El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha comparado este martes a España con "estados totalitarios como Turquía o China" porque "la llamada Justicia española propone a los líderes políticos y sociales independentistas un programa de reeducación para que se conviertan en buenos y obedientes súbditos de la monarquía española".

Torra ha leído una declaración institucional desde el Palau de la Generalitat después de que la juez de vigilancia penitenciaria haya suspendido el tercer grado al exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, a los exconsellers Raül Romeva y Joaquim Forn, así como a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, mientras resuelve los recursos de la Fiscalía contra su régimen abierto, por lo que volverán a pasar todo el día en prisión.

"El Gobierno español se ha jactado de controlar la Fiscalía. Hay que suponer, pues, que la retirada del tercer grado ha pasado el control de socialistas, de Podemos y de comunes. En todo caso, se acumulan las evidencias que ponen en duda la pretendida voluntad de diálogo del Gobierno español", ha denunciado, al tiempo que ha emplazado al Gobierno de Pedro Sánchez a "detener las hostilidades contra el movimiento independentista".

Y ha añadido: "Si el Gobierno español tiene alguna esperanza de retomar el diálogo, tendrá que demostrar primero que tiene la firme voluntad de detener las hostilidades contra el movimiento independentista catalán".

"Quizás creen que con esta decisión han derrotado a alguien. Al contrario. Nos hacen más fuertes, refuerzan nuestras razones y nos invitan a prepararnos mejor para definitivamente dejar de ser prisioneros de un Estado autoritario que no acepta la voluntad democrática de los catalanes", ha advertido.

"Acto de venganza"

Torra ha recordado las declaraciones de Pedro Sánchez cuando dijo que el Ejecutivo controlaba a la Fiscalía: "Hay que suponer, pues, que la retirada del tercer grado ha pasado el control del Gobierno de PSOE, Podemos y los comunes. En todo caso, se acumulan las evidencias que ponen en entredicho la pretendida voluntad de diálogo del Gobierno español".

En este sentido, ha considerado que actualmente Cataluña tiene "menos competencias y tiene menos recursos que antes de empezar ninguna mesa de diálogo, y esto es responsabilidad única del Gobierno español y de los partidos que lo conforman".

Torra ha definido la suspensión del tercer grado como "un nuevo ataque contra la justicia, la democracia y la libertad; un caso más de represión contra la voluntad democrática del pueblo de Cataluña".

"El poder judicial y la Monarquía tambalean en España como un castillo de naipes. Están carcomidos por dentro y buscan distraer a todo el mundo. El independentismo es el objetivo", ha dicho.

También ha sostenido que la suspensión del tercer grado "es más que una nueva invasión competencial y una intromisión escandalosa por parte de órganos que han acreditado su politización y carencia de independencia. Es sobre todo un acto de venganza".

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