Bruselas

Los esfuerzos del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fugado en Bruselas, para recabar apoyos internacionales al procés o al menos una mediación de la UE en la crisis catalana siguen cosechando fracasos. El Partido Popular Europeo (PPE) -la principal familia política comunitaria de la que forman parte la canciller Angela Merkel o los presidentes de la Comisión, Jean-Claude Juncker; el Consejo, Donald Tusk; y la Eurocámara, Antonio Tajani- ha aprobado este miércoles en el congreso que celebra en Helsinki una resolución en la que "condena" el "secesionismo ilegal" como el practicado por Puigdemont y ERC y se compromete a no reconocer nunca una independencia unilateral de Cataluña.

La votación supone además un espaldarazo al nuevo presidente del PP, Pablo Casado, que ha sido el impulsor de la resolución, titulada "Los intentos de secesión en Cataluña son contrarios a la ley y la democracia". En su intervención en Helsinki, Casado ha definido al populismo y el nacionalismo como "los totalitarismos del siglo veintiuno" y ha agradecido el apoyo de los populares europeos. "Un ataque a los derechos, las libertades y la Constitución de un Estado miembro acaba siendo una afrenta al resto de la comunidad europea", ha dicho Casado. También ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de generar un "efecto llamada" con su política migratoria y ha equiparado sus presupuestos a los de Italia, que han sido rechazados por Bruselas.

"El PPE condena todo secesionismo ilegal en tanto que realidad política alterada, contraria a la ley, al Estado de derecho y a la propia democracia", reza la resolución, que se ha aprobado a mano alzada por una gran mayoría, aunque con media docena de abstenciones. Cualquier intento de independencia unilateral, resalta el texto, "no será reconocida internacionalmente" ya que se trata de "políticas radicales y minoritarias que han chocado con la ley, la justicia y el poder judicial y que ponen en peligro la democracia y el Estado de derecho". La UE "defiende la unidad e integridad territorial de todos los Estados miembros".

Un proceso ilegal todavía en marcha

El partido de Merkel, Juncker y Tusk denuncia que "los secesionistas en Cataluña han intentado ignorar la Constitución mediante un proceso todavía en marcha de adoptar decisiones que van contra la legislación vigente, contra los valores europeos y contra el Estado de derecho". La actuación de los independentistas "genera inestabilidad política e incertidumbre" y "afecta al crecimiento económico, la creación de empleo y la prosperidad".

Desde la aprobación de las leyes de secesión y el referéndum del 1-O de 2017, los independentistas "no han parado de desafiar el Estado de derecho, exacerbando la tensión entre los españoles que viven en Cataluña y dividiendo a la sociedad para lograr sus metas políticas", apunta la resolución. El resultado es "una sociedad catalana dividida entre un 48% de secesionistas y un 52% de no secesionistas", así como una "grave inestabilidad política y económica" que se ha traducido en una fuga de empresas.

Los populares europeos resaltan que "España es una democracia consolidada regida por el Estado de derecho y con todas las garantías legales". "El supuesto ejercicio del derecho de autodeterminación no está permitido en la Constitución española, en el derecho internacional ni en las resoluciones de la ONU", asegura la resolución. Pese al "desvío" de fondos públicos para financiar "una masiva maquinaria de propaganda internacional", ningún país del mundo reconoció la declaración unilateral de independencia del 27-O.

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