Bruselas

Las quejas presentadas contra TV3 en Bruselas por manipulación informativa y por estar al servicio de la causa independentista han sido objeto este martes de un acalorado debate  en la comisión de Peticiones de la Eurocámara. Populares, socialistas y liberales (grupo al que está adscrito Ciudadanos) han pedido seguir investigando las denuncias y exigir explicaciones sobre la falta de objetividad a los Gobiernos catalán y español, a los directivos de la cadena y al Consejo Audiovisual de Cataluña. Por su parte, los eurodiputados de Esquerra Republicana y de Izquierda Unida han tachado las denuncias de partidistas y electoralistas y han reclamado que se cierre el caso.

Finalmente, el vicepresidente de la comisión de Peticiones, el popular eslovaco Pal Csaky, ha decidido mantener abierto el expediente y enviará sendas cartas al Gobierno español y al Gobierno catalán expresando su preocupación por las denuncias y solicitando aclaraciones. También ha pedido al Ejecutivo comunitario y a la comisión de Cultura de la Eurocámara que sigan de cerca el caso. Sin embargo, el expediente ya no volverá a debatirse hasta después de las elecciones europeas de mayo, cuando se constituya el próximo Parlamento.

Durante el debate, la portavoz de la Comisión, Ana Balcells, ha explicado que la organización y financiación de los medios de comunicación de titularidad pública es una "competencia exclusiva" de los Estados miembros y por eso la UE no puede intervenir. Eso sí, ha explicado que España se encuentra en un "riesgo de pluralidad medio y un riesgo alto en lo que se refiere a la concentración de medios de comunicación", según el informe anual que financia Bruselas. "No tenemos datos sobre la situación de Cataluña, pero el informe pone de manifiesto que existieron quejas por el nombramiento de uno de los directores de TV3", ha dicho la portavoz, en referencia al caso de Vicent Sanchís, rechazado por los propios trabajadores del ente.

El PSOE cambia de postura

La principal novedad de la discusión ha sido el cambio de postura del PSOE, que el pasado octubre impidió que la Eurocámara investigara la manipulación informativa en TV3, aliándose con los independentistas y con Izquierda Unida, y que ahora se ha sumado a las peticiones del PP y Ciudadanos. "Esta petición debe mantenerse abierta", ha dicho el eurodiputado socialista José Blanco, que ha evitado criticar a TV3 y ha defendido que la exigencia de pluralidad debe aplicarse a todos los medios públicos. "Yo he formado parte de un Gobierno que decidió despolitizar la televisión pública en España, algo que fue reconocido por todos", ha resaltado.

"En este momento, la televisión catalana es una televisión al servicio de la causa independentista, secuestrada por el independentismo, donde con dinero de todos se aparta a la gran mayoría de la sociedad que no es independentista", ha asegurado la portavoz del PP, Rosa Estarás. Un diagnóstico en el que coincide el líder de Ciudadanos en la Eurocámara, Javier Nart, que ha denunciado una "manipulación absolutamente clamorosa" en TV3, que a su juicio constituye un "caso sangrante".

"Los medios públicos catalanes han sido herramientas de propaganda para convertir a los votantes nacionalistas en independentistas. Sin TV3 no habría sido posible. Tampoco habría sido posible el clima de xenofobia en que se desarrolló el intento de golpe de Estado en Cataluña", sostiene la liberal Beatriz Becerra, vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara.

Los independentistas ven una campaña de desprestigio

Los dos eurodiputados de Esquerra Republicana, Josep Maria Terricabras y Jordi Solé, han defendido que TV3 es una televisión de calidad que se rige por criterios profesionales y han atribuido las denuncias a una campaña para desprestigiar a las instituciones catalanas. Terricabras admite que "el nombramiento del director general de TV3 efectivamente fue contestado por los trabajadores", pero añade que "desde entonces no ha habido ninguna otra queja".

"Esto es lo que ustedes han venido a hacer aquí, electoralismo puro y duro. TV3 está en el punto de mira del nacionalismo español más desenfrenado, esto forma parte de una estrategia de la difamación", sostiene Solé. También las portavoces de Izquierda Unida, Marina Albiol, y del BNG, Ana Miranda, han acusado al PP de desvirtuar el papel de la Eurocámara y utilizarla para fines partidistas. 

El debate se ha iniciado con la intervención de los dos denunciantes. "Estamos cansados de comprobar cómo se adoctrina a los niños, cómo se manipulan los hechos, como se alimenta un clima de división social, cómo se ejerce sin límite alguno lo que llaman  libertad de expresión, como se coloca sólo a los profesionales afines ideológicamente y cómo se derrochan abundantes recursos públicos", ha dicho Sergio Santamaría, que fue diputado del PP en el Parlamento catalán.

"Pedimos amparo y que se investigue la falta de pluralidad de TV3 y Catalunya Ràdio", ha reclamado Cristian Escribano, el otro peticionario. "Estamos cansados de una televisión pública que da la espalda a más de la mitad de la población"  y que es un instrumento "a favor del separatismo", ha agregado.

En representación del Consejo Profesional de TV3, el periodista Lluís Caelles les ha replicado que la televisión pública catalana es "líder en calidad, credibilidad e imparcialidad". "No podemos apoyar una demanda distorsionada y engañosa que está políticamente motivada", ha alegado.

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