Los cuatro expresidentes del Gobierno -Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y Felipe González- han escrito cartas de apoyo a Rodolfo Martín Villa. Lo han hecho justo antes de que el exministro del Interior declare ante la jueza argentina por los Sanfermines de 1978 -un muerto y más de un centenar de heridos- y la masacre de Vitoria de marzo de 1976 -cinco muertos y cien heridos-.

La magistrada, que le interrogará vía telemática estando Martín Villa en la embajada de Argentina en España, investiga al entonces dirigente de la UCD por "delitos de homicidio agravado". La policía cargó contra la población civil en aquellos dos sucesos y la jueza busca dilucidar el papel del otrora responsable de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Según detalla eldiario.esha sido el propio Martín Villa quien ha entregado las misivas a la magistrada argentina. La terna de quienes le apoyan va más allá de los expresidentes. También han firmado líderes sindicales -Nicolás Redondo, Cándido Méndez, Antonio Gutiérrez y José María Fidalgo-, los dos padres de la Consititución -Miquel Roca y Miguel Herrero de Miñón- y los exministros Eduardo Serra o Rafael Arias-Salgado.

Destaca, por estar todavía en activo, el apoyo del ahora vicepresidente de la Comisión Europea y Alto Representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Martín Villa, como viene haciendo hasta ahora, niega que en la Transición se cometiese "un genocidio".

Los firmantes elogian el papel de Martín Villa en la Transición, al que dibujan como un dirigente proveniente del franquismo, pero que trabajó para instaurar la democracia en España. Destaca también la reivindicación de Felipe González, que pide investigar a quienes han llevado adelante el juicio.

Hoy, Martín Villa tiene 85 años. Tras la marcha de Adolfo Suárez -él fue uno de sus principales opositores- fue nombrado vicepresidente del Gobierno cuando estuvo al frente Leopoldo Calvo-Sotelo.

Décadas más tarde, fichó por el Partido Popular y formó parte de su Ejecutiva nacional. Volvió a ser diputado. Tras dejar la política, presidió importantes empresas, como por ejemplo Endesa. Durante el franquismo, fue jefe del SEU -sindicato universitario-, gobernador civil en Barcelona y procurador en Cortes.

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