Molina de Segura

El jueves 14 de enero cinco pacientes estaban citados a las 14:15h en el Centro de Salud Antonio García de Molina de Segura. Entre los usuarios que aguardaban su turno para vacunarse contra la Covid estaba la alcaldesa del municipio, Esther Clavero, diagnosticada de cáncer.

El Servicio Murciano de Salud todavía no había iniciado la vacunación de ningún paciente oncológico en la Región de Murcia. Sin embargo, Clavero se inoculó la primera dosis. Este jueves, la regidora socialista compareció para mostrar su "empatía" con el resto de enfermos de cáncer, consciente de la indignación que pueden estar sintiendo. Pero reiteró que no dimitirá.

“Me vacuné con más gente, con el centro de salud abierto, como consta en el expediente, por lo tanto quiero que quede claro que fui porque me llamaron y por las razones que se indican en el informe”, aseguró.

No obstante, el informe en el que se apoya Esther Clavero para justificar su vacunación y no dejar la Alcaldía es papel mojado. De hecho, el Servicio Murciano de Salud (SMS) ya investiga al coordinador del Centro que expidió el citado informe y que, supuestamente, le prescribió la vacuna.

“El SMS -Servicio Murciano de Salud- ha abierto una información reservada al sanitario que firma un escrito justificando la vacunación de la alcaldesa de Molina, Esther Clavero. Se trata de un escrito particular y en ningún caso avalado por la gerencia del Servicio Murciano de Salud”, confirman fuentes de la Consejería de Salud a EL ESPAÑOL.

Las sospechas

El documento, al que ha tenido acceso este diario, levanta muchas sospechas a las autoridades sanitarias. La primera es su aparente incoherencia temporal: la regidora se vacunó el 14 de enero y el informe se emitió con fecha del 20 de enero.

La segunda es la firma. El informe no lleva la rúbrica de la jefa del Servicio de Enfermería que se encargó de la consulta en la que se vacunó: solo está refrendado por el coordinador médico del centro.

La tercera sospecha: la regidora guarda relación con el coordinador y firmante del papel. El PP denuncia que el citado médico “es pareja de la alcaldesa” y que en el pueblo no se habla de otra cosa. Prueba de ello -insisten- es que circula un meme donde aparece Esther Clavero, sentada en su despacho, teléfono en mano, con un bocadillo de cómic que dice lo siguiente: "Cari, fírmame un papelico que me han pillao”. La relación de la política con el facultativo está en la diana.

El ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el citado coordinador médico, que no niega mantener una relación con la alcaldesa: "Solo le voy a decir una cosa, el informe que yo he hecho no tiene absolutamente nada que ver con mi posible relación con la alcaldesa de Molina. Habría hecho exactamente lo mismo con cualquier persona en las mismas circunstancias”.

En rueda de prensa, Clavero no quiso aclarar qué tipo de relación mantiene con el coordinador que justificó su vacunación seis días después de haberse producido: “Hice lo que me preescribieron: no voy a hablar de mi vida personal”.

“Mi vida personal no tiene nada que ver con mi historia clínica”, insistió la regidora antes de remarcar que la dosis contra la Covid se la prescribió el coordinador del Centro de Salud Antonio García -que es su médico de cabecera- y la coordinadora de Enfermería que se ocupó de la consulta. “Me vacuné a la hora que me citaron: con luz y taquígrafos”, resumió.

La tasa de cáncer en la Región de Murcia es de 503 casos por cada 100.000 habitantes y ninguno de esos pacientes ha sido inmunizado contra el coronavirus porque todavía no les toca, según los plazos fijados por el Ministerio de Sanidad. En las redes sociales los enfermos oncológicos están que trinan con la alcaldesa. Esther Clavero admite: “Entiendo el sentir de los pacientes”. 

Gerencia no autorizó 

La quinta duda que genera el documento que justifica la vacuna a la autoridad municipal es el undécimo párrafo. En el mismo se expone que la alcaldesa, después de ser citada para el 14 de enero, se opuso a vacunarse si no contaba con el beneplácito de la Gerencia del Área de Salud: “Doña Esther Clavero, reticente a recibir la vacuna, solicitó por parte de la coordinadora de Enfermería una autorización tácita por parte de sus superiores antes de proceder a vacunarse”.

La primera edil socialista -en su intervención- enfatizó en esa cuestión afirmando: “Yo no me quería poner la vacuna, pero insistieron en que debía ponerme la vacuna, yo insistí en que si no me tocaba no me ponía la vacuna y entonces me volvieron a llamar del centro de salud diciendo que habían hecho la consulta a la Gerencia y que no había ningún problema en ponérmela”.

Sin embargo, el Servicio Murciano de Salud desmiente que autorizase inocular la dosis a Esther Clavero por ser paciente oncológica: “Se realizó la consulta verbal desde el centro de salud a la Gerencia de Área, y se respondió que no se podía”.

La sexta duda que genera el informe que está en la diana de las autoridades sanitarias regionales radica en el hecho de que la alcaldesa lo pidió el mismo día que el consejero de Salud, Manuel Villegas, presentó su dimisión acorralado por la presión de la oposición, incluido el PSOE.

Villegas renunció a su puesto por haberse saltado el calendario de vacunación del Ministerio y ese mismo miércoles se supo que la alcaldesa molinense, Esther Clavero, también se había vacunado saltándose el calendario.

“Cuando se vacuna a las personas no se hace un informe para cada una de las personas vacunadas, a mí me lo hicieron cuando lo solicité para poder explicar lo sucedido. Solicité el informe el miércoles porque es cuando salta esto a los medios de comunicación, antes jamás pensé que tendría que dar explicaciones de que me había llamado un médico”, se defendió la alcaldesa sobre el motivo por el que solicitó un documento para justificar su vacunación, cuyo contenido ha desacreditado el SMS.

Mano negra 

La regidora del cuarto municipio con mayor población de la Región de Murcia aprovechó su intervención para denunciar que una mano negra accedió al sistema informático del Servicio Murciano de Salud con el objetivo de investigar su historial clínico y averiguar que se había vacunado contra la Covid.

“No sé quién ha accedido a mi historial clínico, pero quien lo ha hecho, sea político o técnico, lo ha hecho con fines políticos para intentar diluir la crisis de Gobierno que tiene el Partido Popular en la Región de Murcia”, según ha criticado en clara alusión al escándalo que sacude al PP tras el cese del consejero Manuel Villegas.

Clavero avanzó que emprenderá acciones legales: “Quiero dejar claro que bajo ningún concepto quiero que una cuestión personal y privada de mi salud sea utilizada por el Partido Popular para blanquear una acción de otros, accediendo a mi historial clínico, violando mi intimidad y la protección de datos de cualquier paciente”.

La alcaldesa remarcó en la rueda de prensa que no dimitirá, a pesar de que se lo han pedido PP, Ciudadanos y Podemos: “Mi cargo, tanto político como orgánico, está a disposición de mi partido. Me siento tranquila porque hice lo que me recomendaron”.

Doble vara de medir 

La Ejecutiva regional del PSOE, con su secretario general a la cabeza, Diego Conesa, pidió por tierra, mar y aire que dimitiese el consejero de Salud, Manuel Villegas, cuando trascendió que se vacunó junto a altos cargos de su departamento infringiendo la estrategia nacional.

Ahora que el escándalo de las vacunas ha afectado a los socialistas, muestra una doble vara de medir, ya que Conesa no ha pedido a la alcaldesa de Molina de Segura que dimita: el castigo ha sido suspenderla de militancia.

A partir de ahora la regidora no gobernará bajo las siglas del partido, sino como no adscrita, y la agrupación socialista molinense de la que ella es su líder pasará a estar bajo control de una gestora.

“Con un cargo electo como el de una alcaldesa, lo único que podemos hacer es tomar medidas como organización y las medidas, en virtud de lo que se sabe hasta el momento, es suspensión cautelar de militancia y al ser Esther Clavero la secretaria general del PSOE en Molina, automáticamente se constituye una gestora, pero en las instituciones no podemos hacer nada”, según explica el secretario general del PSRM, Diego Conesa.

“Somos mayores y cada uno somos responsables de nuestros actos: el PSOE exige ejemplaridad. Ella es la que se tiene que defender a efectos del partido y la que tiene las facultades plenas sobre su acta”, concluye Conesa.

La sanción adoptada por los socialistas con la regidora ha provocado un aluvión de críticas en el PP. La viceportavoz popular en la Asamblea Regional, Mari Carmen Ruiz Jódar, ha ironizado que "cuando llega el momento de ser ejemplo de limpieza y transparencia, los socialistas echan balones fuera".

Jódar dice que es una "ofensa para los 70.000 vecinos de Molina de Segura y para muchos enfermos que la alcaldesa se vacune por enchufe, sin que le correspondiera".

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