La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha presumido este jueves en la sede de la ONU, en Nueva York, de la agenda feminista del Gobierno de España. Montero ha hablado durante seis minutos con ocasión del debate general de la 67ª edición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW).
La ministra española ha asegurado que el movimiento feminista es el "motor" principal de los avances democráticos en todo el mundo "pese a las agresivas resistencias que se le oponen".
Pero sobre todo ha destacado la labor que el Gobierno de coalición ha desarrollado estos años en medio de una situación adversa, marcada por la pandemia y la guerra de Ucrania: "España ha respondido a estas crisis fortaleciendo la capacidad protectora del Estado, subiendo el salario mínimo interprofesional, protegiendo los salarios durante la pandemia, interviniendo el mercado de la vivienda y de la energía, aumentando la inversión económica en la lucha contra todas las violencias machistas, implementando políticas públicas de conciliación e imponiendo impuestos a las grandes fortunas para sostener los servicios públicos".
También ha ponderado la puesta en marcha del servicio de atención especializada a las víctimas de violencia de género, el 016, que incluye la vía WhatsApp para que las mujeres acosadas tengan más opciones a la hora de escapar al control de su maltratador.
La visita de Irene Montero a la sede de la ONU se produce sólo un día después de la celebración del 8-M, el último al que ella asisitirá como ministra. En Madrid quedó patente la desmovilización: acudieron sólo 27.000 personas, 30.000 menos que en 2022, cuando aún había restricciones por el Covid.
Irene Montero ha aludido también durante su intervención en Nueva York a los derechos de las personas trans, que ha ligado al movimiento feminista. Precisamente la asunción de esa tesi es lo que ha llevado a una fractura del feminismo en España y a que el 8-M hubiera convocadas en muchas ciudades dos manifestaciones separadas.
La ministra de Igualdad ha reivindicado a las mujeres como "hacedoras de paz y sostenedoras de la vida y del bien común" y ha hecho un llamamiento para que se respeten en todo el mundo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Por último, se ha referido a la necesidad de incluir la perspectiva de género en el área de la tecnología: "Necesitamos una economía feminista, digitalización e innovación tecnológica que sirva para la disminución de las desigualdades y la redistribución de la riqueza y mucha educación en igualdad".