En 2018, dos jóvenes franceses Raphaël Vullierme (CEO) y Benoit Bourdel (CTO) fundaban una startup llamada Luko. Se trataba de una insurtech, una empresa destinada a cambiar las reglas del juego que imperaban en el sector de los seguros de hogar desde hace décadas. Un camino en el que se han ido sumando hasta 85 personas al equipo y una incipiente expansión internacional que tiene, como primer puntal, la llegada a España a partir de julio.

“Tanto en Francia como en España hay el mismo problema con la experiencia al cliente. El sector del seguro está anclado en un modelo antiguo y roto, dominado por las grandes compañías tradicionales, muy alejado de sus clientes, con poca experiencia online y siniestros que se pagan muy lentamente”, explica a D+I Vullierme.

Una (desgraciada) similitud entre ambos países que ha sido clave para que Luko ponga sus miras en nuestro mercado, por ahora mediante una lista de espera mientras se “perfecciona el producto y mejoramos sus prestaciones”, asegura el CEO de la empresa.

Cómo cambiar lo inamovible

Hasta aquí la novedad, pero cabe preguntarse qué aporta esta startup en última instancia; cómo puede revolucionar un sector aparentemente inamovible y anclado a reglas escritas en piedra.

“Nos encontramos ante una página en blanco para construir un seguro que se adapte a la cultura y a la gente de hoy y, gracias a la digitalización, podemos hacerlo”, detalla Raphaël Vullierme. “El modelo de negocio actual ya no funciona: hay un fuerte conflicto de intereses y por lo tanto, una falta de confianza por parte del consumidor”.

El emprendedor detalla, de carrerilla, algunos de los principios con los que buscan diferenciarse de cualquier aseguradora al uso: “Actualmente seguimos inmersos en un mar de dudas con cláusulas y aspectos cubiertos que nosotros trabajamos para eliminar. Además, es absolutamente palpable que el ritmo de vida se ha acelerado en los últimos años, pero sin embargo, hay procesos que están muy poco digitalizados. Por ejemplo, si deseas rescindir tu contrato, aún debes enviar un mail o una carta”.

La velocidad y un proceso totalmente digital son, por tanto sus señas de identidad… desde el comienzo de la relación con el futuro asegurado: “Uno de los aspectos que nos diferencian más a la hora de la innovación es el proceso de inscripción. Para la contratación solo tienes que responder a 6 preguntas a través de la app o la web para inscribirte, a diferencia de las 30 que suelen hacer el resto de compañías”, añade.

Para seguir con un camino digital que atienda con la misma calidad en el peor momento posible: “Hemos implementado tecnología de inteligencia artificial en nuestro proceso de gestión de siniestros para, a través de un análisis fotográfico, evaluar los daños de una manera casi quirúrgica”, explica Vullierme. Aquí cobra un peso relevante nuestro servicio de teleconsulta, a través del cual el cliente puede mostrar los daños y obtener asistencia en directo”.

Su receta mágica: las primas del seguro

Pero si hay un aspecto con el que Luko busca salirse de lo común en el mercado, ese es el particular juego que lleva a cabo con las primas. Raphaël Vullierme recalca el “conflicto de interés de las aseguradoras” en tanto que no se sabe cuánto dinero ganan estas empresas de las primas y cuánto realmente se destina a resolver los problemas de los clientes.

En esas lides, la startup gala ha diseñado un sistema de primas que ha denominado como ‘Giveback’. No se ilusionen: la startup quiere ganar dinero a costa de sus usuarios. Pero quieren, o al menos eso defienden, hacerlo de una manera más transparente de cara a los consumidores.

“De esta forma, al recibir las primas de nuestros abonados, un 30% se bloquea y se destina directamente a los gastos del equipo, innovación, el servicio al cliente… El 70% restante se emplea para resolver los siniestros de los clientes. Y si hemos hecho bien nuestro trabajo y sobra dinero al final de año, lo donamos a la organización benéfica que el cliente escoja”, explica el CEO de la insurtech.

50 millones de euros

Este modelo de negocio, con esos tres años de rodaje y más de 100.000 clientes en Francia, ha llamado la atención de numerosos inversores hasta el momento. De hecho, en diciembre pasado, Luko cerró una ronda de Serie B por valor de 50 millones de euros. Justo el empujón que necesitaban, confiesa Raphaël Vullierme, para poder abrirse paso a este lado de los Pirineos.

En esta operación, liderada por EQT Ventures, participaron algunos de los anteriores inversores (como Accel, Founders Fund, Speedinvest y Orange Ventures) así como algunos business angels internacionales con experiencia en el sector seguros, como Assaf Wand (cofundador del unicornio estadounidense Hippo Insurance).