El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, se sumergerá este fin de semana en la campaña de las elecciones vascas y gallegas del 12 de julio, con mítines el sábado en Orense y el domingo en San Sebastián.

Con el fin del estado de alarma el domingo pasado, el Gobierno pudo iniciar su apoyo presencial a los candidatos socialistas, como hizo la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, que se desplazó a Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) para arropar a Gonzalo Caballero.

Otros ministros del Ejecutivo se implicarán también en la campaña en los próximos días. Es el caso de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que tiene previsto visitar Euskadi el jueves, como hará el viernes el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en respaldo de la candidata socialista a lehendakari, Idoia Mendia.

En un primer momento se había valorado la posibilidad de que Sánchez hiciera campaña en el País Vasco el viernes, pero es posible que ese día tenga lugar un Consejo de Ministros extraordinario en el caso de que el Gobierno alcance un acuerdo con patronal y sindicatos sobre la prórroga de los ERTE.

Los objetivos del PSOE

Los socialistas aspiran a poder reeditar el Gobierno de coalición liderado por el PNV en el País Vasco, al tiempo que rechazan pactar con Podemos y EH Bildu aun en el caso de que sumaran, alegando que esa opción aún no está madura.

En Galicia, las posibilidades del PSdG pasarían por que el 'popular' Feijóo perdiese la mayoría absoluta y eso abriera la opción de formar un gobierno alternativo de izquierdas, si bien Gonzalo Caballero sostiene en público que su meta es situar a los socialistas como primera fuerza.

En esa estrategia de debilitar a Feijóo se enmarca los ataques que la ministra de Hacienda lanzó el domingo pasado contra el presidente de la Xunta, al que calificó de representante "de la ultraderecha" e intentó cuestionar su perfil moderado.

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