Pedro Sánchez ha vuelto de vacaciones y aún no se ha enfrentado a las preguntas de los medios de comunicación. Tanto ayer en Las Palmas de Gran Canaria como hoy, en el acto para despedir a la selección española de baloncesto antes del Mundial, el presidente ha aparecido, ha saludado a los integrantes del acto, ha dado su discurso y se ha marchado sin dar tiempo a las réplicas.

La aparición de Sánchez, además, ha sido continuista con los retrasos. El acto, programado a las 12 de la mañana, comenzó con 25 minutos de retraso. Como hiciese en su visita al rey Felipe en Mallorca, el acto duró menos que el receso. En esta ocasión, el presidente abandonó el pabellón donde se encontraba la selección de baloncesto a las 12.49, es decir, 24 minutos después de entrar.

Durante su intervención, Sánchez no ha hecho ninguna alusión a la crisis del Open Arms ni a la propuesta programática de 120 páginas para formar un nuevo Gobierno que le envió Podemos hace unos días. El presidente solo ha tenido palabras para el baloncesto.

Foto y adiós

"Soy un auténtico fan del baloncesto", ha asegurado el líder del Ejecutivo en funciones. "A algunos de vosotros os he visto crecer en la televisión y ahora, en estos años, he podido conoceros".

Sánchez ha dicho que la selección es un ejemplo de un "trabajo bien hecho". Además, ha querido dar las gracias a los integrantes del equipo por "reivindicar la calidad y el compromiso que hay detrás".

Tras hacerse la foto de rigor, ha recibido de la mano del presidente de la Federación Española de Baloncesto, Jorge Garbajosa, una de las medallas que la selección femenina ganó hace unas semanas. Después, el presidente se ha marchado del pabellón sin tener que agachar la cabeza al salir por la puerta.

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