Mónica Oltra ha reaparecido en público un año después de presentar la dimisión de todos sus cargos. La dirigente de Compromís sigue imputada por el juzgado que investiga si la Conselleria de Igualdad maniobró para ocultar los abusos sexuales a una menor tutelada cometidos por su marido,
Es la primera intervención de Oltra después de la arrolladora victoria del PP en las elecciones del pasado domingo 28 de mayo. La exvicepresidenta del Gobierno valenciano señaló, justo un año después de su dimisión, que en esta partida de ajedrez el rey "está mate ya" y "no conviene sacrificar" a la reina.
Oltra se pronunció así durante la presentación en Valencia el libro Operación Jaque Mate del periodista Ernesto Ekaizer. Ente un grupo de seguidores, Oltra confesó que estaba "nerviosa", porque hacía mucho tiempo que no hablaba en público, y confirmó que acaba de terminar un curso de mediación comunitaria, según las declaraciones difundidas por la Agencia EFE.
La exdirigente de Compromís bromeó con el último baile que protagonizó en un mitin de Compromís días antes de dimitir: Voy a seguir haciendo bromas y bailando".
Además, ironizó con que gracias al pacto de PP-Vox en la Generalitat ahora los de Santiago Abascal van a "controlar la Justicia por la puerta grande y a hombros, porque ellos hacen la guerra sucia y ahora van a controlar el lugar donde se hace la guerra sucia, no es casualidad". Y es que Vox asumirá la Conselleria de Justicia en virtud del pacto que convertirá al popular Carlos Mazón en presidente autonómico.
Oltra criticó la "utilización de los tribunales para eliminar adversarios políticos", como es su caso, porque "les molesta la democracia y van a por ella", y añadió que esta operación de la derecha "es un jaque, pero no hay un mate si el pueblo nos defendemos".
"Yo soy muy política y no puedo dejar de serlo", confesó Oltra. Según la exvicepresidenta, el 28-M triunfó "el voto iracundo de la gente que tiene miedo", y las izquierdas deberían preguntarse qué participación tienen en esto: se pueden quedar en buscar "Vox expiatorios". Pero se engañarán, dijo, y pidió ir más allá y diagnosticar lo que está pasando ya.
Oltra subrayó que la gente poderosa "necesita ir a por la democracia" y desveló que el gerente de Ribera Salud, Fernando de Rosa, le ha interpuesto una querella por unas declaraciones sobre la vinculación de la reversión de las concesiones sanitarias y el proceso judicial.
La exlider de Compromís afirmó que en este año ha recordado mucho el último mitin que dio, en el viejo cauce del río Turia, donde reivindicó la acción comunitaria, y e insistió a las izquierdas a actuar. A su juicio, lo primero que hará el nuevo Gobierno será "desmontar la transparencia" y eliminar la dación de cuentas para "actuar impunemente".
Sobre si piensa volver a la primera línea de la política, Oltra respondió que de momento se está "reconstruyendo como persona" tras la "ruina moral, reputacional, familiar, económica y emocional" que ha sufrido. Seguirá, al menos de momento, "refugiada" en "el exilio" de su silencio, aunque advirtió: "No me callarán nunca".
Al acto asistieron numerosos altos cargos de la coalición valenciana. Entre ellos, la consellera de Cultura en funciones, Raquel Tamarit, o la candidata de Compromís-Sumar por Valencia en las elecciones del 23 de julio, Àgueda Micó.