La preocupación se propaga entre los efectivos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y otros servicios de seguridad del Estado ante la petición del Senado de Estados Unidos de revisar los acuerdos de inteligencia con España, debido a los contratos que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha suscrito con la empresa china Huawei.
Distintas fuentes en activo en la inteligencia estatal consultadas por EL ESPAÑOL han expresado el malestar y "profunda desconfianza" hacia la empresa tecnológica china, señalada por sus vínculos con el Partido Comunista Chino.
Y manifiestan su incomprensión ante la elección que ha hecho el Gobierno cuando existen "tantas alternativas occidentales" para servicios como el de la custodia de escuchas policiales.
Estas críticas coinciden con la posición de algunos aliados internacionales sobre los riesgos que plantea Huawei. Una de esas fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, con experiencia en inteligencia estratégica, lamenta la "falta de coordinación" entre los intereses económicos y los intereses estratégicos del país.
"Se antepone el negocio a la seguridad del Estado", señala este miembro del Centro. "La lejanía y el desconocimiento hace que nos olvidemos de China como enemigo" de los intereses occidentales.
Otra fuente consultada por este periódico señala que la estrategia de determinadas compañías chinas pasa por vender su producto a través de firmas españolas para introducirse en el mercado y acceder a adjudicaciones públicas: "Van ganando contratos gracias a estas alianzas e infiltrándose en la red de la Administración".
La preocupación por empresas como Huawei ya existía hace años. Sin embargo, como señala este miembro del CNI, "no existe un concepto propio de seguridad" ni en las empresas ni en la propia Administración, que "incumple aquello que obliga a los demás". En su opinión, la falta de cultura de contrainteligencia es un error estructural.
A su juicio, el peso del análisis de inteligencia sobre las decisiones políticas es casi nulo, lo que permite que se mantengan contratos con empresas chinas señaladas a nivel internacional como una amenaza para la seguridad nacional, como Huawei o Hikvision, incluso en instalaciones sensibles del Estado.
Polémica
En los últimos días, el Senado de los Estados Unidos ha pedido a Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia del Gobierno de Donald Trump en la Casa Blanca, la revisión de los acuerdos suscritos con España en este terreno, tras conocer los contratos que el Gobierno mantiene con la multinacional china.
En una carta remitida este jueves, el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Tom Cotton, y el Presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Rick Crawford, pedían a la jefa de la inteligencia de EEUU la revisión del intercambio de información con el CNI y los servicios de Información de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
"Le escribimos para instarla a garantizar que cualquier información compartida con los servicios españoles de inteligencia, defensa y aplicación de la ley no revele secretos de seguridad nacional de los EEUU al Partido Comunista Chino (PCCh)", señalan ambos representantes.
"La adjudicación de contratos a Huawei demuestra que no se toman en serio la amenaza de China", reza la carta.
"Huawei tiene vínculos profundos con el PCCh y está sujeta a las leyes chinas de Inteligencia Nacional y Seguridad de Datos, que obligan a Huawei a proporcionar al PCCh acceso a cualquier información que éste considere necesaria", proseguían en su petición a Gabbard.
"En esencia, Huawei y el PCCh podrían tener acceso encubierto al sistema de interceptación legal de una nación aliada de la OTAN, lo que les permitiría monitorizar investigaciones españolas sobre espías del PCCh y otras innumerables actividades de inteligencia", continúa el escrito.
Esta petición a la máxima dirigente de la Inteligencia de Donald Trump llegaba tres días después de la rotunda advertencia del Comité de Inteligencia del Parlamento de Estados Unidos tras llegar al otro lado del océano la noticia de los contratos de España con Huawei.
"España está jugando con fuego al poner en riesgo su seguridad nacional y la de sus ciudadanos", señalaba ese órgano.
El aviso, difundido a través de una nota, lo realizó el propio Rick Crawford. "Es casi inimaginable", se sorprendía el citado comité al constatar que España recurre a la compañía tecnológica china para servicios como la custodia de escuchas policiales. "Es utilizar a un conocido agente del Partido Comunista Chino para recopilar y almacenar cantidades ingentes de datos sensibles", añade.
Al hacerlo, "España se ha vuelto vulnerable a las amenazas a su seguridad y a su soberanía". Más aún, según este centro, que supervisa las actividades de la CIA y del FBI, entre otras agencias estadounidenses, España ha vuelto también vulnerables "a sus aliados en todo el mundo".
"Cada país que abre sus puertas a Huawei sólo brinda más oportunidades a la empresa controlada por el Partido Comunista Chino para extraer datos que utiliza para promover sus objetivos geopolíticos", señalaba.
El Comité de Inteligencia del Parlamento de Estados Unidos califica de "victoria" del Gobierno chino este tipo de contratos y asegura que eso anima a Pekín a "asumir su próxima y trascendental estrategia de influencia".
Contratos
El Gobierno español adjudica desde hace más de diez años contratos a Huawei para gestionar y almacenar escuchas telefónicas policiales autorizadas judicialmente. Estas escuchas las realizan tanto las fuerzas del orden como los servicios de inteligencia.
Según puede comprobarse en el Portal de Contratación del Sector Público, son numerosos los organismos que, dentro del Ministerio del Interior y otros organismos del Estado, recurren a los sistemas de almacenaje de compañías que distribuyen los productos de Huawei: desde la UCO, a la Secretaría de Estado de Seguridad, pasando por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional.
A lo largo de estos años, varios políticos socialistas han mantenido vínculos con Huawei. Uno de ellos es el exministro Pepe Blanco, quien a través de su consultora Acento ha tenido entre sus clientes a esta gran empresa tecnológica.
También el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha sido señalado en diversas informaciones periodísticas como un valedor de los intereses chinos en España, a través de la Fundación ONUART.
