Patricia Reyes deja la política. Ciudadanos pierde al que fuera uno de sus cargos institucionales más reseñables. Miembro de la Mesa del Congreso de los Diputados durante dos legislaturas, dirigió la secretaría de Mujer de su partido entre 2017 y 2019. Según ha contrastado este periódico, acaba de fichar por el Real Madrid.

Reyes lleva varios días trabajando como encargada de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) del club blanco. Tras la debacle electoral del 10-N, perdió su escaño y no fue llamada a integrar la gestora que, a día de hoy, marca el rumbo de Ciudadanos.

En su nuevo destino, conocerá tres ámbitos de actuación: transparencia y buen gobierno, medio ambiente y actividades humanitarias. Abandonará toda actividad política, pero mantendrá su condición de afiliada naranja.

El movimiento de Reyes llega poco antes de que Inés Arrimadas dé a conocer su equipo, del que todavía no ha trascendido ningún nombre. Además de su papel institucional, esta abogada madrileña de origen canario implementó en Ciudadanos las políticas relacionadas con feminismo, colectivo LGTBI y gestación subrogada.

Después del hundimiento electoral, varios altos cargos del Partido Popular se acercaron a Reyes para intentar ficharla. A tenor de las fuentes consultadas por este diario, las negociaciones ni siquiera llegaron a empezar. La ya trabajadora del Real Madrid siempre se identificó con la facción más centrista de Ciudadanos y trasladó a los interesados que su ideología -sobre todo en políticas sociales- dista mucho del conservadurismo.

En los últimos días, dos importantes miembros de la actual dirección del partido intentaron convencerla "para que se quedara": "No hemos podido... Nos da mucha pena. Trabajadora, buena persona y entregada. Ahora, necesitamos gente así. Tras las elecciones, la organización no se portó con ella como debería".

Aunque por distintos motivos -no formó parte del sanedrín que tomó las decisiones estratégicas que desembocaron en el fracaso-, su marcha se une a la de rostros tan conocidos como José Manuel Villegas, Fernando de Páramo o el propio Albert Rivera.

En ningún momento se desmarcó oficialmente del veto al PSOE establecido por su partido, pero se le vio incómoda con el argumentario que el aparato trasladó a los distintos dirigentes: "La banda de Sánchez, la habitación del pánico...".

Según ha sabido este periódico, Reyes lamenta en conversación con sus allegados lo "irrespirable" del clima político que se ha venido gestando en los últimos años. También suele exteriorizar su contrariedad por la "desaparición de un partido que cubra el espacio de centro".

En Ciudadanos desde 2014

Patricia Reyes (1973) se afilió a Ciudadanos en 2014, cuando la formación todavía estaba lejos de conocer su mayor auge. Licenciada en Derecho, especialista en Penal, también se ha formado en Urbanismo y Ordenación del Territorio.

Un año más tarde, en 2015, salió elegida concejal de Boadilla del Monte, su lugar de residencia. Madre de una hija, bregada en el turno de oficio, adquirió experiencia como defensora de víctimas de la violencia de género.

Se convirtió en diputada por Madrid, una lista a la que accedió por primarias. Desde entonces, formó parte de la Mesa del Congreso. En clave interna, Albert Rivera confió en ella desde un principio y la colocó al frente de las políticas feministas y LGTBI.

Para sorpresa de muchos, el aparato no la reclamó tras el 10-N para el periodo de transición. Sus debates más sonados tuvieron que ver con la gestación subrogada y la defensa de un Orgullo Gay transversal, que incluyera también a los votantes de centro y de derechas.

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