Jorge Sáinz Ana I. Gracia

¿Está más cerca Ciudadanos de apoyar con un la investidura de Mariano Rajoy? La reunión entre Albert Rivera y el candidato a la Presidencia ha disparado el optimismo en las filas del Partido Popular. La vía de diálogo abierta entre los líderes y el anuncio de una nueva reunión la semana que viene han sido suficientes para que los portavoces del PP que resisten el agosto de Madrid se lanzasen a los medios de comunicación a vender mensajes de optimismo. En su opinión, es posible convencer a Rivera y confían en que los 32 diputados de Ciudadanos conviertan su anunciada abstención en un a Rajoy en el debate de investidura. El vicesecretario de Organización de PP, Fernando Martínez-Maillo, dijo este jueves que con los apoyos de Ciudadanos sería más fácil la abstención del PSOE.

José Luis Rodríguez Zapatero apuntaló la idea de forma inesperada con un declaración en León. El expresidente del Gobierno dijo que el PSOE tiene que tomar una posición con “el máximo consenso” para decidir si hay que reconsiderar la posición del partido de cara a la investidura de Mariano Rajoy.

Desde Ferraz, donde “respetan” la opinión del expresidente y no la cuestionan, cierran filas en torno a la decisión que ya se tomó en un comité federal el 9 de julio. En aquella reunión, el PSOE se comprometió a no facilitar nunca una investidura encabezada por Mariano Rajoy. La situación de ingobernabilidad que atraviesa el país solo se desatascaría si el PSOE accediese a abstenerse en un pleno donde el candidato del rey pidiese la confianza de la Cámara. Un punto que siguen rechazando los socialistas porque, insisten, al PP pueden salirle los números “si negocia con las derechas”.

El mensaje de Ferraz, incluso el de Podemos pidiendo al PSOE que no bloquee o busque otra alternativa de izquierdas y el optimismo del PP contrastan con los mensajes contundentes que llegan desde el partido de Rivera. El secretario general de su grupo parlamentario, Miguel Gutiérrez, se hartó de repetir que Ciudadanos no negocia para pasar de la abstención al . Estas son las razones por las que C's no cambiará su voto.

1. El peso de la hemeroteca

A diferencia de una calculada ambigüedad el 20-D, la campaña de Rivera en las pasadas elecciones de junio fue mucho más clara en sus mensajes. El líder de Ciudadanos dejó muy claro desde el principio que su partido ni apoyaría ni estaría en un gobierno presidido por Mariano Rajoy. El ejemplo más claro de la posición de Rivera se vivió en el único debate a cuatro entre los candidatos.

Mientras Rajoy e Iglesias apenas se rozaron, el candidato naranja lanzó una durísima andanada contra el presidente en funciones recordando los casos de corrupción que afectan al PP y los presuntos sobresueldos cobrados por el propio Rajoy según los papeles de Bárcenas. Ciudadanos defendió entonces, como ahora, que para dar su voto afirmativo o incluso plantearse entrar en un Ejecutivo de coalición, el gobierno necesitaba regeneración y, por lo tanto, caras nuevas. Según Rivera, Rajoy es el responsable político de la corrupción que sacude al PP.

Si Rivera decidiera ahora apoyar a Rajoy, el peso de la hemeroteca sería quizá demasiado pesado como para aguantarlo políticamente.

2. C's ya ha movido su voto

Si en algo ha sido coherente Ciudadanos es en negociar siempre con el candidato designado por el rey, y por lo tanto, el encargado de intentar gobierno. En enero, poco después de que Felipe VI nominase a Pedro Sánchez tras la negativa de Rajoy, Ciudadanos inició los contactos con el PSOE. En aquel momento, el partido de Rivera y el PSOE sumaban 130 diputados. Ciudadanos dijo que la negociación era para la abstención y al final acabó votando sí tras firmar el llamado pacto de El abrazo.

En esta ocasión, y sin diálogo previo, Rivera ya ha modificado su posición de salida. En campaña, dijo que no apoyaría la investidura de Rajoy ni por activa ni por pasiva. Pero el líder de Ciudadanos anunció que su partido se abstendría en un “ejercicio de responsabilidad” para favorecer la formación de gobierno y el inicio de la legislatura. Es difícil que después de este cambio vuelva a moverse por segunda vez.

3. No hay mesa de negociación

Otro de los indicios que apuntan a que Rivera se queda en la abstención es su rechazo a designar un equipo negociador. Lo hizo con el PSOE, con el que acabó logrando un acuerdo de gobierno. Rivera declinó una oferta similar de Rajoy. El líder de Ciudadanos circunscribió al diálogo entre líderes y el contacto económico entre los 'Luises' Guindos y Garicano la vía permanente abierta el miércoles con el PP.

4. Rajoy no es Sánchez

En Ciudadanos dicen que nunca han hablado de veto a Rajoy. Rivera ha recibido presiones para actuar con Rajoy como lo hizo con Sánchez hace sólo unos meses. Pero la formación naranja recuerda entonces sus mensajes de campaña sobre la regeneración. En privado, los dirigentes de Ciudadanos dicen además que “Rajoy no es Sánchez”.

Una frase con la que explican que el secretario general del PSOE es un líder relativamente nuevo, apenas dos años al frente del partido, con una hoja de servicios limpia hasta el momento.

5. El 'sí' no garantiza la abstención del PSOE

Es quizá uno de los argumentos más repetidos desde las filas del PP. El mensaje, amplificado en algunos altavoces mediáticos, es que un de los 32 diputados de Rivera daría a Rajoy 169 escaños en la investidura, a sólo siete de la mayoría absoluta del Congreso. Esta teoría sugiere que con estos números el PSOE no tendría más remedio que prestar algunos diputados para la formación de gobierno.

Ciudadanos no lo compra. Rivera insiste en que el PSOE jamás les ha trasladado esa posibilidad. Y que nadie garantiza que un de Ciudadanos conlleve una abstención del PSOE. “Si el PSOE actúa en función de cómo lo haga Ciudadanos, entonces apaga y vamos”, dice un destacado dirigente de la Ejecutiva naranja. “Aquí cada uno toma sus propias decisiones”.

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