Que el verano está llegando a su fin es una realidad de la que no escapa nadie. Ni siquiera el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que tras pasar doce días de descanso en la residencia presidencial de Las Marismillas, en Doñana (Huelva), ha vuelto a Madrid. Pero en este tiempo se han cruzado dos de las grandes eventualidades que han marcado un antes y un después en la gestión estival del Ejecutivo: la crisis humanitaria del Open Arms y el incendio que arrasa parte de la isla de Gran Canaria.

El líder del PSOE no se ha dejado ver ni se ha trasladado fuera de Doñana hasta este miércoles. Primero, parada técnica en la Moncloa; después, ya durante el jueves, visita a Gran Canaria una vez el fuego ya está controlado —en fase de estabilización—. Será su primer acto tras el parón.

Durante este tiempo, Sánchez ha ido delegando en sus ministros: ya sea en José Luis Ábalos, ministro de Fomento; Margarita Robles, titular de Defensa; Luis Planas, ministro de Agricultura, o en Carmen Calvo, vicepresidenta. Entre los cuatro se han repartido las funciones del Ejecutivo con respecto a ambas tragedias.

"Una mala planificación"

Si bien desde Moncloa afirman que, pese a estar de descanso, Sánchez ha estado “puntualmente informado” de lo que sucedía en el país, desde la oposición han criticado el absentismo del presidente en dos momentos cruciales. Tanto PP como Ciudadanos han registrado solicitudes para que Pedro Sánchez comparezca ante el Congreso para explicar cómo se han gestionado estas crisis.

“Esté o no en Moncloa, sería bueno que diera explicaciones sobre estas cuestiones [Open Arms y el fuego que asola la isla canaria]. Debería también contestar que Torra haya dicho que volverían a dar un golpe a la legalidad, que seguirían insistiendo en romper la convivencia y la Constitución”, explicó el presidente del PP, Pablo Casado, durante su visita a los municipios afectados por el incendio de Gran Canaria. “Eso debería explicarlo el presidente del Gobierno que ha pactado en la Diputación de Barcelona con JxCAT o el gobierno de Badalona con ERC”.

Sobre el Open Arms, Casado también ha azuzado a Sánchez. “No voy a comentar decisiones militares y estratégicas por respeto a los mandos. No voy a valorar si el buque Audaz tenía que zarpar, porque quiero mantener una posición de Estado. Pero Cuanto menos parece que había una mala planificación”.

Cena con jefes de Estado

La agenda del presidente, ahora, está enfocada de nuevo en su investidura, previo paso por Biarritz (Francia) para acudir a la cumbre del G7, al haber sido invitado por Emmanuel Macron. Participará en la cena con jefes de Estado y de Gobierno.

La participación de Sánchez no se extiende al resto de reuniones que mantendrán los miembros del G7. Está por concretar si, aprovechando su desplazamiento a Biarritz, Sánchez pudiera hacer un alto en el País Vasco para entrevistarse con responsables del PNV para hablar de una nueva investidura, que encara su recta final.

El deadline se acerca peligrosamente: si no hay acuerdo entre la izquierda antes del 23 de septiembre, se disolverán las Cortes y se convocarán elecciones generales.

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