El Gobierno persigue a los activistas de las banderas: "Ocuparon espacio marítimo"

El Gobierno de España rezuma rigor al ser preguntado sobre el homenaje a las víctimas del Coronavirus de la playa de la Patacona (Alboraya, Valencia). Fuentes de su Delegación en la Comunidad Valenciana trasladaron este lunes a EL ESPAÑOL que el Ejecutivo ha puesto en marcha un procedimiento para analizar la actuación de los activistas que colocaron 53.000 banderas en la arena para conmemorar a los fallecidos. 

“Ocuparon espacio marítimo terrestre sin solicitar autorización”, advierten solemnes a este diario sobre el acto del domingo. Y, en base a esta presunta infracción, la Policía Nacional ha elaborado un informe sobre el proceder de los activistas. Este escrito, redactado a partir de uno previo de la Policía Local, será remitido a Costas para que dirima si la entidad organizadora ha de ser sancionada, según explican.

El acto lo impulsó la Asociación Nacional de Víctimas y Afectados por Coronavirus (Anvac), que, en efecto, reconoce no haber solicitado autorización para llevar a cabo la iniciativa. “No pensamos que fuera necesario, como tampoco lo hicimos cuando colocamos banderas en el Parque Roma de Madrid, junto a la M30, donde, por cierto, no se nos sancionó de ningún modo”, expone Jaime Sánchez, presidente de la entidad.

“Homenaje y respeto”

“Nosotros entendemos que, pese al expediente iniciado, finalmente comprenderán que se trata de un acto de homenaje y de respeto. Consistió simplemente en colocar banderas en la arena por la mañana y recogerlas por la tarde, sin generar ningún tipo de residuo ni gasto en limpieza”, expone el representante.

En efecto, el Ayuntamiento de Alboraya, gobernado por el PSOE, reconoce que así fue, que “la propia organización se encargó por la tarde de la recogida de las banderas sin que fuera necesaria la intervención de equipos de limpieza”. “La Policía Local dio parte por tratarse de un acto imprevisto que podría haber provocado concentraciones”, indican.

Pero tampoco fue el caso. No hubo aglomeraciones. Las banderas fueron colocadas junto al paseo peatonal, respetando la primera línea de playa, y repartidas a lo largo de casi un kilómetro. “Se respetaron todos los accesos”, subraya Sánchez.

Cruces amarillas

El acto recordó a los realizados en varias playas Cataluña, donde activistas independentistas sembraron la arena de cruces amarillas. Ante aquella sucesión de reivindicaciones fue finalmente la Generalitat catalana quien advirtió de que era necesaria una autorización para llevaros a cabo. No trascendió sanción alguna. Ni Costas mostró entonces su actual predisposición sancionadora.

El acto evidenció notables contradicciones políticas. Quienes tildaron de “atentado contra la libertad de expresión” la retirada de aquellas cruces aplaudían este domingo al Frente Obrero, que acudió a la playa a recoger banderines y desplegar una gran bandera republicana. Y viceversa.

El grueso de los partidos de izquierda critican desde el domingo la iniciativa, aunque lo hacen casi sin entrar a valorarla. Se limitaron a deslegitimar a los organizadores, pues consideran a Anvac el brazo ejecutor de Vox, y la colocación de las banderas una instrumentalización de la pandemia con fines políticos. El propio presidente valenciano Ximo Puig lo tildó de “acto de exhibicionismo”.

Anvac y Vox

Jaime Sánchez, preguntado sobre su vinculación con Vox, reconoce que fue candidato al Congreso por la formación, si bien subraya que su entidad es “apolítica”, que representa “simplemente a las víctimas” -como a la abuela de Sánchez, que falleció por Covid-19-.

Agrega además que tienen integrantes “de todos los partidos, de izquierdas y de derechas, cristianos y musulmanes”. “De hecho, aplaudimos la gestión del Gobierno de izquierdas de Portugal. Ya quisiéramos tener sus cifras de fallecidos y contagios”, añade.

¿Habrá más actos como el de Madrid y Valencia? “Tras las miles de muestras de cariño recibidas, no descartamos nuevas acciones para dar visibilidad y honrar la memoria de los fallecidos por el Coronavirus”, concluye.