Finalizada la Semana Santa y en plena Pascua de Resurrección, el presidente del Gobierno inicia este lunes su gira por Oriente Próximo, donde se celebran en este momento las fiestas del Ramadán. Pedro Sánchez, durante tres días, visitará tres países: Jordania, Arabia Saudí y Qatar. La misión principal es plantear una solución al conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás. 

Concretamente, el jefe del Ejecutivo mantendrá encuentros institucionales con el rey jordano, Abdalá II; con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, y con el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani. 

Ante todos ellos, defenderá dos cuestiones: la creación de un Estado palestino que conviva con el israelí y un alto al fuego en la Franja de Gaza, para permitir la entrada de ayuda humanitaria. 

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Desde que estallara el conflicto palestino-israelí, el Gobierno se ha posicionado a favor de la creación de dos Estados que convivan entre sí como única solución viable. Como adelantó EL ESPAÑOL, la intención de Sánchez es que el Congreso de los Diputados, antes de que termine el año, apruebe una resolución para reconocer el Estado palestino.

Se trata de una promesa que lanzó en su discurso de investidura y que trasladó al último Consejo Europeo, donde él y sus homólogos de Irlanda, Malta y Eslovenia se comprometieron a impulsar ese reconocimiento del Estado palestino. 

Choque con Israel

De forma previa a este viaje oficial, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se trasladó a Jordania y Qatar para ratificar la posición española ante la situación en Gaza. Una línea que ha sido aplaudida por los países árabes, pero que le ha costado a España los reproches de Israel. 

Poco después de estallar el conflicto el 7 de octubre, día Hamás atacó en territorio israelí, Sánchez ya acudió a una cumbre internacional en Egipto. Después, en noviembre, con el primer ministro belga, viajó a Israel, Palestina y Egipto. Entonces mantuvo entrevistas con las principales autoridades de los tres países. 

Esa gira concluyó con una choque diplomático, ya que Israel, como consecuencia de las palabras de Sánchez reclamando el respeto al derecho internacional, decidió retirar a su embajadora en Madrid. 

Además de la situación en la región, con el conflicto entre Israel y Hamás como asunto principal; Sánchez también abordará otras cuestiones con Arabia Saudí y Catar. 

En su reunión con el príncipe saudí, el presidente, con toda seguridad, hará mención a la decisión del grupo saudí STC de comprar el 9,9% de Telefónica. Una operación con la que el gobierno español respondió anunciando una compra del 10% de la compañía, para salvaguardar su capacidad estratégica. 

En Qatar, mientras tanto, Sánchez hablará de las inversiones que este país tiene previstas en España en los próximos años. Recientemente, el emir Al Thani aseguró que la cifra de negocio alcanzaría los 5.000 millones de euros.