La única diputada de Vox en el Parlamento Vasco, Amaia Martínez, no ha tenido precisamente un estreno de ensueño. En la sesión constitutiva de la XII legislatura, Martínez ha sido relegada al gallinero en el reparto de escaños, ha salido en el receso a pedir un cigarrillo... y Bildu se lo ha negado.

"Os contaré una extraña anécdota del día de hoy. La única parlamentaria de Vox ha dicho repetidamente que no dirigiría ni media palabra a Bildu. Pues bien, su primera palabra en el parlamento fue a un miembro de Bildu, con una sonrisa, para pedirle un cigarro".

- ¿Y se lo ha dado?

- No.

Así narra la abertzale Bakartxo Ruiz, parlamentaria navarra de EH Bildu, este episodio sucedido este lunes en la sesión constitutiva de la Cámara vasca para la XII legislatura autonómica. 

La única diputada de Vox en el Parlamento vasco, Amaia Martínez, había reiterado a lo largo de la campaña electoral que no hablaría jamás con Bildu. No obstante, en su primer día como parlamentaria y cuando la necesidad de fumar se ha hecho imperiosa, ha recurrido a uno de los proetarras. 

Distintas versiones recogidas por EL ESPAÑOL sostienen la veracidad de este episodio. Vox, sin embargo, ha optado por no pronunciarse al respecto, continuando con su veto a este periódico. 

Segunda polémica

No se trata del primer acercamiento de Amaia Martínez a los abertzales. El pasado mes de julio, la diputada por Álava sembró la polémica por sus declaraciones abriéndose a negociar con Bildu: "Sería complicado, pero se intentaría, por supuesto que sí. No digo que me vaya a sentar porque primeramente deben hacer muchas cosas como denunciar las muertes de ETA. Es algo humano. Pero somos capaces de estar en un Parlamento y dialogar".

Posteriormente, la diputada de Vox hubo de rectificar con un vídeo difundido por la formación en redes sociales.

"Somos el único partido que defiende la ilegalización de partidos nacionalistas, separatistas y filoetarras, porque no tienen razón de ser", rectificó Martínez en la publicación de Twitter. "Jamás dialogaremos con terroristas o separatistas, salvo para comunicarles su ilegalización".

Lo cierto es que esa dialéctica tan beligerante contra la formación abertzale no ha tenido su expresión en la sesión constitutiva del Parlamento Vasco, donde ha pedido un cigarrillo a un diputado de Bildu. Y éste se lo ha negado.

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