Felipe VI será recibido este viernes en Cataluña, adonde acudirá acompañado por el presidente Pedro Sánchez, con la hostilidad institucional y callejera que el nacionalismo catalán suele esgrimir en periodos preelectorales. Periodos en que los dos principales partidos separatistas, ERC y JxCAT, a los que se sumará en esta ocasión Podemos, compiten en antiespañolismo por el voto del electorado independentista

La paradoja está servida. Porque ninguna asociación independentista había convocado protesta alguna el 25 de septiembre pasado, el día de la entrega de los nuevos despachos en la Escuela Judicial de Barcelona a la que el Rey suele asistir cada año. Una evidencia que no impidió que el Gobierno vetara la presencia de Felipe VI por razones "de convivencia", en palabras del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo

Es el revuelo provocado por el veto del Gobierno el que ha provocado la posterior rectificación en forma de nueva visita a Cataluña del Rey para la entrega de premios de la nueva edición de la BCN New Economic Week (BNEW) de hoy viernes. Y es también ese revuelo el que ha excitado a un separatismo que esta vez, y a diferencia de hace dos semanas, sí ha puesto en marcha la maquinaria de las protestas.

Pero hoy, la actitud del Gobierno es muy diferente. "Hay algunos elementos diferenciales respecto al 25 de septiembre. Ya no es 1 de octubre", dijo el pasado lunes Campo, entrevistado por Onda Cero. El ministro se contradijo, sin embargo, poco después: "No es un problema de seguridad del Rey, que estaba asegurada, pero creo que como Gobierno tenemos la obligación de fomentar una mejor convivencia y estoy convencido de que el Rey es el primero que lo quiere".

Hoy, el ministro de jornada –aquél que acompaña al Monarca en sus actos oficiales y que se suele tratar del que tiene mayor relación con el acto en cuestión– será Pedro Sánchez. Algo que no ha impedido a Podemos insistir en sus críticas a Felipe VI durante toda la semana. Lo ha hecho por boca, principalmente, de Ada Colau, Jaume Asens y Gerardo Pisarello

Ambiente caldeado

El acto con el que el Gobierno intenta tender puentes hacia la Corona y dulcificar la mala imagen de hace dos semanas provocará una fricción institucional y callejera en Cataluña muy superior a la que iba a provocar la visita original del Rey. 

El Monarca será recibido con un clima bastante más agresivo que el que se habría encontrado el pasado 23 de septiembre. Felipe VI, cuya visita pretende transmitir una imagen de concordia y estabilidad institucional, será boicoteado este viernes por tres de las principales instituciones catalanas. La Generalidad, el Parlamento autonómico catalán y el Ayuntamiento de Barcelona. 

No recibirán hoy al Rey ni el vicepresidente del Ejecutivo, Pere Aragonès, ni el presidente del Parlamento regional, Roger Torrent, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau"El Rey no es bienvenido en Cataluña", dijo Aragonès este miércoles. Un Aragonès que está dedicando muchos esfuerzos a esquivar la posibilidad de que los votantes independentistas piensen que está intentando usurpar la silla vacía del presidente inhabilitado, Quim Torra

Según ha confirmado la portavoz del Gobierno regional catalán, Meritxell Budó, ningún otro miembro del gabinete acudirá a recibir a Felipe VI. "Tenemos mucho trabajo", ha dicho Budó, desdeñando así la visita del Jefe del Estado y, al mismo tiempo, la del presidente.

Sí ha dejado abierta la puerta Budó a que algún consejero del Gobierno autonómico acuda a alguno de los actos de la BNEW, siempre y cuando no coincida en éstos con el Rey. Algo habitual en Cataluña desde el 3 de octubre de 2017, cuando el discurso del Monarca puso pie en pared frente al procés y forzó al Gobierno de Mariano Rajoy a emplearse en Cataluña como no lo había hecho hasta entonces. 

La "derecha judicial"

También Podemos se ha empleado a fondo contra el Rey esta semana, hasta que los problemas judiciales de Pablo Iglesias han ocupado (casi) toda su atención durante las últimas 24 horas. 

Ada Colau ha justificado su boicot a Don Felipe en la supuesta "mala praxis" de la Casa Real. "No participaré en los actos protocolarios del Rey hasta que la Casa Real no dé las explicaciones que tiene que dar", ha dicho la alcaldesa. Y eso a pesar de que el 50% del Consorcio de la Zona Franca, organizadora del evento, depende del Ayuntamiento. 

Las declaraciones de Ada Colau se suman a las de su ex número dos, Jaume Asens, presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, quien dijo el pasado viernes 25 que "sería fantástico" que el Rey no volviera jamás a Cataluña. Este mismo miércoles, Asens insistía en sus ataques vinculando al Rey con el franquismo a cuenta de la Fundación Francisco Franco

También se ha sumado a los ataques de Podemos el diputado de Podemos en el Congreso, Gerardo Pisarello"Que el Rey se aleje de la derecha judicial", ha dicho esta semana. "Mientras la Monarquía no defienda su neutralidad, mientras la Monarquía no se aleje claramente de la derecha política, judicial y mediática, es evidente que aparecerá como un elemento más de atraso que como una embajadora de futuro", ha añadido. 

Precisamente es Pisarello el autor de un artículo, publicado este jueves en la revista CTXT, en el que el diputado morado habla del pronunciamiento del asturiano Rafael del Riego contra Fernando VII en 1820 en defensa de la Constitución de 1812. Una Constitución que, a pesar de ser un emblema del liberalismo español –antagónico al ideario de Podemos–, ha sido utilizada por Pisarello para arremeter contra Felipe VI y la institución de la Corona. 

Calles encendidas, pero menos 

Hoy habrá un segundo foco de agitación en Cataluña más allá del institucional. Buena parte de las asociaciones civiles independentistas y de los numerosos grupúsculos radicales de extrema izquierda, con los CDR a la cabeza, han convocado protestas y movilizaciones durante la visita del Rey

El jueves, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) convocó una quema masiva de fotos del Rey frente a los principales Ayuntamientos catalanes. Òmnium Cultural, más cercana a ERC que a JxCAT -como es el caso de la ANC-, ha optado por una concentración a las 9.00 de la mañana del viernes que ocupará el espacio comprendido entre el monumento de Colón y la Estación de Francia. 

 

La Estación de Francia es, precisamente, el espacio en que tendrá lugar la entrega de premios de la BNEW, cuyo objetivo es relanzar la economía catalana tras los estragos provocados por la epidemia de Covid-19. De la seguridad del Rey y del presidente del Gobierno se ocuparán las unidades de los Mossos d'Esquadra habituales en este tipo de eventos –Brimo, Arro– y el Cuerpo Nacional de Policía.

En total, 3.500 agentes. Poco más de un tercio de los que se destinaron a Barcelona en diciembre de 2018 para el Consejo de Ministros que el Gobierno celebró en la ciudad en un contexto mucho más tenso que el actual y con un independentismo más movilizado.

A la ANC y Òmnium se sumarán los distintos grupúsculos radicales afines a la CUP, ERC y Podemos. Los CDR se concentrarán a las 10.00 de la mañana frente al lugar de la visita del Rey: la esquina de las calles Marqués de Argentera y Comercio, a sólo unos metros de la Estación de Francia y de una de las puertas principales del Parque de la Ciudadela, donde tiene su sede el Parlamento autonómico catalán. 

En realidad, la llama de la agitación callejera independentista muestra una clara tendencia descendente, sólo rota por estallidos de violencia puntuales y muy localizados.

Ni la ratificación de la inhabilitación de Quim Torra por parte del Tribunal Supremo ni el aniversario de la manifestación ilegal del 1-O han provocado más que algunos pequeños altercados en la capital catalana a los que los barceloneses se han acostumbrado ya como si éstos formaran parte del paisaje inevitable de la ciudad

El constitucionalismo se une

Este jueves hubo, sin embargo, una buena noticia para el constitucionalismo. Sociedad Civil Catalana, la mayor asociación constitucionalista catalana, logró reunir a los líderes de Ciudadanos, PSC y PP en la Sala Cambó del Hospital de San Pablo de Barcelona para que éstos intervinieran en el foro Salir a ganar: una nueva movilización constitucionalista para cambiar Cataluña.

La presencia de Carles Carrizosa (Ciudadanos), Miquel Iceta (PSC) y Alejandro Fernández (PP) en una misma sala ha espoleado durante toda la semana los rumores de una posible gran coalición constitucionalista para las próximas elecciones autonómicas catalanas.

Rumores que, a día de hoy, están muy lejos de convertirse en realidad, pero a los que se agarró este jueves Lorena Roldán, portavoz naranja en el Senado y presidenta del partido en Cataluña, para pedir "unidad" a PP y PSC durante una entrevista en RTVE. 

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