Pablo Iglesias rebaja el tono cuando se refiere a Íñigo Errejón a un mes para las elecciones generales. El secretario general de Unidas Podemos es consciente de que su excompañero de partido puede ser su socio tras el 10-N y evita entrar en cualquier enfrentamiento. "Errejón no es en absoluto un adversario, lo son los poderosos que se presentan a las elecciones", ha afirmado.

En una entrevista en La Cafetera de Radiocable, Iglesias ha pedido a los suyos ser "extremadamente respetuosos" con los problemas internos de Más País, en clara referencia a las dimisiones de Clara Serra y Pablo Soto. "No podemos ser oportunistas ni meter el dedo en el ojo", ha dicho para tender la mano a Errejón en un futuro no muy lejano para llegar a acuerdos de Gobierno. "Tenemos que asumir que había compañeros que no querían hacer política dentro de Podemos. Es respetable y saludable. Si en el futuro hay que ponerse de acuerdo, lo haré. Sin duda", ha dejado claro. 

Ante las encuestas que predicen una caída de Unidas Podemos y la irrupción en el Congreso de los de Errejón, Iglesias pide esperar al 10 de noviembre. Además, se ha mostrado convencido de que el PSOE no logrará una mayoría absoluta y que sus socios preferentes no están en la izquierda. "Si salimos muy fuertes el 10-N el PSOE no va a tener muy complicado llegar a un acuerdo con PP y Ciudadanos", ha asegurado para señalar que Pedro Sánchez "siempre preferirá a Albert Rivera" antes que a los líderes de las fuerzas progresistas. 

Iglesias y Errejón en Vistalegre II. Efe

"Me queda mecha para rato"

En este sentido, Iglesias ha vuelto a insistir en que si dan los números y el PSOE necesita a Unidas Podemos él le pondrá encima de la mesa la opción de un Gobierno de coalición. "Cuando una fuerza no tiene mayoría absoluta tiene que ponerse de acuerdo con otros", ha insistido. 

Preguntado sobre su futuro en Unidas Podemos, Iglesias tiene en el horizonte dejar la política aunque antes "me gustaría gobernar". "Para mí la política es un paso, me gustaría volver a clase... pero me queda mecha todavía", ha apuntado. Eso sí, sobre quién le sustituirá cree que "habrá un proceso de feminización" en el partido aunque ha evitado dar nombres, aunque desde hace meses suenan dos: Irene Montero y Ada Colau.