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El expresidente Felipe González ha afirmado que la decisión de Pedro Sánchez de no adelantar las elecciones por temor a una victoria de la derecha es "un argumento antidemocrático". Ese motivo, según él, no puede justificar prolongar la legislatura hasta 2027.

En una entrevista en Antena 3, el exdirigente socialista ha defendido que en una situación de debilidad parlamentaria él "indudablemente habría convocado elecciones". 

"Me asombra escuchar que no se convocan elecciones porque las va a ganar la derecha. Yo no sé quién va a ganar. Ese argumento es antidemocrático", ha recalcado González. 

Sánchez ha reiterado en numerosas ocasiones que agotará la legislatura y que "las elecciones son cada cuatro años".

En junio defendió que España "vive uno de sus mejores momentos de las últimas décadas" y que no se debe "romper la estabilidad" para ponerla "en manos de la peor oposición", en referencia a Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal.

Fiscal general

Preguntado por la situación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, González ha asegurado que en su lugar habría dimitido al estar procesado. Ha matizado, sin embargo, que le ha parecido correcto que asistiera al acto de apertura del Año Judicial.

"No hay ninguna razón institucional para que, no habiendo dimitido y con la presunción de inocencia, se ausentara de ese acto", ha dicho. También ha señalado como "anomalía" la ausencia de Feijóo en la ceremonia, calificándola de "error".

González también se ha referido a las críticas de Sánchez a "algunos jueces" que hacen política, alertando que cuando "los políticos judicializan la política" y lo que no ganan en las urnas "lo llevan a los tribunales" finalmente acaban porque "la justicia se politice".

Eso sí, ha sostenido que esa realidad no justifica que se pueda decir que "hay algunos jueces que hacen política", porque solo señala a "los que no te gustan". "¿Algunos jueces hacen política? Yo no estoy de acuerdo con esa expresión", ha zanjado.

En cuanto a la guerra en Gaza, González ha pedido diferenciar a Israel del Gobierno de Benjamin Netanyahu. A su juicio, "si alguien está propagando sentimientos antisemitas en la opinión pública mundial" es el presidente israelí.

El exmandatario socialista, que reconoció a Israel en 1986 y estableció relaciones diplomáticas, ha subrayado que nunca rompería esos vínculos, aunque ha pedido que se estudie seriamente si lo ocurrido puede calificarse como "genocidio".