Que Pedro Sánchez iba a abrir la campaña electoral en la Casa Blanca se sabía. Lo que nadie se esperaba es que ETA y sus asesinos fueran a ser los protagonistas de la rueda de prensa de la primera y triunfal visita del presidente del Gobierno al presidente Joe Biden en Washington DC.

Después de 48 horas, por fin, el Gobierno dijo algo sobre los 44 candidatos condenados por terrorismo que EH-Bildu, uno de sus socios preferentes en la legislatura, presenta a las municipales del 28-M: "Hay cosas que serán legales, pero son indecentes", se ha limitado a decir Sánchez... que, aunque ha sido preguntado expresamente sobre ello, no se ha atrevido a vetar a la coalición 'abertzale' como socio político.

Minutos antes, y sentado junto a la chimenea del despacho oval, el presidente del Gobierno subrayaba este viernes en la Casa Blanca ante Biden, la "excelente" relación bilateral que mantienen los dos países... aunque habría que decir los dos gobiernos, porque el presidente español se ha trabajado a fondo la recuperación del vínculo Madrid-Washington: "Somos aliados, amigos y socios estratégicos", recalcó. Además, elogió al líder estadounidense: "El mundo necesita un presidente comprometido en buenas luchas, un ejemplo como usted", apuntaba. 

Pedro Sánchez atiende a los medios a la salida de su reunión con Joe Biden, en la Casa Blanca. Moncloa

Sánchez quería hablar de tres cosas: Ucrania, los desafíos multilaterales sobre la revolución digital -la regulación de la Inteligencia Artificial, por un lado; inversiones estadounidenses en semiconductores, la transición verde y las nuevas energías limpias- y la presidencia española del Consejo de la UE, en el segundo semestre de 2023.

Y dentro del despacho oval, se supone, logró hacerlo. De hecho, fuentes de la delegación presente en la reunión destacaron a este periódico que la cita había ido "muy, muy bien". Más de tres cuartos de hora de bilateral, los dos presidentes mano a mano, y casi el mismo tiempo, después, con las delegaciones respectivas. 

Pero a la salida, en su rueda de prensa en solitario, de las sólo cinco preguntas que atendió Sánchez, dos se centraron en el asunto que menos quería abordar: lo de su socio preferente, EH-Bildu. Esa parte sustancial de la llamada "mayoría de investidura", que ha desafiado la "decencia" eligiendo a 44 terroristas para sus listas electorales de las municipales, autonómicas y también forales, en los territorios históricos vascos. 

"Tenemos una posición muy clara", dijo Sánchez, visiblemente molesto, aunque preparado para el discurso. "Hay cosas que pueden ser legales, pero no son decentes y ésta es una de ellas. Lo único que aportan estas personas a la vida pública es el perdón, la reparación y el arrepentimiento".

La decisión de EH-Bildu "merece el mayor de los reproches", para Sánchez. "Y eso hago como presidente del Gobierno".

Después de marcar esta posición, con los ojos entrecerrados por el sol, que le daba en la cara en el desangelado escenario que le brindó la Administración Biden para atender a los medios, la repregunta era evidente. Y la hizo el siguiente periodista con turno de palabra: "¿Se replantea usted su relación con Bildu?".

Pero el presidente español se salió por la tangente: "Lo más importante es que hace doce años que la democracia española derrotó a ETA. Y la labor de todos los responsables políticos debe ser reconocer y respaldar a las víctimas del terrorismo".

Hace cuatro años, sí repitió "hasta la saciedad", que no pactaría con Bildu "nunca", en una entrevista antes de las elecciones del 10-N de 2019; pero esta vez ni esa respuesta sería creíble, ni tampoco quiso ofrecer esa baza a la oposición. Alberto Núñez Feijóo había clamado, horas antes desde Toledo, que votar a Sánchez es lo mismo que votar a los abertzales

El presidente no quiso entrar en el intercambio de golpes, para no dar más cancha a titulares que se desviaran de la importancia de su cita con Biden. Pero sí sugirió cosas: "Siempre hemos trabajado por unidad de los demócratas. Lo hicimos cuando existía ETA y nosotros seguimos ahí". 

Antes de cerrar el tema, y de dejar a los periodistas estadounidenses sin la oportunidad de preguntar en inglés" -como reclamaban con cierta desesperación mientras Sánchez se subía a un todoterreno que llevaba, al menos, 18 minutos en marcha esperándole-, el presidente español insistió en su "absoluto compromiso en el apoyo, el reconocimiento a las víctimas y su eterno recuerdo". 

En el despacho oval

El éxito de la reunión en la Casa Blanca entre Biden y Sánchez habrá que medirlo con el tiempo, más allá de la valoración (interesada) del equipo de Moncloa.

De ella salieron varios acuerdos: el ya firmado sobre los dos nuevos destructores que mandará EEUU a Rota; el "innovador" pacto de migración que traerá a España a solicitantes de asilo que EEUU no pueda asumir y que encajen con "las necesidades del mercado laboral" de nuestro país; el de igualdad de la lucha por los derechos LGTBI, signado el día anterior por José Manuel Albares y Antony Blinken; y uno llamativo por el que la Agencia Espacial Española participará en el proyecto Artemis, que pretende volver a poner seres humanos en la luna.

Pedro Sánchez, junto a José Manuel Albares, y Joe Biden, con Antony Blinken, y las dos delegaciones, en el despacho oval. Moncloa

Sentado ante la chimenea junto a Biden, el mandatario español destacó además los "valores comunes" que unen a España y Estados Unidos al comenzar su reunión con el mandatario estadounidense en el despacho oval. 

"Es la primera vez que un presidente habla de democracia en el despacho oval", apuntaban fuentes de Moncloa, señalando el elogio que Sánchez había hecho a Biden por su defensa del sistema democrático durante el asalto al Capitolio de enero de 2021. "Ha habido complicidad, reconocimiento y respeto".

Al inicio de la reunión, Biden agradeció a Sánchez su cooperación y liderazgo con Ucrania, en el contexto de la invasión de Rusia. Además, señaló que ambos países afrontan el reto de la migración y aseguró que trabajarán con España durante la Presidencia de la UE que comienza en julio.

A este respecto, Sánchez insistió, según las fuentes, en la colaboración de la UE con EEUU para la reindustrialización y la "profundización de las relaciones geopolíticas" entre la UE y América Latina. Ya a nivel bilateral, ambos coincidieron en los "intereses compartidos" de Washington y Madrid respecto a "la democracia, la prosperidad y la migración regular" en Centroamérica y el cono sur. 

Joe Biden y Pedro Sánchez, al inicio de su reunión en el despacho oval.

El presidente de Estados Unidos también agradeció a Sánchez el acuerdo para aumentar de 4 a 6 los destructores en la base militar de Rota, firmado esta misma semana por el Ministerio de Defensa. "El compromiso compartido en defensa", dijo Biden, "es remarcable, como se ve en el liderazgo español ante el desafío en Ucrania", insistió "y los principios de la libertad, amenazados en muchas partes del mundo".

La cita entre ambos mandatarios se agendó para repasar los distintos aspectos de las relaciones. Después de la firma de la declaración conjunta entre Sánchez y Biden, en Madrid, en junio de 2022, ambos se emplazaron a "una reunión más larga", porque "tenemos mucho de qué hablar", tal como bromeó entonces y este viernes el líder estadounidense. Ambos repasaron los avances que se han hecho en estos últimos meses y cómo poder seguir estrechando la colaboración en otros de cara al futuro.

Previamente, Biden había dado la bienvenida a Sánchez a través de su cuenta de Twitter. El líder estadounidense calificó a Sánchez de "socio y aliado" en la OTAN, y ha asegurado que espera "profundizar los lazos históricos" que mantienen ambos países.

"Hoy me enorgullece dar la bienvenida a la Casa Blanca a nuestro socio y aliado, el presidente de España, Pedro Sánchez", ha escrito el mandatario estadounidense en un mensaje en Twitter, a unos minutos de recibir en Washington al presidente español. "Espero profundizar los lazos históricos entre nuestras naciones", ha deseado Biden en la misma publicación de redes sociales.

A su llegada a Estados Unidos, la noche anterior, el presidente del Gobierno entregó la Gran Cruz de Isabel la Católica a la histórica dirigente del Partido Demócrata Nancy Pelosi, de quien destacó su labor "crucial" en la defensa de las relaciones transatlánticas que hoy son "más fuertes que nunca".