Bruselas

La crisis catalana no le parece a Bruselas una excusa suficiente como para retrasar indefinidamente la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018, como ha hecho el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Al fin y al cabo, España sigue siendo el país de la UE con mayor déficit público y el único, junto con Francia, sujeto al procedimiento sancionador por desfase excesivo. El alto nivel de déficit y deuda hacen que España siga siendo muy vulnerable a un cambio repentino de sentimiento en los mercados.

Por todo ello, la Comisión ha remitido este viernes una carta al ministro de Economía, Luis de Guindos, en la que le pide que apruebe "cuanto antes" un borrador de cuentas públicas actualizado para el año que viene. Un proyecto presupuestario que garantice el objetivo de reducir el déficit público hasta el 2,1%, por debajo del umbral del 3% que exige el Pacto de Estabilidad.

"Invitamos a las autoridades españolas a enviar, lo antes posible, un plan presupuestario actualizado a la Comisión y al Eurogrupo que asegure el cumplimiento de los objetivos", señala la misiva, firmada por el vicepresidente Valdis Dombrovskis y el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

Guindos asegura que cumplirá

Según las normas de la UE, todos los países de la eurozona deben mandar a Bruselas su proyecto de presupuestos antes del 15 de octubre. El Gobierno de Mariano Rajoy ha remitido al Ejecutivo comunitario una prórroga de las cuentas de 2017, dado que el agravamiento de la crisis catalana ha hecho estallar el pacto que estaba negociando con el PNV para sacar adelante los Presupuestos de 2018.

En su carta, Dombrovskis y Moscovici avisan de que la prórroga no garantiza una reducción suficiente del déficit público. Aunque sí se cumplirá la meta del 3,1% este año, para 2018 se prevé un desfase del 2,3% del PIB, una décima por encima del objetivo. Además, tampoco se logrará el ajuste estructural del 0,5% del PIB prometido. En el plan remitido a Bruselas, el Gobierno rebaja tres décimas, del 2,6% al 2,3%, su previsión de crecimiento para el año que viene por la crisis catalana.

Desde el ministerio de Economía restan importancia al aviso de Bruselas. Resaltan que la diferencia respecto del déficit previsto para 2018 es de apenas una décima. Y que en todo caso España tendrá un desfase muy inferior al 3% el año que viene. "En cuanto se envíe el Presupuesto definitivo para 2018, el déficit será del 2,2%, es decir, se cumplirá el objetivo", señalan las fuentes consultas. El Gobierno ha dicho que espera aprobar las cuentas a principios del año que viene.

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