Resulta insólito que las posiciones políticas de los ciudadanos puedan servir como excusa para tratar de justificar un común hurto, la sustracción del dinero de una cartera. Sin embargo, eso es justo lo que le ha ocurrido a una militante del partido de Albert Rivera en el País Vasco. Perdió su billetera y la recuperó “vacía”, con una nota en la que el anónimo remitente aseguraba que destinaría lo robado, 400 euros, a “los presos políticos” catalanes

La empresaria vitoriana Marta Saldaña, candidata de Ciudadanos por Álava, no salía de su asombro cuando hace unos días la Policía Municipal le entregó el billetero que había perdido el día 2 de noviembre en el corto trayecto, de apenas 50 metros, que dista entre su casa en Vitoria y un bazar chino donde acababa de realizar unas compras. Iba cargada con dos bolsas y su idea es que la cartera pudo caérsele de la bandolera al cruzar la calle. Avisó a la Policía que al cabo de unos días le anunció que el objeto perdido había aparecido “en un buzón de Correos”.

Sus tarjetas de crédito y sus documentos de identificación -DNI, carné de conducir…- permanecían intactos. No faltaban tampoco las fotos familiares ni los tickets de compra. Lo único que no estaba era el dinero. Los 400 euros que llevaba habían desaparecido y en su lugar el autor del hurto le había dejado una nota escrita a mano en una cuartilla blanca doblada. En el papel se dirigía a ella tuteándola y llamándola por su nombre y le anunciaba la devolución de la cartera al mismo tiempo que justificaba la sustracción del dinero.

La nota aseguraba que el autor del hurto destinaría lo robado a “los presos políticos” catalanes.

“Notarás que falta el dinero. Ha ido a la caja de resistencia pro presos políticos de Cataluña para paliar el el daño que partidos como el tuyo está haciendo. ¡¡¡Salud y República!!!”, había dejado escrito el ladrón.

ANÓNIMO CON POSTDATA

Marta Saldaña milita en Cs y ha integrado sus candidaturas pero no es una persona a la que se asocie con facilidad con la formación naranja, cuya presencia en el País Vasco es muy residual y su representación está concentrada básicamente en su coordinador, Nicolás de Miguel, y el concejal de Getxo, Santiago Sáinz, el único edil que posee el partido en toda la comunidad autónoma.

El partido de Rivera apenas tiene implantación en suelo vasco, donde fricciones internas le han llevado además a perder el otro concejal del que disponía, en la localidad alavesa de Laguardia, y a la expulsión de su único representante en los órganos territoriales, un miembro de las Juntas Generales de Álava.

Saldaña ha formado parte de las candidaturas electorales de Cs pero siempre en puestos de relleno para completar las listas. Se presentó en el número 19 al Ayuntamiento de Vitoria en 2015, como primera sustituta en las elecciones al Parlamento Vasco de 2016 y la cuarta al Congreso de los Diputados en las últimas generales. Su participación en las campañas ha sido escasa y nunca ha tenido un papel protagonista dentro del partido, cuya actividad en Álava ahora mismo es prácticamente inexistente.

Tampoco su militancia en Ciudadanos le ha causado problema alguno, ni ha recibido recriminaciones por las posiciones que mantiene el partido de Rivera frente al independentismo catalán y la aplicación del 155, según señala la propia Marta Saldaña a EL ESPAÑOL.

Marta Saldaña, con gafas de sol junto al coordinador de Ciudadanos en el País Vasco, Nicolás de Miguel, y otras dos candidatas.

Todas estas circunstancias y la postdata del anónimo dejado en su cartera, en la que se le insta a pagar a la Seguridad Social lo que “debe”, llevan a pensar que el ladrón no tiene por qué ser alguien de su entorno o que conociera de antemano su militancia, pese a la alusión a su partido y a la familiaridad con la que se dirige a ella. Una simple búsqueda en Google deja al descubierto los datos de las listas electorales de cada comicio junto a una antigua deuda de Saldaña con la Seguridad Social, de cerca de 1.500 euros, publicada en 2010 en el Boletín del Territorio Histórico de Álava.

PASADO POLÍTICO

La víctima del peculiar hurto dirige una agencia inmobiliaria y no ha hecho de la política su profesión, aunque Ciudadanos no es el único partido cuyas listas ha integrado. Durante la década de los 2000 militó en Unidad Alavesa, formación foralista fundada por Pablo Mosquera ya desaparecido. Fue de número 2 al Parlamento Vasco en 2005, cuando la organización ya estaba en pleno declive y próxima a su desaparición. Cuatro años antes, sin embargo, llegó a ser nombrada presidenta del partido durante un congreso, aunque sólo permaneció 72 horas en su cargo. A los tres días dimitió porque, según recuerda ahora, no quería asumir la portavocía de UA ni tampoco estaba dispuesta a que le pusieran escolta, obligatorio para los dirigentes constitucionalistas en aquella época en la que la amenaza de ETA seguía vigente.

Saldaña presentó el martes denuncia ante la Ertzaintza por el dinero sustraído y será la policía autonómica vasca a quien corresponda investigar qué pasó con su cartera y la autoría de la nota que le hace corresponsable de la línea que Ciudadanos mantiene en Cataluña. Paradójicamente, es castigada por su adscripción ideológica en un momento en el que se siente muy distanciada del discurso oficial de la organización naranja por sus críticas al concierto y al cupo. Un posicionamiento que explica los nulos resultados de Rivera en el País Vasco y que en el caso de Marta Saldaña puede hacer incluso que se replantee su militancia.

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