Sorprende al ciudadano medio 'de a pie' -al menos a aquel que no es experto en medicina o cardiología- que, en la era de la tecnología, la ciencia y la digitalización, el electrocardiograma con el que todos hemos lidiado alguna vez en la vida -con mayor o menor suerte- no haya evolucionado en lo sustancial desde 1942.

De esa fecha data, precisamente, el artículo científico que publicó esta conocida representación visual de la actividad eléctrica del corazón, tan utilizada para el diagnóstico de enfermedades cardíacas. 

"El electrocardiograma, tal y como se usa hoy en clínica, tiene cien años. En 1942 no entendíamos la mitad de las arritmias. Se diseñó en un momento en que apenas sabíamos del corazón".

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Habla Andreu Climent, CEO de Corify Care, la spin-off del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y la Universitat Politècnica de València (UPV) que está a punto de hacer historia en los avances médicos en cardiología.

La empresa fue la ganadora en la categoría Mejor startup o scaleup del año en la primera edición de los D+I Innovation Awards, organizados por Disruptores e Innovadores-El ESPAÑOL.

Su tecnología para mapear el corazón sin necesidad de cirugía ni TAC para la detección de las arritmias cardíacas acaba de lograr una nueva validación, que la sitúa en puertas de la comercialización, y en la vanguardia mundial de las compañías que están construyendo el 'electrocardiograma del siglo XXI'.

Investigadores del equipo de la UPV y Corify Care que han validado esta puntera tecnología para el mapeo del corazón.

"Todavía muere mucha gente porque en urgencias no le detectan un infarto. El electrocardiograma está pensado para ver muy bien una parte del corazón, la izquierda, pero no ve la parte derecha, ni la posterior", puntualiza Climent.

Reconoce a D+I que su tecnología aún tardará en estar implantada en los servicios de urgencias de los hospitales con carácter general, pero pronto pasará de utilizarse en el campo de la investigación -con el correspondiente consentimiento previo del paciente- a irrumpir en el mercado.

Corify Care coloca sensores de alta densidad sobre el torso del paciente, que registran mediante fotometría 3D su geometría.

Será este año -es la previsión que maneja la spin-off- después de haber validado su tecnología con el estudio premercado desarrollado junto a la UPV. De hecho, desde finales de 2022, Corify Care ya está inmersa en la exigente auditoría que la regulación europea y americana exige para comercializar un producto sanitario.

"Nuestro objetivo es lograr este 2023 la licencia para ser, por fin, un dispositivo clínico", añade Andreu.

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Este último estudio desarrollado junto a la UPV, publicado en la revista Journal of Electrocardiology, evalúa las posibilidades de utilizar la Imagen por Electrocardiografía (ECGi) sin TAC/resonancia para la detección de fibrilación auricular.

Se trata de la arritmia cardiaca más común -solo en España más de un millón de personas sufren esta arritmia y se estiman más de 40 millones en todo el mundo-. Su propuesta permite localizar el corazón de los pacientes y obtener mapas de la actividad eléctrica rápidamente.

El equipo de la UPV y Corify Care analizó señales de superficie de 25 pacientes con fibrilación auricular y el resultado validó que su propuesta da más información que los ECG convencionales

El equipo de la UPV y CorifyCare analizó señales de superficie de 25 pacientes con fibrilación auricular, y compararon "el efecto de utilizar ECGi con técnicas de imagen y su propuesta de ECGI con una geometría cardiaca estimada en función las características anatómicas del torso del paciente".

Sus resultados validan su propuesta como "una técnica robusta para la evaluación no invasiva de la fibrilación auricular, y demuestra que puede proporcionar información detallada sobre la actividad eléctrica del corazón de una forma mucho más completa que los ECG convencionales".

En la vanguardia mundial

El estudio se ha desarrollado en el marco de diferentes proyectos financiados por la Generalitat Valenciana-Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport, la Agencia Estatal de Investigación y el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología en Salud (EIT-Health).

Llegar a este avanzado nivel de investigación científica no es fruto de la casualidad. Más bien, todo lo contrario. El equipo que sustentó y creó hace tres años Corify Care lleva quince años trabajando en esta tecnología, de ahí que la compañía surgiera como spin-off de dos universidades.

Tecnología de Corify Care para realizar el mapa del corazón.

"Hace quince años que comenzamos a investigar. La tecnología hace diez años era muy lenta, necesitábamos unas dos horas para hacer un mapa del corazón. Era interesante científicamente, pero no viable desde el punto de vista de la clínica", explica el responsable.

"En la actualidad somos capaces de sacar un mapa en diez minutos, como cualquier electrocardiograma; los ordenadores nos permiten gestionar muchos datos muy rápido y es factible fabricarlo a gran escala. Todavía nos queda mucho camino, pero estamos entre las pocas compañías del mundo que lo están intentando".

Hace 10 años la tecnología era lenta; tardábamos dos horas en mapear el corazón, ahora solo diez minutos, como cualquier 'electro'

Andreu Climent, CEO de Corify Care

Corify Care ha mapeado a 200 pacientes "solo en 2022" con su tecnología en el Hospital Gregorio Marañón y el Hospital Clínic de Barcelona y aspira a llegar a mil durante este año que acaba de comenzar.

Además, este mismo año van a instalarlo también en Alemania, Suecia y Portugal, e incluso, valoran ya varias propuestas de Estados Unidos. "Ojalá lleguemos a instalar en 2023 en EEUU, si no es ahora, será al año siguiente".

En concreto, Corify Care es la única empresa en España y en Europa que está acometiendo esta fotometría 3D del corazón, y se mide cara a cara con las compañías americanas que también están avanzando en estas tecnologías que, antes o después, acabarán sustituyendo al tradicional electrocardiograma, 'anacrónico' ya en la era actual, si se compara con la potencialidad de las nuevas propuestas científico-técnicas en desarrollo.