Los dirigentes de Ciudadanos que estuvieron presentes tras la pancarta naranja durante la marcha del Orgullo han celebrado a medias el comunicado de la Fiscalía. Les tranquilizan los "indicios de un delito de coacciones", pero hay una línea que les ha dejado con la boca abierta: aquella en la que se menciona la "imposibilidad" de poner nombre a los presuntos agresores. Por medio de un comunicado, los liberales apuntan a Marlaska, al que acusan de haber "inventado" un informe policial que minimiza los incidentes.

Patricia Reyes, responsable del área LGTBI del partido hasta la disolución de la Ejecutiva, menciona, en conversación con este diario, todos aquellos métodos de los que podrían valerse la Justicia y la Policía para identificar a los atacantes: "Varios policías, decenas de cámaras de televisión, vídeos particulares, webs incitando al escarche... y un trasero".

No hubo que investigar demasiado para obtener el DNI del ano. Sergio Álvarez, militante del PSOE, se dedicó a "justificar" su actitud concediendo entrevistas a varios medios de comunicación. Alrededor de este socialista estaban algunos de quienes "nos agredieron", añade Reyes. De ahí que, en Ciudadanos, no desistan. Van a personarse en esta nueva fase del proceso para exigir al juez que "indague más".

La Fiscalía abrió la investigación tras una denuncia del partido liberal. El Ministerio Público acaba de poner una denuncia en los juzgados, pero pide al mismo tiempo el archivo de las diligencias por esa "imposibilidad de identificar a los autores" que le ha trasladado la Policía. La respuesta del Cuerpo es fruto de una petición de la propia Fiscalía, que exigió esos nombres y apellidos.

"No pueden quedar impunes"

"No pueden quedar impunes", insiste Reyes. La versión trasladada por Ciudadanos a los medios de comunicación guarda, además, unas líneas para el ministro del Interior, Marlaska, al que acusan de haber "alentado a los totalitarios". El exmagistrado criticó la presencia de los de Rivera en la manifestación antes de que se produjeran los presuntos delitos. Ya entonces, los naranjas detectaron una relación de "causa-consecuencia".

Ciudadanos, en su comunicado tras conocer la novedad de la Fiscalía, no olvida "el informe de Marlaska", que apareció publicado poco después de la Marcha y que minimizaba al máximo los incidentes: "Se lo inventó y la Policía se negó a firmarlo. Es muy grave".

Según los liberales, los hechos acaecieron de esta manera: cuando llegaron, se toparon con una sentada de unas quince personas que les impedía el paso y les exigía la retirada. Ellos reiteraron su voluntad de permanecer en el evento. A partir de ahí, decenas de personas se congregaron en torno a los miembros de Ciudadanos. "Nos tiraron de todo... Hasta botellas y latas llenas de pis", concreta Reyes.

Cuando la tensión incrementó, detalla la también abogada, fueron protegidos por "cuatro o cinco policías", además de algunos miembros de seguridad del partido que les habían acompañado. "¿Por qué no se llama a declarar a esos agentes? ¡Fueron testigos en primera línea!", arguye Reyes.

"Eso de que no se les puede identificar... Nos sorprende, la verdad. Incluso hay un vídeo en el que se ve cómo me tiran una lata. Queremos más investigaciones, aportaremos pruebas", concluye la exdiputada.

El reto de los naranjas pasa ahora por conseguir que las diligencias no sean archivadas en cuanto se ponga en marcha esta nueva fase del proceso. Edmundo Bal y la propia Patricia Reyes, ambos letrados, serán algunos de los miembros de la organización que trabajarán al respecto.

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