La Iglesia, el Ibex 35 y la monarquía. Estos son los tres temas que Podemos ha querido colocar en el debate público en los últimos días. En todos los casos Pablo Iglesias, Irene Montero y los suyos han arremetido con gruesas palabras y severas denuncias contra el clero, los grandes empresarios y la Casa del Rey. Prueba evidente de que la hoja de ruta del partido morado que salió de Vistalegre 2 ya está en marcha. Un camino que cada vez se escora más a la izquierda.

En los prolegómenos de la segunda Asamblea Ciudadana, cuando a Iglesias y al resto de portavoces afines se les preguntaba por su “radicalización”, solían responder que no les molestaba que les llamasen “radicales” porque el término “radical” se refiere a “la raíz de las cosas”. Y cuando se les cuestionaba por el duro tono que a veces empleaban, afirmaban que “es mejor decir la verdad” aunque suene mal que contemporizar para no parecer demasiado vehementes y espantar a algunos votantes.

La hora de hablar claro

Precisamente la corriente de Íñigo Errejón representaba un modo de hacer política que, en su afán por llegar a amplias capas sociales, recurría a un lenguaje menos directo y más contemporizador. Moderados en las formas aunque igual de contundentes en el fondo. De hecho, uno de los debates ideológicos que atravesó Vistalegre 2 tenía que ver con el tono que debe utilizar Podemos. Y otro, relacionado íntimamente con el anterior, es si la formación morada debía acercarse más al PSOE, como creía Errejón, o más a IU, como quería Iglesias.

Una vez que Iglesias y los suyos se impusieron con claridad, llegó la hora de hablar claro y sin tapujos. El nuevo estilo de hacer oposición de Podemos ya ha ido quedando claro en los diferentes enfrentamientos con portavoces del PP en sede parlamentaria. “Que el PP se vaya acostumbrando a que le digan las cosas claras”, decían los dirigentes del partido de los círculos justo después de Vistalegre 2.

Tres banderas de la izquierda y un nuevo argumentario

La novedad de la última semana, por tanto, no tiene que ver con las formas empleadas, sino con los temas de fondo que Podemos ha intentado colocar en la agenda. Bajo el paraguas de “la trama”, su nuevo concepto de cabecera, el partido más mediático y más preocupado por construir “el relato político” se ha centrado durante la última semana en atacar a la Iglesia católica, el Ibex 35 y la Casa del Rey. Tres banderas de la izquierda tradicional que el partido de los círculos está agitando para alborozo de sus socios de IU y para disgusto de los perdedores de Vistalegre 2.

Iglesias y sus correligionarios han acentuado su perfil contrario a estos tres estamentos. Por un lado, han lanzado una suerte de ofensiva contra la Iglesia católica, tanto por la emisión de la misa en TVE como por sus bienes inmatriculados. Además, han redoblado sus críticas feroces a las grandes compañías. Sin ir más lejos, la primera reunión del gobierno en la sombra de Podemos se centró en preparar una estrategia contra estos empresarios de “la trama”. A muchos de ellos los intentarán sentar en la comisión de investigación parlamentaria sobre la corrupción del PP.

“Como Juan Carlos”

Y, por último, las caras visibles de Podemos han empezado a mostrar que la Casa del Rey está en su punto de mira. El pasado 11 de marzo el programa Fort Apache que presenta Iglesias estuvo centrado en la “Justicia real” a raíz de la condena a Iñaki Urdangarin. En esa línea, el pasado viernes, 17 de marzo, Gloria Elizo, vicepresidenta cuarta del Congreso de los Diputados y secretaria de Acción Institucional de Podemos, publicaba un artículo en Público sobre “la trama” que concluía diciendo que “las cosas no van a volver a ser como cuando Juan Carlos”, en clara referencia al rey emérito.

Sin duda, en esta nueva estrategia política de Podemos entronca con los cambios en la formación tras Vistalegre 2. Dos pretorianos de Iglesias son las cabezas pensantes que han puesto en marcha los nuevos mensajes del partido morado. Se trata del responsable de Argumentario, Pedro Antonio Honrubia, y el responsable de la Secretaría de Comunicación, Juanma del Olmo. Enemigos de los errejonistas en la previa a Vistalegre 2, ellos son ahora los principales hacedores del discurso de Podemos. Un discurso más a la izquierda.

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