El ex Jemad de Podemos, Julio Rodríguez, aterrizó en la política pagando un precio muy alto: el Gobierno de Mariano Rajoy lo expulsó de la carrera militar pocos días antes de entrar en situación de retiro, se quedó sin medallas y sin pensión. Todo por sus ideas políticas, ilusionado como estaba ante el surgimiento de Podemos como alternativa y con la llamada de Pablo Iglesias para unirse al equipo. Cometió el error de dejar que el partido morado anunciara su fichaje demasiado pronto... y con una foto de uniforme.

Ése fue el primer golpe.

Desde hace poco más de un año, Julio Rodríguez, el ex general del Ejército del Aire, es el líder de Podemos Madrid Ciudad, por deseo expreso de Iglesias y votación masiva de los militantes, que aún no le han dado una derrota al secretario general. Ni en consultas, ni en primarias, ni en Vistalegres... Pero los elegidos de Iglesias no son intocables.

El ex Jemad se ha quedado fuera de la lista de Manuela Carmena para el Ayuntamiento, a pesar de que estaba destinado a ser su número dos. La alcaldesa lo dejó claro en una entrevista en Onda Cero: "Es muy majo... No cuento con él".

La nueva socia de Íñigo Errejón se está haciendo fuerte y, con sus formas de abuelita encantadora, está marcando el terreno al partido que la designó como candidata hace cuatro años. La alcaldesa no está dispuesta a tragar con cuotas partidarias ni equipos ineficientes: quiere repetir, pero poniendo ella las condiciones. Y en sus planes no entra Rodríguez.

"En principio, no he pensado en nada para él", respondió Carmena a Carlos Alsina. "Está excesivamente vinculado a las elecciones primarias de uno de esos partidos", dijo. Uno de esos partidos para los que ella no tiene espacio. "Yo no quiero partidos políticos en la plataforma Más Madrid", explicó, "personas que vengan de partidos, claro; escuchar lo que opinan esos partidos, por supuesto; pero el gobierno municipal es independiente y yo tengo que elegirlo por las capacidades de mis concejales, no por cuotas".

Es decir, que las capacidades y habilidades de Rodríguez no le cuadran a la ex jueza para su plan de gobierno en la capital. Quizá tenga que ver que su experiencia como número dos de la lista y ruinoso reclamo electoral, en Zaragoza el 20-D de 2015 y en Almería el 26-J de 2016.

En el primer caso, Iglesias lo envió a la capital aragonesa, donde en el pasado había dirigido la Academia del Aire, para conseguir un escaño más que los que vaticinaban las encuestas. Agua. En el segundo, se le destinó a Almería para asegurarle el puesto; pero Unidos Podemos perdió el segundo diputado en la provincia conquistado seis meses antes. Tras perder su uniforme con estrellas, estos dos nuevos golpes lo dejaron muy tocado en el partido.

¿Jefe de policía local?

"Hombre, en lo que sí tiene mucha experiencia es en dirigir cuerpos que se rigen por el principio de la disciplina", matizó Carmena, a medio camino entre la sorna para con el alfil de Iglesias y la puerta abierta para evitar más roces con Podemos, muy irritado aún con la espantada de Errejón a su plataforma. "Así que si Julio está interesado, a lo mejor en el área de Policía Municipal...".

Lo que decía Carmena sobre que el exmilitar está muy vinculado a unas primarias era nada menos que respirar por la herida de su equipo más cercano: los cinco concejales liderados por Rita Maestre -errejonista declarada- que se negaron a participar en las primarias locales del partido alegando que se habían visto relegados a puestos muy bajos. 

Julio Rodríguez, Manuela Carmena y Rita Maestre. E.E.

Todos ellos hicieron un errejón antes que éste lo bautizara y anunciaron su integración en la plataforma de la alcaldesa. Rodríguez, ya líder local madrileño por expreso deseo de Iglesias, les abrió expediente y, de inmediato, los expulsó. "Estamos fuera", declaró Maestre a este periódico, "pero habrá acuerdo con Podemos, estoy segura". Se refería a las listas municipales, en las que Rodríguez tenía como destino -una vez más- el segundo puesto tras Carmena. Pero éste ha sido el cuarto golpe.

Después de estrellarse en las elecciones generales de diciembre de 2015 al no sacar escaño por Zaragoza, fue trasladado a Almería, una misión aparentemente sencilla para este estratega de alto rango. Bastaba con defender posiciones, pero su número dos en la lista resultó otro error de cálculo de Iglesias: y es que su "pacto de los botellines" con Alberto Garzón sólo cumplió con una de las expectativas, la de Íñigo Errejón, que no veía oportuno unirse a IU. La suma fue resta, ya que se perdió un millón de votos en sólo seis meses tras la combinación Unidos Podemos.

Así, en el cuarto golpe que recibe desde que atendió la llamada a filas de Iglesias, la carrera política del ex Jemad se vuelve a cruzar con la de Errejón de manera tangencial. El desembarco del ex amigo de Iglesias en la plataforma de Carmena ha "roto puentes" con Podemos, tal como dijo la portavoz Irene Montero.

Manuela Carmena e Iñigo Errejón. Efe

Ahora, la alcaldesa y el candidato sí invitan a IU a sumarse. Y a Equo, y a Podemos... e incluso al PSOE si quisiera, pero no al ex Jemad. Porque todo se hace bajo la decisión personalista de quienes encabezan la lista: Carmena en la ciudad, Errejón en la Comunidad. Podemos tendrá que buscarle acomodo en otro sitio