JxCat mantiene su programa de máximos: un referéndum de independencia en Cataluña. Y esta posición debe prevalecer en la mesa de gobiernos, independientemente de la gestión diaria, de unas elecciones en la región o de la aprobación de los presupuestos. 

Así lo aseguró el presidente de la Generalitat, Quim Torra, nada más terminar el primer encuentro entre los equipos negociadores en la Moncloa:"La voluntad popular es la primera institución republicana", dijo en lo que fue visto como una declaración de intenciones para marcar hacia dónde quiere dirigir las próximas negociaciones. 

El presidente de la Generalitat exhibió un tono menos escéptico que el que mantenía en los meses anteriores, cuando trataba de marcar distancias de ERC en torno a las posibilidades de éxito de esta mesa entre ejecutivos. 

Torra aboga por aislar la mesa de las elecciones y los presupuestos Efe

Pero ahora, una vez colocados a los hombres de confianza de Carles Puigdemont en el equipo negociador, la estrategia pasa por mantener "el derecho de autodeterminación y la amnistía" como una cuestión irrenunciable y desvinculada de la gestión de la Generalitat:"Nos hemos conjurado para aislar la mesa de negociación de unas elecciones o unos presupuestos", admitió en el turno de preguntas. 

Reorganización de JxCat

Esta nueva línea marcada desde Waterloo se basa en abrirse al "diálogo", mostrar una buena disposición para llegar a un entente con el Gobierno central, y ganar tiempo de cara a una reorganización del centroderecha nacionalista en las próximas elecciones en el Parlament de Cataluña. 

En paralelo al diálogo abierto con Pedro Sánchez y su delegación, JxCat libra un pulso con ERC, a quien los sondeos y previsiones le dan como ganador en unas elecciones en la región.  

Por esta razón, Torra y su equipo tratan de controlar los tiempos, y las reuniones periódicas servirán para ver hasta dónde está dispuesto a llegar Pedro Sánchez. "En las próximas mesas se tiene que profundizar en los temas en base a la voluntad popular", recordó Torra para reiterar hacia dónde dirigirán las negociaciones. 

Constatar las discrepancias

El mandatario catalán celebró el diálogo "honesto" con el jefe del Gobierno y sus ministros, pero también matizó que se constataron "las discrepancias" entre ambas delegaciones. 

De hecho, uno los puntos alcanzados en esta primera mesa ha sido el de que cualquier acuerdo que se adopte deberá producirse en el "marco de la seguridad jurídica". Una fórmula intermedia que sirve tanto para satisfacer las aspiraciones nacionalistas como para que el Gobierno de coalición pueda garantizar que el terreno de debate sea la Ley. 

¿Y ERC?

En este primer round Torra pudo adquirir mayor protagonismo al ser la cara visible de la delegación catalana. 

El presidente catalán fue quien hizo declaraciones desde la sala que habilita la Moncloa a la oposición y a los líderes extranjeros, pese a que el éxito de que prosperen estas reuniones fue en gran parte por la labor de los de Junqueras.

Una estrategia que hasta la fecha no compartía JxCat cuando intentó presionar con la figura de un "relator". Y que puede variar en función del calendario electoral.

Desde el otro lado de la mesa negociadora esperan que el nacionalismo abandone su "programa de máximos". Y la esperanza, más que en los de Puigdemont está en Junqueras. Tras el protagonismo de Torra, queda por ver el papel que jugará ERC en las próximas reuniones.  

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