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Las claves

La presentación de unos Presupuestos que nacerán muertos, corroborada este mismo jueves por fuentes de Moncloa tras escuchar a Míriam Nogueras por la mañana, será en realidad, el primer acto de una campaña electoral que Pedro Sánchez parece preparar para la primavera.

La portavoz de Junts certificaba el "veto activo" de sus siete diputados, que la rodeaban. El Gobierno no tendrá ni un solo voto de su grupo para aprobar las cuentas públicas de 2026. El no categórico de la formación de Carles Puigdemont se traducirá en enmiendas a la totalidad y rechazo automático a cualquier iniciativa legislativa o decreto.

Y eso convierte cualquier iniciativa presupuestaria de Sánchez en un mero ejercicio de marketing político.

Junts ha anunciado el rechazo a todas las propuestas del Ejecutivo, PSOE y Sumar. La formación de derecha separatista enmendó a la totalidad 25 leyes, anunció su oposición a las otras 21 que ya están en trámite. Y concluyó, por boca de Nogueras: "El Gobierno del Estado español ha perdido su capacidad legislativa".

Pero las fuentes gubernamentales confirman a este diario que Sánchez mantiene su intención de presentar los Presupuestos al Congreso, aunque sin especificar cuándo. La hoja de ruta de Moncloa es "agotar" la legislatura, pese al portazo de Junts.

¿En primavera?

Eso sí, todos los indicios de las últimas semanas han llevado tanto a los aliados parlamentarios, como a Sumar, socio minoritario de la coalición e, incluso, a parte del propio PSOE a concluir que Sánchez está preparando el terreno para unas elecciones en primavera.

Las fuentes se dividen entre que ésa sea su intención, para evitar una mayor sangría de apoyos y frenar algunas de las investigaciones judiciales. Antes de que le estallen juicios como el de su hermano, el de su esposa, los de José Luis Ábalos, Koldo García y Víctor de Aldama, el de la llamada fontanera Leire Díez, o el todavía secreto caso Hidrocarburos.

Otras fuentes creen que Sánchez, efectivamente, quiere agotar hasta 2027, pero quiere estar preparado por si no puede aguantar en el poder. La oleada de casos judiciales y el bloqueo total en las Cortes, una vez perdido el apoyo de los cuatro diputados de Podemos y, ahora definitivamente, de los siete de Junts, podrían ser demasiado.

Es cierto que fuentes cercanas a Junts admiten que Puigdemont no puede arriesgarse a forzar una caída de la legislatura antes de que el Tribunal Constitucional resuelva sobre su recurso de amparo en referencia a la aplicación de la Ley de Amnistía.

Pero también es seguro que Junts no se puede permitir que las municipales, previstas para la primavera de 2027, sean antes que las generales, en un principio previstas para el verano posterior: Aliança Catalana le está haciendo mucho daño a nivel local.

De ahí que, aunque también los prometió en los dos últimos años y finalmente ni siquiera los presentó, Sánchez se apreste a presentar unos Presupuestos con mucho gasto social.

Le servirían esas cuentas de argumento electoral una vez que sean rechazados con los votos del PP, Vox y Junts, con enmiendas a la totalidad que triunfarían sin remisión.

Pelea Junts-Moncloa

Ha pasado "una semana desde que la militancia de Junts validó la decisión de la Ejecutiva" de romper con el Gobierno de Sánchez "por todos los incumplimientos de los acuerdos alcanzados" y por "la desconfianza total" en que vaya a cambiar de actitud, anunció Nogueras.

Y en este tiempo, "deberían haber comparecido para explicar a la ciudadanía cómo pretenden continuar la legislatura sin mayoría para aprobar nada", argumentó.

Pero en Moncloa aseguran que, pese al portazo de Junts, continuarán adelante con sus planes y que la idea sigue siendo la de presentar los Presupuestos. No especifican cuándo, pero fuentes gubernamentales aseguran que su hoja de ruta es de "agotar" la legislatura.

La oferta del Gobierno a Puigdemont es "mantener su disposición abierta al diálogo y al entendimiento".

Y no sólo Moncloa se mueve. También sus socios. Desde IU, integrados en Sumar, han propuesto este jueves una reforma fiscal de cara a los Presupuestos, con la que proponen recaudar 111.000 millones adicionales.

La estrategia no es nueva. En 2019, Sánchez ya disolvió las Cámaras tras ver cómo ERC y PDeCAT no retiraban las enmiendas a la totalidad de sus presupuestos. Unas cuentas que Sánchez definía entonces como "históricas" y "sociales".

Ahora, Moncloa podría repetir la misma estrategia tras el "veto activo" de Junts.

Los de Puigdemont solo salvan cuatro leyes ya en tramitación, porque fueron pactadas antes de la ruptura. También la de Movilidad Sostenible, que está en el Senado y el real decreto sobre enfermos de ELA.

Y Moncloa ve ahí margen también para sacar alguna norma más, como el real decreto de ayuda a las víctimas de la dana.

La despedida

La rueda de prensa cogía por sorpresa al Gobierno. De hecho, el principal negociador del Gobierno durante estos últimos meses, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, había elogiado este pasado lunes el cierre de conversaciones con Puigdemont, que se produjo en un almuerzo "cordial".

"Hasta eso es importante preservarlo", añadía al alentar una vuelta a la mesa de negociaciones. Para el expresidente, la experiencia fue "extraordinariamente positiva" porque le ha permitido "entender cosas del catalanismo y del independentismo".

Pero el poso es otro en Waterloo. El líder independentista dejó clara su hoja de ruta, por boca de su activista más dura en Madrid: "Lo que hace Junts lo sabe todo el mundo", sentenció Nogueras. "La pregunta es: ¿qué hará el Gobierno de Pedro Sánchez?".

Así, mientras el presidente sigue adelante aparentando calma y prepara unos Presupuestos derrotados de antemano, el Congreso vive la legislatura más bloqueada y sin apoyos de la Democracia. Al desenlace electoral, salvo giro imprevisible, sólo queda confirmar si la unidad de medida es de semanas o meses.