El expresidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, ha considerado este viernes que "la nueva política" no está respondiendo a las expectativas generadas y ha afirmado que "nunca como ahora" la política ha sido "menos relevante y productiva".

"Se decía que se impulsaría la cultura del acuerdo, pero nunca como ahora han tenido menos éxito las apelaciones al interés general, ni ha sido mayor el descuido de las instituciones", ha dicho Aznar en la clausura del curso de la Fundación FAES, un día después de que PP, Cs y Vox no llegaran a un acuerdo para investir presidente de Murcia al popular Fernando López Miras.

Aznar también ha reprochado a la izquierda que trabaje para "normalizar" la presencia en la vida política de opciones "que serán legales pero inasumibles desde el punto de visa democrático", en referencia a Bildu y a los independentistas y a su posible abstención en la investidura de Pedro Sánchez.

Aznar asegura que la nueva política ha desembocado en un radicalismo nunca antes conocido Atlas

Es más, ha destacado que con esa fragmentación "nada regeneradora" el "nacionalismo radicalizado ha encontrado la coyuntura más favorable para tener un poder de decisión sin precedentes", hasta el punto de que en mayo de 2018, ha proseguido, "un partido nacionalista decidía el Gobierno de España" a través de una moción de censura.

Respecto a los soberanistas, el expresidente ha asegurado que en Cataluña "no hay un camino sin retorno hacia la ruptura, ni un lugar en Europa para un proceso secesionista como el que plantea el independentismo catalán".

Ha advertido de que "si alguien se empeñase en recorrerlo", el único destino sería un "desastre cívico inimaginable".

Aznar ha acusado al nacionalismo catalán de querer convertir a más de la mitad de la población en extranjeros y eso, ha dicho, sería "una catástrofe inaceptable".

Por ello, ha pedido al Govern catalán que "más que en el riesgo de empequeñecimiento piense en engrandecerse" dentro de una España constitucional.

Y ha criticado las exhibiciones de agitación "que pasean la extravagancia" y a sus dirigentes políticos, a quienes ha acusado se sobrepasar "todos los límites del ridículo, la incompetencia o la indignidad, según se mire y en el orden que se quiera".

Aznar ha afirmado que en Cataluña no está en juego la independencia sino la existencia de una sociedad libre y democrática.

Además, el expresidente ha acusado al nacionalismo, no sólo en España también en Europa, de haberse convertido en una "versión posmoderna del totalitarismo, peligrosa y amenazante" para la paz y la prosperidad del continente.

En su discurso Aznar también ha reclamado la puesta en marcha de la agenda de reformas, "neutralizada por la inacción política e institucional" del actual Gobierno en funciones.

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