Dos platos calientes, pan, postre y botella de agua. Éste es el menú diario que tienen en el Tribunal Supremo los nueve acusados en el juicio al 'procés' que se encuentran en prisión preventiva. Es la misma comida que se sirve en la sede de la Audiencia Nacional al exvicepresidente del Gobierno y exdirector del Fondo Monetario Internacional Rodrigo Rato, que cumple una condena de cuatro años y medio de cárcel y ahora está siendo juzgado por un presunto delito de estafa a los inversores de la salida a Bolsa de Bankia.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha contratado un servicio de catering para la elaboración y entrega de la comida del mediodía a los acusados en el juicio al procés y en el caso Bankia, que tienen programadas sesiones de mañana y tarde.

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El departamento solicitó seis presupuestos a empresas del sector y recibió cinco ofertas, según datos facilitados por Instituciones Penitenciarias. Al tratarse de un contrato menor, hubo una adjudicación directa y se ha optado "por la oferta más económica".

El menú que se lleva al Tribunal Supremo para los nueve presos del 'procés' (Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Carme Forcadell y Dolors Bassa) tiene un precio de siete euros y se sirve en recipientes y cubiertos desechables. El de Rato se eleva a 10 euros porque, aunque es el mismo, hay que transportarlo hasta San Fernando de Henares.

Instituciones Penitenciarias sólo pagará los menús efectivamente suministrados, cuyo número no se especifica en el contrato de adjudicación porque dependerá de la duración de los juicios.

Precedente, el 11-M

Existen precedentes de un servicio de catering similar al establecido ahora para el 'procés' y Bankia y por las mismas razones: la celebración de la vista en sesiones de mañana y tarde. Los presos islamistas que fueron juzgados en 2007 por los atentados del 11-M tuvieron un catering habilitado por Instituciones Penitenciarias durante los cinco meses que duró el juicio en la Audiencia Nacional.

El supuesto más frecuente, no obstante, es que los juicios u otras diligencias judiciales tengan lugar sólo por la mañana, por lo que los internos suelen llegar a tiempo para comer en sus centros. Si se retrasan, se les reserva el menú en los módulos en los que residen.

En ocasiones, dependiendo de la duración de la diligencia judicial, se proporciona a los presos cuando salen del centro un menú frío compuesto de un bocadillo, fruta y agua.

En el caso de Bassa y Forcadell, que se encuentran en Alcalá-Meco, antes de la salida del centro a las 7.15 horas se les entrega un tentempié para su consumo a media mañana. El menú de comida es el mismo que el de sus compañeros y si no llegan a tiempo a la cena se les guarda en una mesa caliente que hay en cada comedor.

Instituciones Penitenciarias señala que ese sistema se sigue con todas las internas cualquiera que sea la causa de su ausencia en el centro (diligencias judiciales, salidas al hospital, permisos extraordinarios...).