En Unidas Podemos está perfectamente tranquilos, y hasta orgullosos de su elegido para ocupar un puesto en el consejo de Enagás. Cristóbal J. Gallego es un profesor universitario, doctor en Ingeniería Aeronáutica, e investigador en energía eólica. Pero lo llamativo de la elección de este experto es su militancia activa a favor de "un análisis riguroso del papel temporal/residual del gas en la transición energética", porque le atribuye un impacto real en el cambio climático, "y que dicho análisis contenga un calendario concreto para su abandono".

Así lo suscribió Gallego en el manifiesto "Gas no es solución" [léalo aquí] hace sólo dos años, el 4 de julio de 2018, como miembro del Observatorio Crítico de la Energía, junto a otras 26 asociaciones e instituciones, entre ellas Podemos. El Observatorio es un grupo de científicos constituidos como lobby en 2007 como "un foro de discusión y análisis sobre la insostenibilidad ecológica y económica de nuestra sociedad y a la degradación de la cultura democrática".

A día de hoy, Gallego sigue perteneciendo a este colectivo y publicando a su amparo estudios e informes en los que defiende "que no se destinen más recursos públicos a la promoción del modelo gasista".

Orgullo morado

Pero el orgullo de la pata morada del Gobierno viene de que su experto ya ha anunciado que "dejaría oficialmente" de ser miembro de este "taller de ideas independiente ideológica y económicamente" porque "ejercer una labor en una empresa privada que opera en el sector de la energía podría percibirse como una amenaza a dicha independencia".

Gallego también ha anunciado que, en el caso de ser aprobado su nombramiento como "consejero independiente" de Enagás, también "donaría cada año la cantidad de dinero suficiente como para que mi principal fuente de ingresos siguiera siendo mi actividad profesional principal (profesor en la universidad)".

Cristóbal Gallego, experto en energías renovables.

Y es que los miembros independientes del consejo de esta compañía cobraron 160.000 euros en el ejercicio 2018. Y el experto propuesto por Podemos quiere que su "objetivo al acceder a este cargo" que declaro que es "el de contribuir de la manera más efectiva posible a la lucha contra el cambio climático", por lo que quiere "garantizar" que su "interés por el cargo no tiene una motivación económica".

"No es puerta giratoria"

Fuentes de Unidas Podemos han confirmado a este periódico que Gallego no es militante ni lo ha sido de la formación que lidera Pablo Iglesias, si bien se atribuye al vicepresidente segundo del Gobierno que su nombre haya sido el propuesto.

Los inscritos a ese partido político se comprometen por código ético a donar parte de su sueldo con unos límites que, hasta la última Asamblea Ciudadana -que se celebró de manera telemática hace dos semanas-, eran de tres veces el Salario Mínimo Interprofesional. La costumbre de sus cargos orgánicos, electivos o de representación -como sería el caso- es la de entregar ese dinero al partido. Pero al no ser su caso, las fuentes citadas dicen desconocer a qué entidades, ONG o asociaciones pretende Gallego entregar este montante.

Ésta es la razón por la que las citadas fuentes del lado morado del Gobierno rechazan que el concepto de "puertas giratorias" se le pueda aplicar a su candidato. Eso sí, no han querido comentar oficialmente que Gallego entre acompañado de dos históricos socialistas en el consejo de la gasista controlada por la SEPI. 

José Montilla, exministro de Industria y expresidente de la Generalitat. EP

José Montilla y José Blanco, titulares en su momento de Industria y de Fomento durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, han sido los otros dos elegidos que pasan a engrosa la nómina de exministros con asientos bien remunerados. Pero este periódico ha podido saber de la indignación en las filas de Unidas Podemos por haber tenido que tragar con esta situación.

"No nos pueden comprar"

La Empresa Nacional de Gas es una Sociedad Anónima cuyo 95% del capital cotiza en el Ibex 35, pero el otro 5% es del Estado, a través de la SEPI. Esto es así porque se la considera una empresa estratégica, al ser la compañía encargada del la gestión técnica de todo el sistema gasista español y la principal transportista de este recurso energético.

En todas las campañas electorales, pero especialmente en la última del pasado 10-N, Iglesias ha hecho bandera de su lucha contra "las cadenas de favores" entre los políticos y "los grandes oligopolios". De hecho, una de las frases más repetidas por el hoy vicepresidente era que Sánchez no había querido formar la coalición "porque saben que con nosotros en el Gobierno no habrá puertas giratorias... porque hemos demostrado que a nosotros no se nos puede comprar".

Lo cierto es que Podemos asegura que Cristóbal Gallego no es militante. Pero desde su Observatorio Crítico de la Energía se elaboró el programa de energía del partido morado. La colaboración data, de hecho, desde el principio de los tiempos de la formación de Iglesias. Concretamente, ese programa se presentó el 17 de noviembre de 2015, a poco más de un mes de las primeras elecciones generales a las que se presentaron.

La relación con Podemos

El acto reunió a algunos de los firmantes de aquel manifiesto contra el gas. Entre ellos, al entonces líder y portavoz de Equo, Juantxo López de Uralde, hoy diputado de Unidas Podemos por Álava; al propio Iglesias, cuyo partido firmó el papel; y una de las autoras materiales del programa energético morado, Marta Victoria Pérez, coordinadora del grupo Nuevo Modelo Energético dentro del Círculo de Economía, Ecología y Energía de Podemos... y compañera del candidato morado para Enagás en el panel de miembros del Observatorio Crítico de la Energía.

La misma Pérez defendió en una publicación del Observatorio en 2012 la nacionalización de cuatro empresas filiales de Iberdrola por parte del Gobierno de Evo Morales en Bolivia.

Marta Victoria Pérez, Pablo Iglesias y Juantxo López de Uralde, en la presentación del programa energético de Podemos. Efe

El propio Gallego aplaudió entonces en sus redes sociales los argumentos de que Morales había "nacionalizado unas empresas con el objetivo declarado de garantizar el suministro eléctrico a un precio justo".

Y de que actuar contra Iberdrola tenía la justificación de que sus "principales accionistas", el anterior propietario de las cuatro filiales, "son la constructora ACS, el Estado de Qatar, Kutxabank y el Banco Financiero y de Ahorros, cuya entidad financiera filial tiene por nombre Bankia". Esos "oligopolios" contra los que bramaba Iglesias en campaña.

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