Luisa García, CEO global de Asuntos Corporativos de LLYC
Luisa García (LLYC) aboga por una mayor presencia de empresas españolas en la UE para "influir más en Bruselas"
"Hemos pasado de una gestión del riesgo reactiva a un concepto de antifragilidad", ha explicado.
Más información: Ana Botín propone la creación de una agencia que asesore cada trimestre a Bruselas qué regulación eliminar
"Las empresas españolas están poco acostumbradas a influir en Europa y el partido se juega en Bruselas", ha remarcado Luisa García, CEO global de Asuntos Corporativos de LLYC durante la cuarta jornada del V Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores.
Para empezar, ha explicado la actuación de las empresas españolas ante un contexto de incertidumbre económico y político donde "la empresa española está preparada en lo operativo, en lo tecnológico, en la resiliencia y en la flexibilidad, pero hay otras habilidades que tenemos que incorporar mejor en nuestra caja de herramienta".
En esta línea, ha destacado la importancia de la Unión Europea porque "desde hace tiempo el partido se juega en Bruselas, lo que pasa es que pensábamos que en la adaptación local y nacional teníamos el suficiente margen de maniobra para sentirnos cómodos, pero estamos en un momento de transformación donde si no entendemos no solo el contexto y los procesos para que eso suceda y si no estamos implicados en ese proceso, pues estamos perdiendo una de las herramientas que más impacto puedan tener en ese futuro".
11.Conversación con Luisa García, CEO de Asuntos Corporativos de LLYC
Respecto al dilema asociado a dónde hay más riesgo para la reputación empresarial en la debilidad política o en la evolución económica incierta, García ha explicado que "en cualquiera de los dos si los manejas ineficientemente porque hemos pasado de una gestión del riesgo reactiva donde nos preocupábamos de prepararnos cuando pase algo como reaccionaríamos a un concepto de antifragilidad".
Es decir, ha explicado que "la antifragilidad es cualquiera de los conceptos de cambios en el sistema político, debilidad de las instituciones, operar en mercados donde cambian las reglas del juego, cambios en la cadena de distribución". Así, ha enfatizado que "deberías hacer un esfuerzo en entender que pueden afectar tu negocio y en desarrollar una estrategia de antifragilidad al respecto, en algunos de esos casos podrás establecer estrategias de mitigación y en otros podrás anticipar las de reacción".
"Estamos acostumbrados a escuchar cuando se habla de nosotros y normalmente cuando se habla de ti ya es demasiado tarde, has podido ver cuál era la tendencia, el riesgo que iba a impactar al negocio. Por ejemplo, un riesgo regulatorio, un cambio de patrón de consumo, por lo que deberías ser capaz de escuchar eso cuando todavía no eres parte de esa conversación para tener una oportunidad de decidir si quieres influenciarla o participar", ha explicado.
Respecto al auge de la tecnología, ha destacado que "hay una cosa fantástica de la tecnología que te permite escuchar más y anticipar más".
Con todo, ha remarcado que "se van a producir transformaciones inmediatas y de grandísimos caladas en dos ámbitos tanto en lo político como en lo económico con lo cual tenemos que plantearnos si nos quedamos fuera y pensar que la política no tienen que ver conmigo o que lo de Bruselas lo solucionarán otros o me planteo cuál puede ser mi narrativa, mi propuesta, cuál debe ser mi ámbito de participación e influencia desde la política municipal hasta las decisiones de más alto calado de la Unión Europea".