Que el bloque de izquierdas se resquebraje en España no es ninguna novedad. Pero que la ruptura traumática suceda en los momentos previos a una repetición de las elecciones generales es, cuanto menos, impactante. El divorcio entre los integrantes de lo que un día fue Unidas Podemos se certifica segundo a segundo y, así, los territorios se van posicionando: los cuadros de Podemos han elegido pareja de baile en la Región de Murcia, pero la guerra ya se libra en otras 10 comunidades.

Son Aragón, Galicia, La Rioja, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias. En Madrid, la fractura es total, una vez que Íñigo Errejón ya se escindió y creó Más Madrid, ahora evolucionado en Más País.

Equo, por su parte, decidió, durante una consulta celebrada este viernes, ir en una alianza con Íñigo Errejón a nivel estatal. Pero el fundador del partido ecologista —que integra a 1.500 afiliados—, Juancho López de Uralde, se ha quedado al lado de Pablo Iglesias. Otras secciones también se han declarado en rebelión.

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El tanteo entre unos y otros es constante. Todo ello, además, frente a las cámaras, horas antes de que Podemos celebre su Consejo Ciudadano Estatal, su mayor órgano de gobierno entre asambleas. Allí, Iglesias y sus barones —los que aún le quedan, al menos de manera oficial— iban a discutir la estrategia de cara a la nueva campaña electoral, pero con el nuevo escenario, el grueso de la conversación versará sobre cómo ir apagando los fuegos que tienen abiertos.

Andalucía, Aragón y Cataluña, claves

El foco está situado, principalmente, en tres regiones: Andalucía, Aragón y Cataluña. Los motivos son diversos: en Andalucía, Iglesias siempre ha encontrado el contrapunto y la voz discordante frente a sus políticas, con la facción Anticapitalista al mando de la delegación. Ahora, la líder en el sur, Teresa Rodríguez, reclama una lista conjunta que una bajo el mismo paraguas a los pablistas, errejonistas y a IU, con los que están en una alianza total bajo el proyecto Adelante Andalucía.

Pero Rodríguez, que no deja de ser la cabeza de Podemos en Andalucía, siempre ha ido a su aire y, mientras trata de aunar a todos en la papeleta que esté en los colegios electorales de su autonomía, ha reclamado un grupo propio andaluz en el Congreso.

Mientras, en Aragón, la guerra abierta se celebra en torno a la Chunta Aragonesista. Tanto es así que el líder de Podemos en la comunidad, Nacho Escartín, ha llegado a pedir la cabeza de Echenique en las listas para tratar de seducir al partido regionalista. Según defiende Escartín, el actual secretario de acción de gobierno, acción institucional y programa es el máximo obstáculo para que la Chunta vaya con Podemos a las urnas. En cambio, ellos han decidido, de manera oficial, ir con Íñigo Errejón.

Pero el trozo de pastel más suculento para el nuevo candidato de Más País es Cataluña. Mientras la sintonía con el socio natural catalán, los comunes, fluctúa —aunque, en principio, Errejón y Ada Colau coinciden, y mucho. También la alcaldesa de Barcelona tiene mucha relación con Manuela Carmena—, la líder de Podem en la zona, Noelia Bail, parece mantenerse en la misma postura: fiel a Iglesias. Pero está por ver junto a quién se sitúan sus mandos, más errejonistas que pablistas.

Galicia y Comunidad Valenciana, más calmados

Una de las caras que siempre se han mostrado al lado de Pablo Iglesias durante los últimos tiempos fue la de la gallega Yolanda Díaz. Su nombre, incluso, sonó como ministrable en aquellas frenéticas horas de julio en la que parecía que Unidas Podemos entraría en el Gobierno de España. Así, en Galicia, el partido ya estaba previamente fragmentado, con la división de En Marea y lo que finalmente fue Galicia en Común, personalizado, principalmente, en Díaz y Antón Gómez-Reino.

Enfrente, Más País está pescando en este mercado para intentar sumar apoyos. Lo hará, además y tal y como informó este periódico, apostando por Carolina Bescansa.

En la Comunidad Valenciana, el panorama sí está más claro: aunque Podem gobierna con PSOE y Compromís en el gobierno autonómico, el partido de Mónica Oltra aprobó ir en coalición con Errejón. Pero que algún nombre de Podem acabara en las listas de esta nueva confluencia es algo que nadie se atreve a descartar tajantemente.

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