A menos de una semana de que comience el debate de investidura, Pedro Sánchez todavía juega a las presiones a unos y a otros para que le den sus votos y permanecer en Moncloa sin "atarse" a pactos con Podemos y los partidos separatistas. A los de Pablo Iglesias les niega la coalición y a Ciudadanos y PP les conmina a "que no bloqueen la gobernabilidad" dado que ellos "no son alternativa porque no suman".

Pero sí suman, si no en números sí en principios. Al punto de que los tienen firmados. El acuerdo firmado con Unión del Pueblo Navarro (UPN) por el que ambas formaciones reforzaron su coalición electoral Navarra Suma (N+) incluye una cláusula que es clave. Ni Pablo Casado ni Albert Rivera podrán llegar a "ningún tipo" de acuerdo con Pedro Sánchez si se consuma el acuerdo en Navarra que busca la socialista María Chivite para ser presidenta de la Comunidad Foral.

"Las investiduras van de la mano", han respondido fuentes de la dirección de UPN a este periódico. "Sánchez o miente o no se lo han explicado cuando dice que una cosa no tiene que ver con la otra. Si gobierna Navarra gracias a Bildu, PP y Cs no podrán negociar con él", explican desde el entorno de Javier Esparza. Es decir, que "su jugada se anula de antemano".

Javier Esparza con Albert Rivera y Pablo Casado en el día de la firma del documento.

Este lunes, Sánchez iniciaba en tromba la semana decisiva para recabar algún apoyo más del único que ha reunido hasta el momento. Si hoy fuese la votación de investidura, el líder del PSOE sólo contaría con sus 123 escaños y el del Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla.

En un tono de campaña, muy agresivo, dio por "rotas" las negociaciones con Unidas Podemos, si bien éstas "nunca han comenzado por la dilación primero y la cerrazón después del PSOE", según fuentes del entorno de Iglesias. Pero sobre todo, desvinculó la votación en el Congreso a su candidatura de lo que ocurra en Navarra.

El presidente en funciones separaba en una entrevista radiofónica su investidura del acuerdo del PSN con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra (IE), a pesar de que este pacto no suma de ningún modo si no es con la aquiescencia de EH Bildu. Los siete diputados de la coalición liderada por Arnaldo Otegi deberían, como mínimo abstenerse. Así, los 23 escaños que suman el PSN (11), G-Bai (9), Podemos (2) e IE (1) serían suficientes en una segunda votación frente a los 20 de N+, en un Parlamento cuya mayoría absoluta está en 26.

Pero según Sánchez, "una cosa no se tiene que mezclar con la otra" porque, dijo, sería tanto como si él pidiera a Casado que permitiera gobiernos socialistas en Murcia, Madrid o Castilla y León, donde el PSOE fue la primera fuerza en las elecciones autonómicas del 26 de mayo. "Sería un bucle de imposible solución".

El documento firmado

Sin embargo, el eje del partido más votado en el que pretendía moverse Sánchez -el PSOE en las regiones por él citadas y N+ en Navarra- no es en el que se mueven PP y Cs. Porque previamente a estas discusiones ya habían firmado con UPN la Declaración por la dignidad del as instituciones navarras y españolas, en la que se puede leer textualmente que "los firmantes nos comprometemos a no alcanzar en el futuro ningún tipo de acuerdo con una formación política que es capaz de pactar y negociar el gobierno navarro con nacionalistas y proetarras".

El acuerdo firmado por los tres partidos que forman la coalición ganadora de las elecciones en la Comunidad Foral desarrolla los argumentos por los que se rechaza el planteamiento de Sánchez. PP, Cs y UPN recuerdan que "después de las últimas elecciones forales", la victoria fue para "los partidos constitucionalistas Navarra Suma 19 parlamentarios y PSN-PSOE 11", que constituyen "una mayoría amplísima para gobernar Navarra".

A continuación, el texto detalla que los socialistas de Chivite han preferido "conformar un gobierno con el nacionalismo vasco y las fuerzas de izquierda radical que precisa del "indispensable apoyo de EH Bildu". Y recuerda que "hemos escuchado las declaraciones de dirigentes nacionales del PSOE que afirmaban que el PSN no pactaría" con lo que PP, Cs y UPN llaman "los proetarras", que "ya ha hecho público que su abstención no será gratis".

De esta forma, Sánchez rechazó que el PSN vaya a facilitar un gobierno de Navarra Suma en la Comunidad Foral a cambio de que los dos diputados en Madrid de N+ le faciliten su investidura, como ofreció el mismo Casado el día de la firma de este documento. Pero para las formaciones coaligadas en N+ esto significa "seguir traspasando una línea roja inasumible desde el punto de vista de la ética y la honestidad democrática" que "supone una deslealtad a Navarra" y que "pierde España".