El juez del caso Tándem considera que el excomisario José Manuel Villarejo habría liderado una "organización parapolicial extraña a las instituciones del Estado" que se habría aprovechado "de forma espuria de los recursos más sensibles" de éste. 

Unos hechos que el magistrado Manuel García-Castellón ve gravísimos y por los que este miércoles decidió confirmar la prisión preventiva de Villarejo, pues cree que todavía existe riesgo de reiteración delictiva y de fuga. 

En el auto fechado este miércoles al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el juez reprocha al ex agente encubierto que invoque una "supuesta colaboración para la identificación de archivos sensibles" en los discos duros que se le requisaron en los registros -en manos de la Justicia aunque no ha sido posible desencriptarlos aún-, y que al mismo tiempo haya una "difusión incontrolada" de grabaciones en los medios de comunicación en las que Villarejo es el principal interviniente. 

En este sentido, el instructor apunta directamente a personas de su confianza, de la "organización" que él habría dirigido, como los filtradores de los ya famosos 'audios de Villarejo'.

"Estamos asistiendo en vivo y en directo a la comisión de nuevos hechos delictivos, hechos delictivos cuyo origen se encuentra el material incautado del investigado, resultando cuanto menos aventurado pensar que otra persona pueda contar con un número de grabaciones y material de esta índole, sino personas directamente relacionadas con la organización que éste dirige", se puede leer en la resolución.

Además, el juez ve una "estrategia exculpatoria" en la afirmación de Villarejo en sede judicial el pasado 12 de enero, cuando declaró que "la totalidad del material informático intervenido contenía información sensible, entendiendo por tal aquella que afectaría a la seguridad del Estado".

Peticiones a los medios de comunicación

El instructor rechaza que, como se queja Villarejo, los investigadores estén filtrado información sobre la causa porque, según explica, algunos medios de comunicación están publicando datos y audios a los que la Justicia ni siquiera ha podido acceder aún. 

De ahí que considere que se está haciendo una "utilización espuria de esta información tanto de la empleada con motivo de las distintas piezas abiertas como por la que al parecer está trascendiendo a los medios de comunicación". Tanto es así, recuerda el juez, que "en diversas ocasiones el propio juzgado ha tenido que dirigirse a los medios de comunicación para que facilitasen copia de los mismos para poder adoptar las medidas pertinentes como consecuencia del conocimiento de hecho ex novo de hechos que por sí mismos constituyen una actividad delictiva imputable directamente o indirectamente al investigado". 

"Planificación permanente de fuga"

Dada la información ya contenida en el sumario, el juez considera que los hechos por los que se investiga a Villarejo podrían ser constitutivos de los delitos de organización criminal para la comisión de delitos graves como 'jefe'; blanqueo de capitales; cohecho; descubrimiento y revelación de secretos y malversación.

Por eso, no sólo cree que se mantiene el riesgo de que Villarejo se fugue, sino que piensa que ha habido una "planificación permanente de fuga del territorio nacional (...) siguiendo las pautas por los miembros más expertos y en situación de mando y preponderancia de las grandes organizaciones criminales".

El juez se basa para pensar así en los pasaportes en blanco y grandes cantidades de dinero encontrados en su domicilio, así como el patrimonio en el extranjero del que dispone Villarejo y sus relaciones internacionales. 

Su defensa recurrirá

Su abogado, Antonio García Cabrera, ha adelantado que recurrirán el auto e insiste en que las filtraciones proceden de los investigadores: "Es evidente que no hay una voluntad real de averiguar quién ha filtrado las publicaciones de Moncloa.com. Es más fácil atribuirle todo a Villarejo sin justificar ni informar sobre el avance de esas investigaciones que supuestamente se iniciaron tras la aparición de los audios de una comida. Sólo se investiga cuando los audios e informaciones perjudican a relevantes personalidades mientras al investigado se le somete a un doble proceso, el judicial y el del linchamiento paralelo diario al que no interesa poner coto. La indefensión no puede ser mayor", ha afirmado a EL ESPAÑOL.