El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha descartado este jueves ninguna posibilidad en cuanto a las medidas a adoptar por la pandemia del coronavirus. De hecho, y al ser preguntado por la opción de decretar el estado de alarma, no ha dicho que no y ha dejado claro que "la situación no es estática" y que tomará las decisiones que hagan falta, cuando hagan falta y donde hagan falta.

Decretar el estado de alarma es una de las vías para suspender las elecciones autonómicas convocadas para el próximo 5 de abril en Galicia y País Vasco. Precisamente este mismo jueves el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advertía que los comicios eran algo "secundario" y que solo debían celebrarse "si hay garantías".

Tras hablar con el lehendakari, Íñigo Urkullu, Feijóo ha explicado que su Gobierno, al igual que el vasco, estudian los mecanismos legales que habría que activar "en el caso de que se llegue a la conclusión de que lo más recomendable es suspender" la cita electoral.

No descarta cerrar Madrid

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario, Pedro Sánchez tampoco ha negado que el Gobierno pueda verse obligado a cerrar Madrid. Al ser preguntado sobre esta cuestión no ha negado que pudiera darse la posibilidad y ha recalcado que las medidas que se tengan que adoptar se harán conjuntamente con el Gobierno de la comunidad autónoma que encabeza la popular Isabel Díaz Ayuso.

Y en relación con este último, ha rechazado que esté habiendo "discrepancias", dejando claro que la cooperación está siendo "muy franca" y que solo puede tener palabras de reconocimiento para el personal sanitario de Madrid, la Consejería de Sanidad y el Gobierno regional en su conjunto

"Hacer lo necesario"

Como ya hiciese en su comparecencia el martes pasado, Sánchez ha señalado que el Gobierno hará lo que sea necesario, "cuando" y "donde haga falta", pero ha evitado dar pistas acerca de cuáles serían los siguientes pasos a dar en caso de que las medidas adoptadas hasta la fecha no estuviesen dando los resultados esperados.

Lo que sí ha repetido en varias ocasiones es que todas las decisiones que toma el Gobierno a este respecto se basan en las recomendaciones de los expertos, por lo que ha evitado autocrítica alguna con respecto a la decisión de permitir la masiva manifestación en Madrid el 8 de marzo.

Tampoco ha respondido Sánchez cuando se le ha preguntado si él mismo u otros miembros del Gobierno, aparte de la titular de Igualdad, Irene Montero, estaban infectados de coronavirus. El presidente se ha limitado a señalar que en caso de dar positivo en las pruebas, los miembros del Ejecutivo trabajarían a distancia, evitando las reuniones presenciales atendiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Pero el Gobierno no se parará, ha aclarado.

El presidente ha hecho especial hincapié en intentar trasladar un mensaje de "calma y serenidad", remarcando la "extraordinaria cooperación" que está encontrando en todos los gobiernos autonómicos y ayuntamientos, independientemente de su color político.

Tras reconocer que no existe un "manual de instrucciones infalible" frente a esta emergencia sin precedentes, que tiene una dimensión sanitaria pero también económica, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que responda con "unidad, responsabilidad y disciplina social" a las medidas que las autoridades vayan recomendando o imponiendo para contener la propagación del virus.

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