"Ahora quiere parecerse a otro". Con una sonrisa sarcástica cerraba su disquisisción Noelia Vera, portavoz del Consejo de Coordinación de Podemos, este lunes por la mañana, tras la reunión de la dirección de los de Pablo Iglesias. "Nosotros pedimos prudencia", continuaba, "tanto en el caso de los CDR, del que nos falta información", como en el de Pedro Sánchez. AL presidente en funciones, Vera le recordaba que "ganó la Secretaría general del PSOE hablando de España plurinacional". Es decir, que "menos amenazas" con el 155 y más diálogo.

Obligados a marcar levantar lindes entre cada uno de los aspectos que conforman el "problema catalán", en la formación morada buscan el flanco posible para apartarse del foco y pasar al ataque. Este fin de semana en el que se ha sabido que los CDR encarcelados por terrorismo "contaban con la ayuda de Quim Torra" para tomar el Parlament; después, que uno de ellos se llegó a citar con el president; y finalmente, según los autos del juez, que actuaron como enlace "para pasar información secreta y sensible" entre el fugado Carles Puigdemont y su sucesor en el Palau de la Generalitat. 

Son filtraciones de un sumario aún secreto, es cierto, pero parece que no es información lo que falta, pese a lo que diga oficialmente Podemos. "Ya sabéis lo que pensamos, rechazamos siempre cualquier tipo de violencia", despejó Vera. "Pero en este caso queremos ser muy prudentes porque nos falta información de lo que ha pasado realmente".

Una formulación distinta, pero un fondo de mensaje bastante parecido al que le servía a Quim Torra este domingo, frente a la cárcel de Lledoners, para pasar de aclarar las informaciones que lo relacionan con los CDR encarcelados y acusados de terrorismo. El president dijo "no puedo condenar algo que ni siquiera existe", pero que en todo caso "el independentismo es un movimiento de gente de paz". Es decir, que los siete activistas en prisión o bien lo están injustamente o bien no son independentistas... no hay otra.

El galimatías de Podemos en Cataluña

El caso es que la posición oficial de Podemos es difícil de argumentar en un discurso rápido de rueda de prensa. Los de Iglesias son un partido que defiende el derecho de autodeterminación, de Cataluña y de cualquier pueblo que lo exprese. Pero no quieren la división del Estado español. Son una formación que propone dialogar para convocar un referéndum que determine lo que piensan los catalanes, pero que éste sea legal. Y además dicen todo esto para, finalmente, hacer campaña en esa consulta por el mantenimiento de Cataluña dentro de España.

Pero como colofón a todo esto, en sus negociaciones para entrar en un gobierno de coalición con Pedro Sánchez renunciaron de inicio a todo esto y reconocieron "el liderazgo del PSOE" en el asunto catalán.

Claro que si ahora Sánchez se descuelga desempolvando el 155 en la Fiesta de la Rosa de Gavá (Barcelona), ese liderazgo, probablemente, le cueste más asumirlo a su "socio preferente". El presidente en funciones calificó de "fracaso total", y "mentira absoluta" el proceso separartista. Exigió a los dirigentes independentistas catalanes que "condenen la violencia" y dejen de "dar lecciones de democracia" mientras no lo hagan. Y culminó advirtiendo de que, llegado el caso, "el Gobierno defenderá con serena firmeza la integridad territorial y la soberanía nacional".

Para Noelia Vera, en la comparecencia ante los medios, la combinación de todos estos elementos merecía un esfuerzo para deslindarlos. Y por eso armó un discurso inteligente esquivando el asunto CDR -"falta información"-, rechazando la violencia -"siempre"-, y pidiendo "prudencia". Para Podemos, Cataluña se resuelve "hablando de política y no amenazando políticamente"... porque "hasta Pedro Sánchez decía antes que hay que dialogar, si es que se acuerda, porque ahora quiere parecerse a otro".

¿A quién? A sus "socios deseados", se entiende, "el PP y Ciudadanos, a los que pide el voto mientras negociaba con nosotros no sabemos para qué".

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