Hubo aplausos de todos los ministros a la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa, directo desde Bruselas el pasado martes, tras cerrar el acuerdo del fondo de recuperación europeo. Y una valoración de Pablo Iglesias en sus redes que celebraba los términos del pacto. Pero según pasan las horas, se va acabando el idilio.

Pero ahí se está acabando el momento de idilio. Ahora empieza la legislatura de verdad, y el jefe del Ejecutivo ha dado la orden a Hacienda de que saque los Presupuestos "como sea", diga lo que diga Unidas Podemos. "Sin cuentas públicas no hay posibilidad de vehicular las ayudas europeas", explican fuentes de Hacienda a este periódico. "Y tal como está Esquerra, parece imposible que nos los vayan a apoyar", así que hay que buscar mayorías alternativas en el Congreso.

Si para un Gobierno en minoría parlamentaria la prueba de fuego llega en el momento de tener que negociar sus primeros Presupuestos Generales, más aún a éste. Para empezar porque, la crisis socioeconómica que ya está aquí, y los efectos de la misma que se avecinan "hacen imperioso" sacar adelante las cuentas públicas. Además, porque "España lleva tres años sin Presupuestos... ¿qué imagen estamos dando?".

Y finalmente, es que sin cuentas no hay programas que llevar a Bruselas... es decir, no se puede pedir el dinero.

En Moncloa se cuenta con la experiencia de febrero de 2019, cuando el voto negativo de los independentistas catalanes, completado con el del Partido Popular hizo decaer la legislatura a los pocos meses de la llegada de Sánchez a Moncloa, tras la moción de censura. Si entonces el PP intuía que unas elecciones serían un descalabro y, aun así, rechazó el Presupuesto, ahora Sánchez no quiere que se repita esto. Y se está preparando para evitarlo.

La mayoría alternativa pasa por atraer a Ciudadanos, que ya se ha mostrado "dispuesto" a negociar las cuentas. Los 10 escaños de Inés Arrimadas sustituirían (casi) los 13 de ERC, formación que ya está en campaña electoral, de cara a las elecciones catalanas de otoño. Aún no están convocadas, pero se dan por descontadas, ya que en septiembre el Tribunal Supremo ratificará, con toda probabilidad, la inhabilitación del president Quim Torra.

Además, habrá que amarrar los seis votos del PNV, que este miércoles ya pedía cariño en el Congreso. Aitor Esteban advirtió al Gobierno de que "ni les llamen" mientras no se cumplan los pactos previos que todavía no se han sustanciado.

En concreto, la reunión de la comisión bilateral para que "quede fijado el déficit y la deuda" a la que el Gobierno de Iñigo Urkullu podrá llegar en 2021. Los peneuvistas saben que tienen el pdoer en sus manos, sobre todo tras el cambio del último escaño por Vizcaya que cayó en manos de la coalición PP+Cs, arrebatándole a Bildu la posibilidad de sumar con el PSOE y Podemos un tripartito de izquierdas.

Campaña de Iglesias

Y, en todo esto, Unidas podemos lleva semanas en campaña para marcar perfil distinto al del PSOE, preparando lo que se venía. Porque su presencia en el Gobierno permitió a Pablo Iglesias saber de antemano la estrategia del presidente ante la cumbre del Consejo Europeo. Y ésta, tal como reveló EL ESPAÑOL, iba ya preparada para lo que acabo saliendo de los "cuatro días extenuantes" de negociación: al final, sí hay condiciones para acceder a los 140.000 millones de euros, y también hay control -derecho de veto- para los 27 socios de la UE a las políticas que aplique el Ejecutivo en los próximos años.

Eso significa que la reforma laboral del PP no se toca, o como mucho "se profundiza en ella". Y que las pensiones, si siguen ancladas al IPC, hay que "complementarlas" para que el agujero no siga creciendo. Y que los sueldos públicos o se bajan o se "reforma la Administración"..

Es decir, como dijo Pablo Casado, "una enmienda a la totalidad" de la política del Ejecutivo de coalición. En Hacienda existe el convencimiento de que "éstos no son unos Presupuestos más", sino los que deben "poner las bases de la reconstrucción" para más de 10 años, en una economía devastada por tres meses de parón, y de un modelo productivo que "ya no es eficiente", desde hace tiempo.

Digitalizar, impulsar la transición verde, invertir en formación, investigación e innovación son las reformas que ya quería llevar adelante Sánchez. Y coinciden claramente con las prioridades marcadas por la Comisión Europea en sus recomendaciones generales y específicas para España. Por ahí, el Gobierno no tenía temores ante la Cumbre. 

"Incompatible con el PP"

Pero sí los había por el empeño de los países del norte, llamados frugales, centrados en poder echarle el "freno de emergencia" a la disposición de un dinero que saldrá de el endeudamiento común de los Veintisiete, por primera vez en la historia. Este prototipo de la unión fiscal a la que siempre se negaron Países Bajos, Austria Dinamarca y Suecia nace con su derecho a la supervisión y Moncloa sabe que debe hacer los deberes.

Eso probablemente le lleve a llamar a la puerta del Partido Popular, más allá de lo que diga Pablo Iglesias, que este miércoles ya lo rechazaba de plano. "Los 35 diputados de Unidas Podemos son incompatibles con unos Presupuestos acordados con el PP", dijo a la salida del Congreso, camino de un curso de verano en El Escorial.

Una vez allí, insistió en que "el PSOE tiene derecho legítimo a llamar a los partidos de la derecha, pero los Presupuestos se sacarán con la mayoría de la investidura". Lo dijo minutos antes de escenificar públicamente su amistad con José Luis Rodríguez Zapatero, verdadero valedor de los morados en el Partido Socialista... de no ser porque el expresidente ya no tiene ascendencia en la dirección de la formación que una vez lideró.

"Presupuestos de país"

Fuentes internas del lado socialista del Gobierno confiesan a este periódico que la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno es todo ventajas: impulsan políticas sociales que capitaliza el presidente y, en realidad, no tiene poder real, aparte del de Iglesias. "Y ése es simplemente el que el presidente le quiere dar... mientras quiera dárselo". 

Por el momento, el calendario con el que se trabaja en Hacienda sigue siendo el mismo. "Se llevarán los Presupuestos la tercera semana de septiembre al Congreso", como informó EL ESPAÑOL, y "la ministra negociará con todos durante agosto". Así, María Jesús Montero hará números y marcará otros desde su retiro vacacional.

¿Con el PP también? "Con ellos también, es el momento de hacer unos Presupuestos de país, y dejar a un lado maximalismos". ¿Y si Podemos se rebela? "Ya encontraremos algo que puedan capitalizar... sin cuentas no hay programas que llevar a Europa, y sin esos fondos...". Esa variable no existe en realidad.

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