Cuando todo parecía ir sobre ruedas, el PP y Vox han encallado en el barro del documento de máximos presentado por los de Santiago Abascal. Tras una reunión de 6 horas en Madrid entre la plana mayor de ambas formaciones —Teodoro García Egea, Javier Maroto y Marta González para los populares; Javier Ortega Smith, Rafael Bardají y José Francisco Contreras, de Vox—, se han emplazado a una nueva mesa de acuerdo este miércoles, independiente de la que mantendrá el PP con Cs en Sevilla.

PP y VOX vuelven a reunirse hoy tras no llegar a ningún acuerdo ayer

Sobre la mesa, las 19 peticiones que ha planteado el partido de extrema derecha, con las medidas de derogación de la Ley contra la violencia de género andaluza, la de promoción de la igualdad y la de los derechos LGTBI a la cabeza. En el Partido Popular no ha sentado bien el documento aportado y ni se han planteado aceptar el texto inicial. Ya avisaban a media tarde: era un escrito “inaceptable” y que incluía puntos que eran “un auténtico despropósito”. Pero no se trata de blancos o negros: los populares no se han levantado de la mesa negociadora y pretenden construir el apoyo a la investidura de Juanma Moreno Bonilla como presidente andaluz en las próximas horas.

Desde el PP se ha visto el texto con distintos prismas: si bien en el entorno de la dirección nacional de partido existe el convencimiento de que, aun siendo firmes, deben dialogar con Vox de manera fluida para articular todas las posibilidades de cambio, otras voces se han alzado en el partido para intentar frenar las cesiones. Líderes como Alberto Núñez Feijóo o el portavoz popular en el Parlamento vasco, Borja Sémper, se han desmarcado de las propuestas, especialmente las que a violencia de género conciernen.

Vox cree que están siendo generosos

Vox, por su parte, considera que su postura está siendo generosa. Se desmarcan de Ciudadanos y creen que, al menos, con ellos se puede negociar sin líneas rojas, no sobre "un acuerdo cerrado". Además, Abascal considera que los 19 puntos planteados en el documento son "son propuestas para negociar y no órdagos".

Sin embargo, los populares ven la situación de otra manera. En una primera valoración de la reunión a media tarde de este martes, consideraban que los de Abascal estaban “desperdiciando una oportunidad histórica para que haya un cambio en Andalucía después de casi 40 años de socialismo”.

Los populares acudían a la mesa de negociación con la idea inicial de revalidar la mayoría que propició la formación de la Mesa del Parlamento andaluz. Fuentes de la dirección nacional del partido afirmaban que sólo partirían de "líneas generales para Andalucía". "Ya ha llegado la hora: se tienen que retratar sí o sí", admitían. Y dentro de esa circunscripción no cabe la violencia de género —"No entendemos líneas generales en algo tan complicado como la violencia doméstica y de género"—.

El reloj ya está en marcha y el momento en el que la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet (Cs), tenga que proponer al candidato a la investidura se acerca. Será este jueves. Mientras, los representantes de la derecha esperan a los minutos finales. En juego está que la formación de un nuevo Gobierno en Andalucía, la perpetuación de Susana Díaz como presidenta o la repetición de elecciones. Nada más.