Nicola D'Elia, CEO de InPost para el sur de Europa.

Nicola D'Elia, CEO de InPost para el sur de Europa. InPost

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Entregas a "no domicilio" para el comercio online, a un máximo de "siete minutos" desde cualquier lugar

InPost quiere revolucionar la logística de la última milla y expandirse en España con taquillas inteligentes y puntos de entrega en comercios. 

8 agosto, 2022 02:21

La multinacional InPost fue fundada en 1999, en Cracovia, por Rafal Brzoska. Ahora opera en nueve países europeos y ha fijado España como su próximo gran objetivo de expansión, tras absorber la compañía competidora de origen francés Mondial Relay, con fuerte implantación en nuestro país.

El mercado español creció el 32% en el primer trimestre, mucho más rápido que Polonia (13%) y Francia (8%).  

El negocio de InPost son las entregas de paquetería en "no domicilio" a través de su red "híbrida". Es decir, en armarios inteligentes, que se abren con un código exclusivo en cada ocasión, y puntos de entrega localizados en comercios de todo tipo a los que denomina "Punto Pack".

El receptor acude a recoger su paquete a la hora que mejor le convenga. Sólo depende de si es en una taquilla, disponibles 24 horas en espacio público, o un local con horario comercial.

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La gracia del asunto, para revolucionar la logística, está en la cercanía del punto de recogida, para que resulte menos fastidioso que esperar al mensajero. El objetivo son distancias de "siete minutos".

Todo comprador por internet sabe ya que la adquisición de cualquier producto en comercio online lleva aparejada una pena de arresto domiciliario: cuando se anuncia la entrega a domicilio tal día, suele ser con un horario amplio, entre las nueve de la mañana y las diez de la noche, y más vale no moverse de casa hasta que llegue el repartidor.

"El 22% de las entregas a domicilio no las recoge nadie", asegura Nicola D'Elia, CEO de InPost para el sur de Europa, que pone el énfasis en "cambiar la experiencia de última milla" con la regla de los siete minutos.

Cercanía a las rutinas cotidianas

Medir una distancia en "siete minutos" es, por supuesto, relativo. Un andarín puede hacer 700 metros o más en ese plazo. Con el paso que mide la app de Google, se queda en unos 300 metros reales, o poco más, que es lo que asume InPost en su propuesta máxima: que desde cualquier domicilio se encuentre un punto de recogida a un máximo de "siete minutos a pie".

"Pero no es sólo tener un punto cercano a casa lo que importa", advierte D'Elia. "A veces se prefiere uno que está junto al trabajo, o junto al colegio de los niños, sitios relacionados con las rutinas cotidianas".

En Polonia, donde el grupo tiene su fuerza original, cumple el objetivo en las grandes ciudades "para un 67% de la población. Y hay al menos un punto disponible en cada localidad con más de 6.000 habitantes", indica D'Elia.

Eso supone 19.000 de los 40.000 puntos (22.000 son lockers, taquillas de seguridad) que ahora tiene InPost en Europa.

Polonia tiene algo más de 38 millones de habitantes, una extensión de 312,690 kilómetros cuadrados y 2.489 municipios (según la división administrativa de 1989). España cuenta con más de 47 millones de habitantes, 505.990 kilómetros cuadrados y 8.131 municipios.

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Para equiparar la situación de este país con la de Polonia haría falta añadir "otros 20.000 puntos" de recogida a los 3.200 que ha incorporado al adquirir Mondial Relay, con los que totaliza 3.600. De momento planea añadir otros 700 armarios inteligentes hasta final de año.

También necesitaría aumentar su captación de envíos. En Polonia, su servicio controla "el 48% del mercado B2C. Lo utilizan 38.000 empresas. España es un mercado más competitivo", reconoce D'Elia.

No obstante, la estimación del grupo es que la situación española se parecerá a la polaca "en dos o tres años".

Armarios en gasolineras

Para la expansión en España, D'Elia comenta que tienen algunas negociaciones en curso, de las que aún no puede hablar. Del acuerdo que sí puede hacerlo es el establecido para poner lockers en el grupo de gasolineras Galp, que tiene una red de 623 estaciones en todo el territorio, según informa la propia compañía. Para empezar, instalarán puntos de entrega en las de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.

También planea buscar sitio en mercados, garajes y centros de transporte. Cuenta con la experiencia de los hipermercados Lidl, donde "un 30% de los que van a recoger paquetes aprovechan para hacer compras".

En cuanto a los Punto Pack, situados en locales de negocios a los que denomina "partners", D'Elia asegura que el flujo de los que entran a buscar envíos también ayuda a aumentar ventas. En estos casos los acuerdos suelen incluir un alquiler fijo por el espacio ocupado y una compensación por el consumo de electricidad.

Aparte de esto, el plan de expansión cuenta con acuerdos para repartir envíos de grandes comercios online como Inditex, Vinted y AliExpress.

Y en lo que también pone D'Elia gran interés es en desgranar otras ventajas de su método de entregas, que las hace "más baratas y sostenibles" que la entrega en casa.

Electrificar la flota

InPost se marca un objetivo de "carbono cero" para 2040, con flotas de vehículos cada vez más electrificadas (ya tiene "un 68% de eléctricos y gas") y una optimización de rutas que no está al alcance de la entrega a domicilio.

Hacer la instalación supone una inversión relevante, pero el consumo energético de un armario inteligente se limita al uso de una CPU y una pantalla que sólo se ilumina cuando se va a usar.

Otra idea que persigue es optimizar la experiencia de usuario. Sus armarios, al igual que los Punto Pack, pueden aceptar devoluciones, incluso sin etiqueta: cuando el usuario tramita la devolución, recibe un código para abrir la taquilla que identificará el artículo que deposita.

En el comercio de moda, recuerda, "se produce hasta un 30% de devoluciones. Es más cómodo hacerlo en un armario".

En cuanto a la seguridad, D'Elia comenta que "en Italia, donde tenemos 850 armarios, ha habido dos o tres casos de intentos de abrir uno, sin éxito". Llevarse una taquilla tampoco es fácil, "pesa dos toneladas".

Lo que sí ocurre con más frecuencia es que sufran grafitis. "Estamos pensando poner cámaras que se activan con el movimiento para más seguridad". Eso, también, aportaría más confianza a los usuarios a ciertas horas.