Dos de los principales grupos del Congreso de los Diputados, y dos de los principales representantes de los mismos, protagonizaban este martes sendos episodios de enfrentamientos con los medios de comunicación. Y llueve sobre mojado. Vox y Podemos volvían a hacer del señalamiento y el encontronazo con los periodistas, y del desprecio a los mismos, una seña de su manera de hacer política.

Justo cuando los informadores van recuperando espacio físico en la sede de la soberanía popular, después de las restricciones que en el último año ha impuesto la pandemia, los representantes de los medios de comunicación se encontraban con otros problemas ajenos a las medidas sanitarias. Los derivados de actitudes como las que mostraban la secretaria general de Vox, Macarena Olona, y el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique

La primera se encaraba con una periodista en la mítica 'M-30', el pasillo que rodea al Hemiciclo, para abroncarla delante de todas las cámaras, en una actitud que parecía espontánea pero que en realidad era más medida y que luego vitoreaban sus compañeros de partido en las redes. El segundo se permitía, en la sala de prensa principal del edificio que alberga el Parlamento español, justo al lado de un pasillo en el que se homenajea a grandes cronistas parlamentarios de nuestra prensa como Josep Pla, Julio Camba o Wenceslao Fernández Florez, decir quién es o no periodista.

Ambos se valían de esas triquiñuelas para eludir cuestiones espinosas. Olona hurtaba explicaciones sobre el hecho de que uno de los diputados a su mando, José María Sánchez García, hubiera insultado durante el pleno, llamándola "bruja", a la diputada socialista Laura Berja.

Echenique evitaba pronunciarse sobre la presencia en España del 'Pollo Carvajal', el ex jefe de los servicios secretos venezolanos de Hugo Chávez, una circunstancia que reabre las sospechas sobre la financiación de la formación morada.

Pablo Echenique, en el Congreso. EFE

Al portavoz morado le había preguntado Josu Bárcenas, del canal de YouTube Estado de Alarma. Echenique no solo se negaba a contestar sino que negaba la condición de periodista de su interlocutor, afirmando que contestarle sería una "falta de respeto" para el resto de informadores que se encontraban en la sala de prensa.

Ante esta situación, el corresponsal político de Onda Cero, José Ramón Arias, salía de su estudio hacia la sala de prensa, pedía la palabra y exigía a Echenique que contestase la pregunta de su compañero. Algo que el portavoz de Unidas Podemos, ante la actuación de uno de los más veteranos periodistas parlamentarios de España, sí hacía, asegurando que todo responde a "informaciones de la cloaca". 

"Bruja" 

El pleno de la tarde quedaba enseguida marcado por el incidente protagonizado por el diputado de Vox, José María Sánchez García, expulsado de la sesión por el vicepresidente de la Cámara Baja, el socialista Alfonso Gómez de Celis (quien en ese momento sustituía a la presidenta Meritxell Batet) tras su insulto a la diputada Berja. La parlamentaria defendía en ese momento desde la tribuna de oradores la posición de su grupo para introducir en el Código Penal la penalización del acoso a las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción voluntaria del embarazo.

El diputado Sánchez, respaldado como podía verse por la dirección de su grupo parlamentario, se aferraba a su escaño negándose a abandonar el pleno, pese a que Gómez de Celis le había hecho las tres advertencias que, según el Reglamento, suponen la expulsión.

Finalmente el pleno seguía tras haberse suspendido diez minutos, y el parlamentario de Vox, tras habérselo solicitado de nuevo la presidencia, se retractaba de su insulto, aunque a medias, diciendo que "retiro que la he llamado bruja". Horas después, en Twitter, la socialista Berja decía "somos las nietas de las brujas que nunca pudisteis quemar" y aseveraba que "la defensa de los derechos de las mujeres no hay insulto machista que la frene". 

Aunque lo ocurrido dentro de la sesión terminaba dando pie al incidente fuera de la misma de Olona con la prensa. La dirigente del partido liderado por Santiago Abascal atendía primero a los medios en el pasillo, donde criticaba la actuación del vicepresidente del Congreso, al que acusaba de no haber "aplicado el Reglamento correctamente" ya que, a su juicio, "se interpreta flexiblemente" cuando, decía, son los diputados de Vox los que reciben insultos.

Pero ante la pregunta sobre qué le parecía la invectiva de su compañero en concreto daba las "gracias" a los periodistas y se escapaba, algo habitual dentro del toma y daca de políticos y periodistas. Apenas minutos después, como también es habitual, Olona regresaba al Hemiciclo y se encontraba de nuevo con los periodistas. Entonces, la reportera de La Sexta, Cristina Pérez, reiteraba su pregunta sobre el hecho de que un diputado de Vox hubiera llamado "bruja" a una socialista.

Olona, que había entrado con una persona de su equipo que la iba grabando con el móvil antes de que se produjera el incidente, pasaba de largo por uno de los pasillos laterales, pero a los pocos segundos se volvía para encararse con la periodista, a la que, tuteándola y en tono de bronca, le espetaba en forma de interrogación retórica: "¿Has hecho esta misma pregunta cuando a mí me han agredido, en este Congreso de los Diputados y en este pleno, llamándome fascista, a esta distancia y con riesgo de agresión? Te estoy preguntando de manera directa, quiero una contestación: sí o no". La periodista contestaba que "la periodista soy yo, señora Olona". La diputada de Vox, afirmaba entonces que "no quieres contestarme, tu silencio es muy elocuente" y volvía a perderse por el pasillo.

El equipo de redes de Vox, siempre al quite, no tardaba en difundir el incidente. "Macarena leona es mucho más Macarena" tuiteaba con orgullo el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. Olona se había referido al insulto de "fascista" que, recientemente, le profirió durante un pleno, muy cerca de su escaño, una diputada de ERC.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, que por la mañana había condenado la actitud de Echenique, hacia lo propio después con la de Olona. "Siempre en defensa de la libertad de información. Basta de amedrentar o señalar a periodistas. Unos y otros" afirmaba el también diputado por Málaga. El portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, comparecía en el patio del Congreso a última hora de la tarde para denunciar la "agresión verbal sin precedentes" sufrida por la diputada de su grupo. 

Podemos, que lleva casi un lustro más que Vox en las instituciones, acumula ya varios episodios de este tipo. En marzo de 2017, cuando el partido morado lo lideraba Pablo Iglesias y era la tercera fuerza del Congreso, gobernando aún Mariano Rajoy, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) emitió un duro comunicado dando amparo a varias profesionales (la mayoría mujeres) que habían denunciado sentirse acosadas por la cúpula podemita.

"Considerados los testimonios y las pruebas documentales aportados por estos periodistas, la APM exige a Podemos que deje de una vez por todas la campaña sistematizada de acoso personal y en redes que viene llevando a cabo contra profesionales de distintos medios, a los que amedrenta y amenaza cuando está en desacuerdo con sus informaciones" decía uno de los fragmentos de ese comunicado que ya entonces levantó mucha polvareda.

Un año antes, varios periodistas se levantaron de un acto de Iglesias en una universidad y una redactora se encaró con él después de que tratase de desprestigiar, haciendo escarnio ante los alumnos universitarios, a uno de los redactores que cubría por enconces la información de Podemos. Vox, por su parte, ha vetado en ruedas de prensa y expulsado de sus grupos profesionales a varios medios, entre ellos EL ESPAÑOL.    

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