La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich (60 años), nació en Tetuán, pero creció en el seno del palacio real alauita. Su padre, Fadel Benyaich, fue el médico personal del rey Hassan II. Y murió a su servicio, en los atentados militares contra la monarquía en 1971, durante la celebración del 42º cumpleaños del monarca en su palacio de verano de Sjirat, en la costa entre las ciudades de Rabat y Casablanca.

De ahí que ese intento de golpe de Estado se conozca como la matanza de Sjirat. Fue una carnicería con un centenar de muertos y alrededor de 200 heridos. Los disparos no alcanzaron a Hassan II, pero sí acabaron con la vida del joven doctor Benyaich, de 37 años, que dejó huérfanos a cuatro hijos -Karima tenía 10 años- y a su viuda Carmen Millán.

Esta andaluza había enamorado al doctor Benyaich en su etapa de estudiante de Medicina en la Universidad de Granada. Posteriormente, la pareja se instaló en Rabat, y él comenzó a trabajar en el palacio real.

Tras su asesinato, Hassan II decidió acogerla a ella y a sus hermanos como parte de su familia. De esta manera, Karima -hoy de vuelta en su país por la crisis de Ceuta- se crio con el actual rey Mohamed VI y sus hermanos. De hecho, es muy amiga de Lalla Hasna, una de las princesas.

Carmen Millán, madre de la embajadora, vivió en una casa de Mohamed VI en Rabat con sirvientes y seguridad militar hasta que falleció hace unos años por culpa del Alzheimer. Se le veía en actos benéficos del Teatro Mohamed VI y presumía de cocinar bien. De hecho, era habitual que acogiera alrededor de una paella a hijos y amigos.

La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, durante una entrevista con El Español. Javier Carbajal

El 'gazpacho familiar'

Un empresario amigo de la infancia contaba como un día, estando a la mesa, llegó Moulay Rachid, hermano de Mohamed VI, para recoger un gazpacho casero: “Se veía que tenían una relación completamente familiar”.

Cuando llegó el momento de la universidad, la actual embajadora viajó a Canadá para estudiar Derecho en Montreal, y un máster en Finanzas y Comercio Internacional. Además, es Doctora Honoris Causa por la Universidad Nova de Lisboa.

De hecho, antes de ocupar su puesto en Madrid en 2018, fue embajadora en Portugal durante una década. Hace tres años, sustituyó en el cargo de máxima responsable diplomática en España a su hermano, Fadel Benyaich. Así se convirtió en la primera mujer al frente de la embajada de Marruecos en España.

Por eso, se le considera como “la princesa diplomática”. “Tiene una memoria increíble, se queda con todos los nombres. Es perfecta para el puesto que desempeña porque además es muy obediente, la que se lleva bien con todos los primos”, detalla a EL ESPAÑOL un empresario en Rabat, conocido de la infancia.

Enfrente, algunos residentes marroquíes en España se quejan de que "es una embajadora que nunca se ha preocupado por el sufrimiento de la comunidad". Sí se hizo la foto junto a las mujeres trabajadoras de los campos de Huelva cuando el año pasado los gobiernos consiguieron repatriarlas desde el puerto Huelva debido al cierre de las fronteras

El periodista Ali Lmrabet asegura que Benyaich tiene un primo hermano que permanece en la cárcel desde hace tiempo. "Hice una entrevista desde su cárcel a un importante jefe de Al Qaeda. Un tuerto, que era su primo hermano. Se lo pregunté en la última pregunta de la entrevista y me lo confirmó", asegura.

Karima Benyaich es una mujer coqueta, que se distingue por su elegancia y gusto al lujo. Siempre con una sonrisa. Destaca por su amabilidad y cortesía, pero al mismo tiempo se le ve una mujer de carácter.

Disfruta de las compras, los cafés y los restaurantes de la Milla de Oro madrileña, y de escapadas a la sierra de Madrid, donde se le ha visto acompañada de un empresario francés. Pero al mismo tiempo, es conocida su faceta solidaria. Al igual que las princesas alauitas, Lalla Salma y Lalla Hasna, apoya a asociaciones de mujeres y de protección a la infancia.

Los últimos seis meses han sido complicados, con dos llamadas a consulta en el ministerio de Exteriores español. La primera en diciembre de 2020, cuando el primer ministro marroquí, Saadeddine El Otmani, hizo unas declaraciones sobre Ceuta y Melilla en una televisión egipcia; y la segunda el pasado 18 de mayo por la crisis diplomática suscitada entre España y Marruecos a partir de la acogida en el hospital de Logroño del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali.

De hecho, su propio ministerio también la convocó de urgencia en Rabat. Y desde el 19 de mayo permanece en Marruecos hasta que, al menos, Ghali abandone el territorio español.

Cuenta con un perfil en LinkedIn como trabajadora del ministerio de Asuntos Exteriores marroquí, donde ha desarrollado el grueso de su carrera profesional. Y aunque tiene doble nacionalidad, ha renunciado a la española para ocupar el cargo de embajadora en nuestro país.

Ha sido condecorada en varias ocasiones. El gobierno de España le entregó la distinción de Comandante de la Orden del Mérito Civil y la Gran Cruz Isabel la Católica; y el Ejecutivo francés le otorgó el título de Oficial de la Orden Nacional del Mérito.

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