En el repaso que hacía en su edición de ayer D+I a las reivindicaciones que los gobiernos autonómicos realizan al nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, una de las referencias más claras al problema del talento innovador llegaba desde Extremadura.

Los responsables de la Consejería de Economía, Empleo y Transformación Digital que comanda Guillermo Santamaría hablaban sin tapujos de cuál es el mayor desafío de la región: "La escasez de talento digital cualificado".

Precisamente para resolver este problema, por otra parte común a casi todas las regiones españolas, la Junta extremeña pedía el apoyo y colaboración del nuevo ministerio.

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Pero más allá de esa petición, rascando un poco más, se advierte que ese desafío se ha convertido en Extremadura en un reto mayúsculo al que los altos cargos de la citada consejería han puesto cifras.

Y es que, según explican a D+I fuentes autonómicas, el ejecutivo de María Guardiola se ha propuesto "en los próximos años" nada menos que "multiplicar por cinco el número de egresados en disciplinas digitales".

"Actualmente, Extremadura enfrenta un déficit significativo de profesionales en el sector digital, un obstáculo que limita nuestro crecimiento y potencial innovador. Por esta razón, proponemos ese ambicioso objetivo", añaden.

Conseguir que de los diferentes sistemas educativos salgan cinco veces más profesionales que los que salen ahora es algo que sólo el tiempo dirá si es o no un objetivo muy ambicioso, pero, cuanto menos, a día de hoy lo parece, ya que son muchos los años en los que este problema parece haberse enquistado sin que las cifras mejoren.

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Desde Extremadura, en cualquier caso, saben que deben realizar este esfuerzo. "Este aumento no sólo responderá a la demanda actual del mercado, sino que también posicionará a nuestra comunidad como un referente en la era digital", insisten las fuentes consultadas.

Eso sí, no va a ser tarea fácil alcanzar el objetivo. Es ahí donde la Junta mira a Madrid para buscar la complicidad del nuevo Ministerio de Transformación Digital y Función Pública.

"Para alcanzar este objetivo solicitamos apoyo y colaboración mediante inversión en educación digital, incentivos para la mejora de los programas de formación digital, así como especializaciones en tecnologías digitales emergentes", demandan desde la Consejería de Economía, Empleo y Transformación Digital.

Pero no son las únicas peticiones. Los incentivos para el fomento de la colaboración público-privada, la ayuda para la implantación de empresas digitales tractoras de este ecosistema o las medidas de promoción de la cultura digital con campañas de sensibilización y divulgación sobre la importancia del sector digital y sus oportunidades de carrera son otros de los aspectos sobre los que Extremadura quiere incidir en los próximos tiempos, siempre con la colaboración -o eso es lo que se desea- de la administración central.

Con respecto a lo anterior, hay dos aspectos que hay que tener en cuenta. El primero, que los propios dirigentes extremeños reconocen las carencias y, por tanto, esa humildad es el primer paso para progresar con firmeza.

Tal y como admitió el consejero Santamaría en su primera comparecencia en la asamblea extremeña, "llevamos diez años de retraso".

La legislatura de la digitalización

El segundo aspecto a tener en cuenta tiene que ver con la voluntad de acción. En este sentido, tal y como ya reflejó este periódico en su día, se comprometió a que esta sea la "legislatura de la digitalización" antes de poner sobre la mesa el retraso extremeño en este ámbito y reflexionar sobre la necesidad de la región de retener talento.

A juicio del consejero, "es necesaria una transformación completa de la administración, así como poner en marcha un plan de retención y regreso del talento, con especial foco en los nómadas digitales".

Sobre la promoción de la cultura y educación digital, dos de los aspectos sobre los que la Junta busca complicidad con el Gobierno central, conviene resaltar que ya ha habido en Extremadura movimientos que han evidenciado esa necesidad de colaboración.

Hace unos meses se conoció una tesis desarrollada desde la Universidad de Extremadura (UEx) que estaba basada en un plan piloto llevado a cabo en cuatro centros escolares. Esta tesis demostraba que aún hay mucho camino que recorrer y sugería que es necesario un plan "a gran escala" para ordenar qué competencias digitales y tecnológicas y con qué objetivo deben priorizarse en las aulas.

El proyecto EDUATRIC se ha desarrollado en el marco de la tesis doctoral 'Alfabetización digital universal. Enseñar y aprender en escenarios educativos digitales interactivos e inclusivos' de Desirée Ayuso del Puerto, dirigida por la profesora de la Universidad de Extremadura Prudencia Gutiérrez Esteban.

Es precisamente ese pacto a gran escala a nivel educativo el que garantizaría que esa cultura de la digitalización imperara en los jóvenes desde edades tempranas. Sólo un refuerzo de ese pilar podría convertir ese gran reto de quintuplicar la cifra de egresados en disciplinas digitales en algo alcanzable.