El Rey ha encargado a Pedro Sánchez que intente formar Gobierno, tras el fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. El reloj de la democracia ya está en marcha y sonará la alarma el 27 de noviembre: si no hay un presidente investido, se disolverán las Cámaras y Felipe VI convocará elecciones repetidas para el 14 de enero.
El actual presidente en funciones llegó a Zarzuela asegurando que, de momento, tiene sólo 121 votos, los de los diputados del PSOE. Y ha ocultado sus negociaciones hasta ahora, alegando que era "el momento de Feijóo".
Pero hay, al menos, cuatro personas que ya han estado negociando en su nombre para lograr que el PSOE permanezca en el poder. Los nombres de tres de ellos son conocidos y hasta lógicos: Félix Bolaños, María Jesús Montero y Santos Cerdán. El cuarto, hasta ahora, era un secreto que hoy puede desvelar EL ESPAÑOL: el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Bolaños
El ministro para todo del presidente en funciones es, al mismo tiempo, titular de la cartera de Presidencia y de Relaciones con las Cortes y miembro de la Ejecutiva del PSOE. Su labor en este último mes y medio -desde que regresó antes de tiempo de las vacaciones- ha sido la del jefe negociador, en consonancia con el nombre de su departamento.
Bolaños ha contactado con los portavoces de los grupos parlamentarios para conocer sus demandas. Primero, para asegurar la presidencia del Congreso para Francina Armengol. Segundo, para garantizar la investidura de Sánchez.
El ministro en funciones se ha encargado, esencialmente, de abrir camino con Junts y Esquerra, "cerrar acuerdos" con PNV y Bildu, y atender las peticiones del BNG. Además, suya ha sido la interlocución principal con Sumar, el partido instrumental de Yolanda Díaz, que este mismo lunes lamentaba que "las negociaciones están estancadas" y que está "lejos del acuerdo".
Montero
A la vez, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, el trabajo de Montero ha consistido, sobre todo, en escuchar las demandas económicas de cada uno de los posibles socios.
Sánchez quiere lograr un acuerdo con sus eventuales socios que incluya, además de la investidura y sus contrapartidas, un compromiso para que le aprueben los Presupuestos del año 2024. Así se garantizaría al menos dos años de estabilidad, en una legislatura que se presenta especialmente "ingobernable" por la aritmética parlamentaria, tal como admiten fuentes del PSOE.
Pero es que, además, se da la circunstancia de que la mayoría de ellos son formaciones territoriales, nacionalistas o independentistas. Y sus intereses crematísticos tienen que ver con la financiación autonómica, pretendidas "deudas históricas" del Estado con sus Comunidades y peticiones de condonación de la deuda que sus Gobiernos regionales mantienen con el Estado, sobre todo a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
Cerdán
Por su parte, Santos Cerdán ha coordinado los trabajos desde la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz. El secretario de Organización y diputado ha permanecido en contacto con las federaciones territoriales del partido para que los mensajes de Madrid y cada autonomía tuviesen coherencia. No sólo en la forma, sino en el contenido, escuchando qué es lo que el PSOE de cada región entiende como más conveniente.
Además, suya ha sido la labor de tratar de prevenir incendios en las CCAA menos proclives a aceptar la amnistía que Sánchez negocia para Carles Puigdemont y el resto de implicados en el procés. Precisamente, este martes en el que Sánchez ha recibido el encargo del jefe del Estado se cumplen seis años del discurso del Rey, que sirvió como acicate político para frenar al separatismo y activar tanto la aplicación del artículo 155 de la Constitución como la vía penal a los líderes del golpe separatista.
Zapatero
Por último, José Luis Rodríguez Zapatero ha sido el encargado directo de Sánchez para liderar los contactos específicos con el independentismo catalán. Concretamente, el expresidente, junto a su equipo más cercano, ha sido quien ejerció (y ejerce) de intermediario entre Moncloa y Waterloo. Así lo confirman a este periódico fuentes tanto del Gobierno y como del independentismo.
Ya hace casi un mes que Jaume Asens, otro personaje clave en esta parte de la negociación, deslizó su nombre como la persona que podría encarnar la figura del "garante internacional" que exigió Puigdemont en su conferencia del 5 de septiembre en Bruselas.
Asens es hoy asesor directo de Díaz, fue presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos y, antes, abogado y amigo de Puigdemont. De hecho, fue una de las personas que lo ayudó a escapar de España en el maletero de un coche, hace seis años.
Semanas antes de que lo hiciera Asens, este diario ya había publicado una entrevista con el director del diario independentista El Nacional, en la que José Antich elogiaba su figura y ponía su nombre "como el mejor interlocutor posible, hoy en día, entre Sánchez y Puigdemont".
Ahora, Zapatero ha sido encargado por Sánchez para que lidere junto a él una campaña pública para explicar las ventajas de la amnistía a Puigdemont, precio inicial de los siete votos a favor de Junts que precisa el presidente en funciones para seguir en Moncloa.