La primera sesión del Pleno del Parlamento andaluz ha dejado la estampa inédita de que todo el arco parlamentario de la izquierda (PSOE, Unidas Podemos y los ediles no adscritos de Teresa Rodríguez) ha votado sí a dos leyes presentadas por los grupos del PP y Cs, mientras que el grupo parlamentario de Vox ha sido el único que ha votado en contra.

La primera votación, con 94 votos a favor (PP, Cs, PSOE-A, UP y No Adscritos) y 10 noes (Vox) se ha repetido incluso para la aprobación de enmiendas de los grupos de la oposición.

La entente continuó, pero a la inversa, en el momento de la votación de la Ley de Concordia, presentada por Vox. Al rechazo de la izquierda (49 votos) se sumó la abstención de PP y Cs (45 votos) y los 10 síes de Vox, por lo que quedó desestimada. Las votaciones han dejado en evidencia la soledad de Vox en el arco plenario, tanto autoimpuesta como impuesta, por vez primera en lo que va de legislatura.

La primera de las leyes apoyadas por la izquierda ha sido una ley de subvenciones para Entidades Locales Autónomas para la financiación y ejecución de sus competencias.

El diputado Alejandro Hernández, de Vox, detalló en su intervención que "el contenido que se trae es gracias a Vox" alegando que "si hay 2,5 millones" de financiación para las ELA es "gracias a que Vox aprobó el Presupuesto de 2019, 2020 y 2021, que no hizo ni la izquierda rota ni la izquierda absorta que está en trance".

Sin embargo, la formación de Abascal en Andalucía acabaría votando en contra de una medida que por primera vez permite a las ELA tener una línea de financiación directa por parte de la Junta para prestar servicios, ejecutar reparaciones de calles, alumbrado o alcantarillado, entre otras actuaciones.

La segunda, la que da luz verde a la Ley que crea la Agencia Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico (TRADE) y la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA). Vox ha votado en contra, explicando que es "un macro chiringuito".

Por su parte, y tras lograr la aprobación, el consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, ha tomado la palabra ante el Pleno para poner de relieve el trabajo "de 150 funcionarios" cuya labor ha sido crucial para sacar la Ley adelante.

También ha agradecido el apoyo a todos los grupos, "excepto a uno". Dirigiéndose a los diputados del arco de la izquierda parlamentaria, ha subrayado que "habéis demostrado altura de miras" y limado "asperezas ideológicas".

Pero antes, llegaría el debate de la proposición de Ley de Concordia, presentada por Vox, y que no ha salido adelante por la abstención de populares y Cs. La concordia, precisamente, no ha sido lo que ha imperado durante el debate.

Los diputados no adscritos de Teresa rodrñiguez, instantes antes de abandonar el Pleno. EP

Nada más tomar la palabra el diputado Benito Morillo (Vox) para defender el punto, los diputados no adscritos de Teresa Rodríguez mostraron imágenes de víctimas de la Guerra Civil y de la posterior represión franquista, por lo que la presidenta accidental del Parlamento, Esperanza Oña, tuvo que parar el tiempo de intervención y pedirles "respeto". 

A continuación, los parlamentarios abandonaron del salón plenario para no asistir al debate, al que no regresarían ya hasta el momento de votar.

Morillo ha retomado su turno de palabra explicando que la Ley de Memoria histórica aprobada en 2017 por la Junta de Andalucía como la promovida por el Gobierno central juzgan la historia "desde el rencor, creando una verdad irrefutable de la que no se permite disentir", y que pretenden enfrentar a los españoles, imponiendo una visión "única de la historia" y han tenido como resultado, por ejemplo, "reabrir heridas y el derribo de cruces y la ofensa a muchos sentimientos religiosos".

Ha reprochado al PP que, cuando llegó al Gobierno central, no derogara la Ley de Memoria Histórica que elaboró el anterior Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y también ha reprochado al PP de Andalucía que, cuando llegó a la Junta, no derogara la Ley de Memoria andaluza que hizo el anterior Ejecutivo del PSOE-A.

"Imposición"

Por su parte, el diputado de Cs, Enrique Moreno, ha subrayado que la medida tiene un "único objetivo, que es derogar la Ley de Memoria Histórica. Quieren imponer" poniendo para ello "en duda el espíritu de la transición".

El parlamentario de la formación naranja sostuvo que en la presentación de esa Ley de Concordia "los primeros interesados son el PSOE y Unidas Podemos", porque "ustedes se retroalimentan". Por último, advirtió que "se la están poniendo botando".

El portavoz del Grupo Popular, Adolfo Rascón, recordó que la Ley de Concordia "era el punto 23 del acuerdo de investidura y uno de los compromisos del PP, y nos pusimos a trabajar". Pero llegó la pandemia, y enero de 2020 "Vox se descolgó registrando un texto, que luego retiraron en julio, y ahora presentan otro. Ahora lo rescatan".

Rascón acusó a Vox de "querer imponer en este Parlamento sus intereses electorales", y por ello "sin consenso previo" han procedido a presentar el proyecto de Ley "cayendo en el mismo error que el PSOE-A con la ley de Memoria Histórica".

La portavoz adjunta de Unidas Podemos por Andalucía, Ana Naranjo, ha considerado que la iniciativa legislativa "es una provocación más de Vox", que ha considerado "su forma de estar en política".

Por su parte, la portavoz adjunta del PSOE-A, María Márquez, ha contrapuesto "una derecha europea, moderna, demócrata, sin complejos que supo leer el auge de partidos de ultraderecha", que descarta "la alianza con firmeza democrática", a "una derecha española acomplejada por el auge de Vox".

La aprobación de las dos leyes han culminado con un sonoro y unánime aplauso en el hemiciclo, a excepción de los 10 parlamentarios de Vox, y posteriormente, de los diputados de PSOE, UP y los no adscritos, celebrando que no haya salido adelante la Ley de Concordia propuesta por la formación de Abascal en Andalucía.

Noticias relacionadas