podía seguir avanzando técnicamente sin cubrir con tecnología propia el corazón de sus equipos. Y la razón es bien sencilla: el modelo actual se basa en una heterogeneidad máxima de chips dedicados a las variopintas tareas dentro de la red que imprimen un halo de complejidad a un aspecto del ecosistema tecnológico que debería ser lo más sencillo posible.

"Hasta ahora, en cada una de las capas de la red, teníamos diferentes chips que respondían a sus necesidades, con arquitecturas muy distintas, como una mayor velocidad o una mayor programabilidad. El problema es que cada una de ellas tiene una base técnica distinta y es complicado hacer que todas trabajen juntas de manera eficiente", explicó Chuck Robbins, CEO de Cisco, en San Francisco. "Este paradigma parecía inamovible, incluso nosotros mismos tuvimos que romper con nuestro escepticismo para ver que podíamos hacer algo distinto".

Un chip para todo

Así pues, Cisco no sólo se ha convertido en un fabricante de semiconductores en toda regla, sino que lo ha hecho con una propuesta, denominada Silicon One, cuanto menos, interesante. "El reto era unir en una arquitectura única los requisitos de potencia, densidad, escalabilidad, programabilidad y buffer que podemos encontrarnos en un switch o en un router, por ejemplo", detalló Robbins. "Para ello hemos optado por una arquitectura de chips completamente nueva, dirigida tanto a proveedores de servicio como a agentes de escala web, que quieran integrarla en sus sistemas fijos, modulares o clústeres".

Las características técnicas de este semiconductor -el primero de la familia bajo la denominación ‘Q100’, con fabricación taiwanesa- explica este comportamiento multipropósito y cuasi genérico dentro de la cadena de valor de las comunicaciones empresariales. Estamos ante un chip que ha sido capaz de romper el récord actual de 10 Tbps para un sistema de enrutamiento, con la intención de llegar a los 25 Tbps en "el corto plazo". Según las cifras proporcionadas por el propio fabricante, ofrece hasta el doble de ancho de banda y hasta tres veces más paquetes por segundo que los silicios actuales.

Y todo esto, ¿para qué? "Conforme avanzan las demandas de tráfico en internet, con la llegada de la realidad virtual en streaming o el 16K, las redes actuales no sirven para responder al desafío. Además, la llegada del 5G o del WiFi 6 exigen revisar los fundamentos de las comunicaciones, de verdad", indicó el CEO de la casa con sede en San José. "Esta arquitectura ofrece la flexibilidad y el coste de mantenimiento necesarios para convertirse en el núcleo del backoffice del 5G y el WiFi 6".

Mensaje ambicioso, pero no alejado de muchos de los análisis publicados en los últimos meses por casas de análisis como Forrester en los que se alertaba sobre la incapacidad de los sistemas actuales de red para abordar estas nuevas tendencias. Porque no todo es tirar antenas y desplegar puntos de acceso: lo que está tras la cortina debe estar al mismo nivel tecnológico que la parte más visible.

Por el momento el chip de Cisco permite conmutar en base a software entre funciones de router y switch, estando ya integrado en la nueva serie 8000 de esta marca. La intención es que esté disponible comercialmente a mediados del próximo curso, tanto embebido dentro de sistemas de Cisco como para su venta libre, lo que es perfecto para muchos de los gigantes digitales que tienen sus propias "cajas blancas" de red. Además, la multinacional ya ha confirmado que el próximo año veremos más extensiones de este semiconductor en otros dispositivos, como los puntos de acceso para campus.

Retando a Broadcom

Además de completar su oferta de óptica y software con sus propios chips, el lanzamiento de Cisco también tiene una lectura de mercado extraordinariamente sensible. Hasta ahora, la industria de semiconductores para redes estaba copada por firmas de la talla de Mellanox Technologies, Barefoot Networks, Cavium o  Innovium. Y, muy especialmente, Broadcom. De hecho, la propia Cisco empleaba hasta el momento los chips de esta última, así como algunos modelos de Barefoot. Pero ha sido precisamente esa posición casi hegemónica de Broadcom la que ha propiciado la entrada de Cisco como rival a vigilar.

¿La causa? Tanto los grandes de Internet (a la sazón, Google, Microsoft, Facebook, Disney o Comcast) como las ‘telco’ (con AT&T a la cabeza) estaban preocupados ante un escenario de dependencia absoluta de Broadcom, tanto tecnológicamente como a nivel de precios. Y ahí es donde una segunda opción, ofrecida tanto integrada en sistemas de red ya contrastados como en versión libre, puede tener su espacio. Todas estas marcas citadas anteriormente venían trabajando con semiconductores de Broadcom y ya se han postulado públicamente a favor de la estrategia de Cisco, en lo que ha sido un golpe sobre la mesa de dimensiones pocas veces visto. Eso sí, ni la transición de estos colosos ni la de la propia Cisco hacia los chips de nuevo cuño será inmediata ni absoluta. En ese sentido, fuentes de la multinacional aseguran que seguirán incorporando chips de Broadcom como una opción más en sus equipos. Al menos por ahora...