Xavier García Albiol (Badalona, 1967) vive este otoño días "muy duros" personal y políticamente, como el aún alcalde de Badalona admitía en una rueda de prensa este viernes, tratando de contener las lágrimas. Su segunda etapa como primer edil de su ciudad natal tocará a su fin el próximo 8 de noviembre, cuando prospere la moción de censura presentada este viernes por la oposición municipal, después de que el regidor apareciese en los llamados "Papeles de Pandora" por haber tenido un poder de una sociedad de Belice, un pequeño paraíso fiscal de Centroamérica.

El socialista Rubén Guijarro tomará el bastón de mando, pero Albiol ya ha anunciado batalla para las elecciones de 2023, dando por supuesto que volverá a ser el candidato del PP.   

Gracias precisamente a otra moción de censura -fruto de que al anterior alcalde socialista le detuvieron por haber conducido borracho y agredir a dos mossos- Albiol volvía el año pasado a la alcaldía que ocupó desde 2011 a 2015 y que le propulsó a ser el candidato del PP catalán en las autonómicas de 2015 y 2017, cuando tuvo que acudir al rescate de un partido, el suyo de siempre, seriamente amenazado de desaparición ante el auge de Ciudadanos, que en la segunda de esas citas lograría con Inés Arrimadas el hito de la victoria en las elecciones en Cataluña.

Como él mismo relataba a principios de 2020, en una singular entrevista en Youtube con el portavoz de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, tras su renuncia a la presidencia del PP catalán, en 2018, podría haber recalado en las listas de los populares tanto al Parlamento Europeo como al Congreso de los Diputados en 2019. "Y no quise ir ni a un sitio ni a otro" afirmaba en el programa La Fábrica del político independentista. Una forma de reafirmar su compromiso con Badalona, la tercera ciudad de Cataluña, al que ahora se agarra más que nunca, cuando su ya dilatada trayectoria política corre serio riesgo de descarrilar.

Albiol declaró hace unas semanas a El País, tras la publicación en ese diario de los "Papeles de Pandora", que su participación en la sociedad de Belice se produjo en 2005 ante la expectativa de poder hacer negocios con un grupo de amigos y gracias a sus contactos en países al otro lado del Atlántico. Pero matizó que "se trata de una sociedad que, en ningún momento, me ha dado rendimiento económico o incremento de patrimonio. No he cobrado ni un euro" concluía.

Xavier García Albiol, durante su rueda de prensa del viernes. EFE

Además de este asunto, pende sobre él desde principios de octubre el procesamiento abierto por un juez por haber tolerado presuntamente, durante su primer mandato en el Ayuntamiento barcelonés, la instalación ilegal de antenas de telefonía móvil en una comandancia de la Guardia Civil, que pertenecían a Telefónica y Vodafone. Un asunto del que Albiol se declaró inocente en su declaración ante el juez en julio de 2020, cuando dijo que se trataba de cuestiones "técnicas" que no llegaron a su conocimiento. 

Un cartel inmejorable

Al margen de estas cuestiones, y si consigue que no entorpezcan en su candidatura para 2023, Albiol presenta un cartel inmejorable para su partido en el único territorio catalán de importancia donde los de Pablo Casado pueden aspirar a gobernar. Las cifras de Albiol, que parece tener tomada la medida a Badalona, son absolutamente estratosféricas para el PP, aquejado desde hace tiempo de una crisis en el territorio catalán que se agravó este mismo 2021 tras el sorpasso de Vox en las elecciones autonómicas. 

Albiol, casi al modo, salvando las distancias, de dos grandes activos electorales del PP como el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, o la madrileña, Isabel Díaz Ayuso, puede presumir de superar con creces el 30% del voto, y de aumentarlo en algunos barrios badaloneses incluso hasta el 50%. Se trata de un capital político que el PP tendría difícil dilpapidar y que, como ya se rumoreó hace dos años y dio cuenta de ello EL ESPAÑOL, podría incluso permitirle presentarse como independiente. Esa de momento hipotética operación podría crear un importante cisma en el PPC. Albiol en solitario, a imagen y semejanza de que lo que hizo en su día Francisco Álvarez Cascos en Asturias, tendría garantías de obtener un buen resultado e incluso de poder volver, por tercera vez, a la alcaldía. 

Junto a Pedro Sánchez y al ex presidente popular de Extremadura, José Antonio Monago, García Albiol es el político español que mejor conoce de cerca al ex jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Iván Redondo. Con él, hacia el que siempre ha tenido buenas palabras, diseñó en 2011 su asalto a Badalona. La ciudad en la que creció junto a sus padres. Su padre era un andaluz de Almería que en los sesenta emigró a Cataluña, como tantos en aquella época, y conoció a la madre del dirigente popular, una peluquera de Barcelona. El pequeño Albiol se crió en el barrio de La Morera y, gracias en parte a sus dos metros de estatura, llegó a jugar en las categorías inferiores del mítico equipo de Baloncesto Joventut, conocido popularmentre como "la Penya". 

Albiol, junto a Casado y Alejandro Fernández. EFE

Redondo le asesoraba cuando saltó a la palestra el polémico lema "Limpiando Badalona", que conociendo la biografía de Albiol tenía un cierto tinte freudiano. Su padre era conductor de camiones, y como tal ejerció tanto en Mataró como en Badalona, aunque fue en esta última ciudad donde, gracias a esa profesión, consiguió una plaza de funcionario municipal, precisamente como conductor de camiones de la recogida de basuras.

Los Albiol limpian Badalona

El hijo de aquel camionero que hacía la ronda nocturna proponía a los badaloneses realizar parecida tarea, pero desde el bastón de mando municipal. La campaña le valió una acusación judicial por xenofobia de la que se salió exonerado. Él siempre negó que el lema que acompañaba uno de sus carteles electorales tuviese que ver con la inmigración, sino, explicó ya en 2015, con el "incivismo" y la "delincuencia".

Recientemente, en su reaparición televisiva en La Sexta con Jordi Évole, Redondo trataba de desvincularse de aquella campaña. "Yo asesoré a Xavier García Albiol en 2011 y conseguimos que durante varios años se hablara del problema de la seguridad en Badalona" afirmó el célebre gurú, quien preguntado sobre si volvería a realizar una campaña como esa lo negó porque, dijo, "yo tengo mi propia ideología". 

Aunque ya en 2010, cuando ejercía la oposición municipal al entonces alcalde, Jordi Sierra, del PSC, arremetía contra el regidor por "esconder la cabeza debajo del ala", afirmaba gráficamente, ante el problema de parte del colectivo gitano-rumano que, a su juicio, se había instalado en muchas zonas del extraradio de Badalona, como el barrio de San Roque, para "delinquir y robar". Si bien dijo también que muchos de esos rumanos eran personas honradas que habían "llegado a Badalona a trabajar". 

Una década después de aquel asalto municipal que cimentó su leyenda política, y en su otoño más amargo, Xavier García Albiol se aferra a su feudo de Badalona para evitar la que podría ser su definitiva caída política. En 2019, y pese al pésimo momento electoral que vivía el PP, el año en el que a punto estuvo de ser sorpasado por Ciudadanos en toda España, supero incluso en cuatro puntos porcentuales su resultado de 2015, aunque se quedó a tres concejales de la mayoría absoluta.

Dado que cada vez le quedan menos amigos en la coporación municipal que en dos semanas le arrebatará el bastón de mando, tendría que aspirar a una mayoría absoluta para comenzar su tercera etapa como alcalde. En la citada entrevista sui géneris con su antagonista Rufián, y en una rueda de preguntas donde se le planteaban nombres propios, al aparecer el suyo propio no tuvo dudas: "¿Albiol? El mejor alcalde de Badalona".      

       

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